Cuando la oposición resulta en esparcir la verdad de la Biblia
AUNQUE los cristianos primitivos tuvieron que contender con la oposición y la tergiversación, estas cosas no impidieron que las personas de corazón honrado se hicieran seguidores de Jesucristo. Lo mismo es cierto entre los testigos de Jehová hoy día.
● Después de haberse acostado, un testigo de Jehová en Mauricio oyó, por su ventana abierta, sonidos de una conversación distante acerca de un tema bíblico. Se vistió, salió de su casa y siguió el sonido de la conversación hasta su fuente... la cuarta casa junto al camino. Aunque era tarde, tocó y fue invitado a entrar.
Se inició una extensa consideración con la señora de la casa. A medianoche se decidió continuar la consideración en otra ocasión, pero en la presencia del ministro adventista de ella. En esa consideración el Testigo probó que la ley mosaica se cumplió en Cristo. También mostró que el hecho de que Dios castigó a Caín por haber matado a Abel no probaba que el pacto de la Ley existió antes del tiempo de Moisés, porque el castigo no fue el mismo castigo que la ley mosaica requería. Entonces el ministro comenzó a gritar de ira. ¿Asustó esto a la mujer, haciendo que pusiera fin a cualquier consideración futura con el Testigo? No. Ella le recordó a su ministro que ‘no fuera como Caín, quien fue maldecido por su ira.’ Ante esto el ministro se fue.
Esta mujer llegó a ser una testigo bautizada de Jehová. Y su esposo e hijo se unieron a ella en compartir la verdad de la Biblia con otros.
● En Ceilán (ahora llamada Sri Lanka), en octubre de 1970, un testigo de Jehová le habló a un maestro católico romano, y se hicieron arreglos para un estudio de la Biblia. En diciembre este maestro comenzó a decirles a los maestros compañeros y a sus parientes lo que había aprendido. Algunos de ellos se unieron a él en estudiar la Biblia. Entonces le habló a su novia, que también era católica y entusiasta trabajadora política, como él lo había sido. Ella, también, accedió a estudiar y aprendió muy pronto.
Para enero el maestro había dejado de fumar y jugar por dinero, y había renunciado de la iglesia y comenzado a participar con los testigos de Jehová en su obra de predicar. Él y su novia estudiaron cuatro veces por semana y se bautizaron en abril.
La oposición comenzó temprano. El sacerdote local denunció a los Testigos, e instruyó a todos a no tener nada que ver con ellos. Esto solo despertó más interés, ya que algunos en la aldea quisieron averiguar por qué el sacerdote habló en contra de los testigos de Jehová.
Puesto que algunas de las hermanas del maestro eran monjas, el sacerdote preparó una reunión en un esfuerzo por traer al maestro ‘de vuelta al redil.’ Unas veinticinco personas concurrieron para la discusión; ésta duró unas dos horas. Durante este tiempo se destacó la falta de conocimiento bíblico del sacerdote.
Sin embargo, continuaron las denunciaciones y advertencias sacerdotales. Pero esto no impidió que las personas sinceras continuaran su investigación de la Biblia. De allí en adelante una docena o más de los parientes del maestro viajaron cuarenta kilómetros de ida y vuelta para asistir a las reuniones de los testigos de Jehová. Algunos de ellos se dedicaron celosamente a declarar las verdades bíblicas a otros.
● En una isla tropical del Pacífico, los testigos de Jehová hicieron arreglos para celebrar una asamblea. Pero las sesiones se atrasaron un día porque la Oficina de Religión, ante la instigación del clero protestante, no otorgó el permiso para que se celebrara la asamblea. Los testigos de Jehová trajeron el asunto ante la atención de la Oficina de Información del Distrito. El jefe de este departamento, un musulmán, escuchó con interés mientras los Testigos explicaban por qué no aceptaban la doctrina de la Trinidad. Se sorprendió al saber que los clérigos se oponían a este grupo cristiano.
Se concedió el permiso para celebrar la asamblea. Se requirió a los protestantes que cesaran sus provocaciones, las cuales se habían desarrollado hasta el punto de que una turba amenazaba con destrozar el hotel donde se iban a celebrar las sesiones. Varios del personal de información del gobierno asistieron a la asamblea y grabaron los discursos. Después de la asamblea el jefe del departamento declaró: “Los informes que circulan de que los testigos de Jehová representan un verdadero peligro son falsos. He visto por mí mismo que su educación es práctica y lógica. No son como los otros que solo cantan. No comprendo por qué se oponen a ellos las otras iglesias.”
Estas experiencias muestran que la oposición realmente no puede impedir el adelanto de la adoración verdadera.—Isa. 54:17.