4 De modo que el rey les dijo: “Lo que parezca bueno a sus ojos haré”.+ Y el rey se quedó parado al lado de la puerta,+ y toda la gente misma salió por cientos y por miles.+
24 Ahora bien, David estaba sentado entre las dos puertas.+ Entretanto, el atalaya+ se fue al techo de la puerta junto al muro. Por fin alzó los ojos y vio y, ¡mire!, había un hombre que corría solo.
10 Ahora bien, el rey de Israel y Jehosafat el rey de Judá estaban sentados cada cual en su trono, en vestidos de vestir,+ en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas estaban actuando como profetas delante de ellos.+
7 Y Ébed-mélec el etíope,*+ un hombre que era eunuco y que estaba en la casa del rey, llegó a oír que habían metido a Jeremías en la cisterna; y el rey estaba sentado en la Puerta de Benjamín.+