22 Y, ¡mire!, una mujer fenicia*+ de aquellas regiones salió, y levantó la voz, y dijo: “Ten misericordia de mí,+ Señor, Hijo de David. Mi hija está terriblemente endemoniada”.
17 Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto,+ para llegar a ser un sumo sacerdote* misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios,+ a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio*+ por los pecados de la gente.+