No olvidemos a quienes viven en residencias de ancianos
1. ¿Por qué necesitamos llevarles las buenas nuevas a quienes viven en residencias de ancianos?
1 Muchas personas sufren los efectos de la vejez (Ecl. 12:1-7). Algunas viven en residencias de ancianos, por lo que no siempre podemos hablar con ellas al predicar de casa en casa. Esto ocurre incluso en países donde lo normal es que los padres se muden con sus hijos u otros familiares al llegar a la vejez. Las personas mayores que viven en residencias, y otros que necesitan cuidados especiales, quizás tengan limitaciones de movilidad o memoria, pero aún pueden aprender acerca de Jehová y llegar a apreciarlo y amarlo. ¿Qué podemos hacer para llevarles las buenas nuevas de “la feliz esperanza”? (Tito 2:13.)
2. ¿Cómo conseguir una lista de residencias de ancianos para visitarlas?
2 Cómo empezar. Por lo general, se puede conseguir una lista de residencias u hogares de ancianos buscando en Internet o en el directorio telefónico bajo categorías como “residencias de ancianos”, “clínicas geriátricas” o “asilos”. El superintendente de servicio puede ser quien asigne a publicadores capacitados para que visiten estos lugares. Con buena organización y confiando en Jehová, no será muy difícil establecer un estudio bíblico en grupo (Prov. 21:5; 1 Juan 5:14, 15).
3. ¿Cómo podríamos abordar al recepcionista?
3 Al visitar una residencia, podemos abordar al recepcionista y preguntarle si reside allí alguna persona sorda. Si es así, diga que es un voluntario que se ofrece para animar a las personas sordas que les gusta leer y hablar de relatos bíblicos usando videos en lengua de señas. Puede utilizar una amplia gama de publicaciones. A muchos les ha dado buenos resultados usar el dvd Mi libro de historias bíblicas y El hombre más grande de todos los tiempos. Quizás convenga mostrarle las publicaciones al recepcionista.
4. ¿Por qué queremos llevar el mensaje de las buenas nuevas a quienes viven en residencias de ancianos?
4 Jehová invita a las personas mayores a alabarlo (Sal. 148:12, 13). Esa invitación se extiende a quienes viven en residencias. ¿Hay en su territorio este tipo de lugares con personas mayores que se puedan beneficiar del mensaje de las buenas nuevas? Con la ayuda de los ancianos de la congregación y de los directores de las residencias, quizás podamos darles un buen testimonio. Al no olvidarnos de los mayores, estaremos imitando a Jehová (Sal. 71:9, 18).