Pascua Florida y Navidad
LA Pascua Florida [que se llama Easter en países de habla inglesa] es la principal festividad religiosa de la cristiandad, y se dice que se celebra en memoria de la resurrección de Cristo de entre los muertos. Pero, ¿dio Cristo un mandato de que se celebrara su resurrección?
No, no hizo eso. Los libros de historia nos dicen que los cristianos primitivos no celebraban la Pascua Florida y que ésta se basa en prácticas paganas de la antigüedad. The Encyclopædia Britannica, 1910, tomo VIII, pág. 828, dice:
“No hay indicación de la observancia de la fiesta de Easter [Pascua Florida] en el Nuevo Testamento. . . . La santidad de tiempos especiales era una idea que no estaba en la mente de los primeros cristianos.”
También, el Dr. Alexander Hislop dice de las costumbres de la Pascua Florida:
“Las observancias populares que todavía acompañan el período de su celebración confirman ampliamente el testimonio de la historia en cuanto a su naturaleza babilónica. Los panecillos calientes con cruces del Viernes Santo, y los huevos tintados del domingo Pascual o Easter, figuraban en las ceremonias caldeas [babilónicas] tal como lo hacen ahora.”—The Two Babylons, págs. 107, 108.
¿Qué hay acerca de la Navidad? Si usted investiga obras de consulta en una biblioteca, descubrirá que era desconocida entre los primeros cristianos. Jesús dio la instrucción de observar un memorial de su muerte, no de su nacimiento.—1 Cor. 11:24-26.
En cuanto al origen de la fecha para la Navidad, The World Book Encyclopedia dice:
“En 354 d. de J.C., el obispo Liberio de Roma ordenó a la gente que celebrara el 25 de diciembre. Probablemente escogió esta fecha porque la gente de Roma ya la observaba como la Fiesta de Saturno, en celebración del cumpleaños del Sol.”—Edición de 1966, tomo 3, pág. 416.
Puesto que la fecha de la Navidad es de origen pagano, no debe parecer extraño el que las costumbres de la Navidad también sean de origen pagano. Así, la Encyclopædia of Religion and Ethics, por James Hastings, nos dice:
“La mayoría de las costumbres de la Navidad que ahora existen . . . no son costumbres cristianas genuinas, sino costumbres paganas que han sido absorbidas o toleradas por la Iglesia. . . . Las Saturnales de Roma suministraron el modelo para la mayoría de las costumbres de celebración alegre de la Navidad.”—Tomo III, págs. 608, 609.
No hay manera de evadirlo: La Navidad es de origen pagano. Sabiendo esto, deberíamos prestar atención a la advertencia del apóstol Pablo en contra de mezclar lo verdadero con lo falso. Él dice que aun “un poco de levadura hace fermentar toda la masa.” (Gál. 5:9) Reprendió a algunos de los cristianos primitivos por observar días que se habían observado bajo la ley de Moisés pero que Dios había cancelado para los cristianos. (Gál. 4:10, 11) ¡Cuánto más importante es que los cristianos verdaderos hoy día eviten una celebración que nunca fue autorizada por Dios, que viene de la Babilonia pagana, y que falsamente lleva el nombre de Cristo!
Los cristianos verdaderos tienen algo mejor que celebraciones paganas. Tienen el “fruto del espíritu,” que es “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.” (Gál. 5:22, 23) Este fruto produce una generosidad que es mucho más hermosa y genuina que el “espíritu de la Navidad” que florece solo una vez al año. El espíritu de Dios produce bondad y altruismo que se pueden ver claramente cada día del año. Esto impulsa a los cristianos a dar, no con la esperanza de que se les pague de vuelta o porque se sientan obligados por otros a hacerlo, sino por genuino amor cristiano.—Luc. 6:35, 36; Hech. 20:35.
Los cristianos verdaderos pueden dar regalos y pasar buenos ratos juntos durante todo el año. (Luc. 6:38) Los padres no tienen que esperar a los cumpleaños o a la Navidad, sino que pueden dar regalos a sus hijos en varias ocasiones durante el año. Así los niños saben que son sus padres quienes les están dando los regalos, y que lo hacen por amor a ellos. Además, no estimula a los hijos a ser ingratos, al hacerlos pensar que tienen derecho a esperar regalos en ciertos días.—Col. 3:14.
El aprender la verdad acerca de los orígenes paganos de las costumbres populares puede tener un maravilloso efecto de liberación. Ya no nos sentimos obligados a seguir prácticas que han resultado ser una carga, financieramente y de otras maneras, para la gente del mundo. Y, lo que es más importante, el conocer la verdad nos libra para poder seguir el proceder que le agrada a Jehová Dios.