Sábado 22 de noviembre
Si Jehová no me hubiera ayudado, en poco tiempo yo habría muerto (Sal. 94:17).
Jehová puede ayudarnos a no rendirnos. A veces esto puede ser muy difícil, sobre todo si llevamos tiempo luchando con la misma debilidad. Y quizás nuestras debilidades nos parezcan peores que las del apóstol Pedro. Pero Jehová puede darnos las fuerzas para seguir adelante (Sal. 94:18, 19). Tomemos como ejemplo el caso de un hermano que, antes de conocer la verdad, llevó una vida homosexual durante muchos años. Aunque abandonó por completo su conducta inmoral, a veces tenía malos deseos. ¿Qué lo ayudó a no darse por vencido en su lucha? “Jehová nos fortalece”, explica. Y añade: “Con la ayuda del espíritu de Jehová [...], he aprendido que es posible seguir [...] en el camino de la verdad”. Y finalmente dice: “Jehová me ha permitido servirle [...], y a pesar de mis imperfecciones él sigue fortaleciéndome”. w23.09 40:12
Domingo 23 de noviembre
El resultado de la humildad y del temor de Jehová es riqueza, gloria y vida (Prov. 22:4).
Si eres un hermano joven, recuerda que no llegarás a ser un cristiano maduro de manera automática. Tienes que elegir buenos ejemplos, adquirir la capacidad de pensar, ser confiable, aprender habilidades prácticas y prepararte para el futuro. Al pensar en todas las cosas que tienes que hacer, quizás a veces sientas que es demasiado para ti. Pero no te desanimes, ¡tú puedes lograrlo! No olvides que Jehová quiere ayudarte (Is. 41:10, 13). Y los hermanos y las hermanas de tu congregación también estarán ahí para darte una mano. Cuando llegues a ser el hombre que Jehová quiere que seas, tendrás una vida plena y feliz. Te queremos muchísimo y deseamos que Jehová siga bendiciendo tus esfuerzos por llegar a ser un cristiano maduro. w23.12 53:19, 20
Lunes 24 de noviembre
Pasen por alto una ofensa (Prov. 19:11).
Digamos que usted está pasando un rato agradable con un grupo de hermanos y deciden tomarse una foto grupal. Para asegurarse de tener un buen recuerdo, toma tres fotos. Pero ve que en una de ellas un hermano no salió bien. Así que la borra y se queda con las otras dos, porque en ellas todos están sonriendo. Por lo general, tenemos bonitos recuerdos de los agradables momentos que pasamos con nuestros hermanos. Pero supongamos que en una de esas ocasiones un hermano dijo o hizo algo que no estuvo bien. ¿Qué hará con ese recuerdo? ¿Por qué no lo borra, como si de una foto se tratara? (Efes. 4:32). Como tenemos tantos buenos recuerdos de los momentos que hemos vivido con ese hermano, podemos borrarlo. Lo mejor es guardar con cariño “las fotos bonitas”. w23.11 47:16, 17