Ayude a su hijo a hacerse publicador
1 Los más jóvenes también pueden ser publicadores de las buenas nuevas. Jesús acogió a los niños y los bendijo (Mat. 19:13-15; 21:15, 16). Cuando un niño desea de corazón participar en la predicación del Reino, los miembros de la congregación pueden ayudarlo; sin embargo, la responsabilidad principal recae en los padres. Si usted tiene hijos, su buen ejemplo en el ministerio del campo contribuirá mucho a que sirvan a Dios con celo. Ahora bien, ¿qué otra ayuda puede brindarse al niño de conducta ejemplar cuyo corazón lo impulse a expresar su fe predicando las buenas nuevas?
2 Convendría que el padre o la madre abordara a un anciano del Comité de Servicio de la Congregación para que se determine si el niño cumple los requisitos para ser publicador. El superintendente presidente se encargará de que dos ancianos (uno de ellos miembro del Comité de Servicio de la Congregación) se reúnan con el niño y uno de los padres o ambos. Un buen indicio de que el jovencito ha hecho progresos será que tenga un conocimiento básico de la verdad bíblica y que sea evidente su deseo de participar en el servicio del Reino. Tras analizar estos factores y otros parecidos a los que se tienen en cuenta en el caso de un adulto, los dos ancianos determinarán si se puede nombrar publicador no bautizado al niño (Luc. 6:45; Rom. 10:10).