Explique el Reino (primera parte).
1 ¿Cómo puede desempeñar su comisión de anunciar el Reino de Dios? Aunque despierte el interés hablando de temas muy diversos, enseguida debe verse que su mensaje se centra en dicho gobierno.
2 Un aspecto importante de esta obra es leer o citar pasajes bíblicos que se refieran al Reino. Cuando hable de este, asegúrese de que sus interlocutores entiendan de qué se trata. Es posible que no baste con aclarar que es un gobierno, pues a algunas personas les cuesta concebir que un gobierno sea invisible. En este sentido, es posible seguir diversas líneas de razonamiento. Podría mencionar, por ejemplo, que la gravedad es invisible y sin embargo ejerce una influencia determinante en nuestra vida. Aunque no veamos al Creador de esta fuerza, es obvio que posee gran poder. La Biblia lo llama “Rey de la eternidad” (1 Tim. 1:17). Otra posibilidad es indicar que en un país grande, muchos ciudadanos no han visitado nunca la capital ni tampoco han visto al primer mandatario en persona. Saben de ello a través de los servicios informativos. De igual modo, la Biblia, que se publica en más de dos mil doscientos idiomas, nos habla del Reino de Dios; nos indica quién ha sido investido de autoridad y qué está haciendo dicho gobierno hoy día. La Atalaya, la publicación periódica que se edita en más idiomas que cualquier otra, señala en la portada su misión con el subtítulo “Anunciando el Reino de Jehová”.
3 Otra forma de ayudar a los oyentes a comprender qué es el Reino consiste en mencionar algunos frutos que desearían que produjesen los gobiernos: seguridad económica, paz, eliminación del delito, trato imparcial a todos los grupos étnicos y buenos servicios médicos y educativos. Muéstreles que tanto estos como los demás deseos legítimos de la humanidad se satisfarán gracias al Reino de Dios (Sal. 145:16).
4 Procure avivar su deseo de ser súbditos del Reino, cuyo cabeza es Jesucristo. Indique que los milagros que él realizó son un anticipo de lo que hará como Rey celestial. Mencione con frecuencia las atrayentes cualidades que demostró (Mat. 8:2, 3; 11:28-30). Explique que entregó su vida por nosotros y que luego Dios lo resucitó a la vida inmortal en los cielos, la sede de su trono (Hech. 2:29-35).