Koi... flores que nadan
SI SE le pidiera nombrar un milagro de la creación, ¿escogería usted a la humilde carpa? Es poco probable. La mayoría de la gente cree que la carpa es un pez feo de color marrón verdoso que vive en el lodo y ensucia el agua para los demás peces.
Pero también hay carpas que figuran entre los peces más bellos y más deseables que el hombre conoce. El color de este tipo de carpa, que se cría principalmente en Japón, puede ser una mezcla de rojo, amarillo, azul, negro, oro, plata u otros colores. Frecuentemente se encuentran en pequeños viveros cerca de hogares japoneses, donde todos las admiran, les tienen cariño como a animales domesticados y hasta las exhiben en “concursos de belleza”.
Los japoneses, que han estado admirando estos peces ornamentales por centenares de años, los llaman koi. En un país que tiene poca tierra cultivable, un vivero lleno de koi llega a ser una especie de jardín viviente, ¡uno que florece todo el año! Por eso no es sorprendente que los koi más valiosos sean los que tienen colores brillantes en la parte superior del cuerpo, que es la que la gente puede ver al acercarse al vivero y dirigir la vista hacia abajo. ¡El pez que tenga mucho colorido a los lados pero poco en la parte superior del cuerpo tal vez vaya a parar al plato como parte de la cena!
No se imagine que los colores brillantes son lo único que contribuye al valor del koi. De hecho, en las exhibiciones de koi las proporciones armoniosas del cuerpo se consideran tan importantes como el color y el patrón en conjunto. ¿Cuánto vale un pez campeón? Los “precios llegan a niveles increíblemente altos”, informa Herbert Axelrod, experto en koi. “Presencié una venta de once koi por $100.000 [E.U.A.] [...] en efectivo.” ¡Un solo pez premiado quizás valga $40.000!
¿Qué sucede en una exhibición de koi? Generalmente, se alquila un enorme salón y se llena de estanques llanos. En cada uno de éstos se ponen diez peces que, al ojo inexperto, parecen idénticos, puesto que todos ellos son del mismo tamaño y de la misma variedad. Pero los jueces saben exactamente lo que están buscando y usualmente seleccionan solo un pez de cada grupo de diez como candidato para un premio.
Al igual que todas las carpas, los koi son peces resistentes. Si se cuidan bien, en muchos casos viven más tiempo que sus dueños, y los peces koi se han pasado de generación en generación como joyas de familia. ¡Hanako, carpa roja de un japonés que es experto en koi, cumplió, según se dice, 215 años de edad en 1968! La edad de Hanako se calculó según los anillos que tenía en las escamas, los cuales corresponden a las capas corticales de los árboles. Aunque Hanako no haya vivido realmente dos siglos, hay poca duda de que los koi frecuentemente viven más de cien años.
Es interesante reflexionar sobre el hecho de que la materia genética de los peces del “género” carpa tiene un potencial deslumbrante por lo que respecta al color y la belleza. Si a usted alguna vez le parece que es poco interesante y poco espectacular, recuerde que usted fue creado con un potencial que es mucho mayor que el de cualquier carpa. Tal como puede haber un bello koi dentro de una carpa, quizás usted también tenga algo hermoso por dentro que esté esperando ser expresado.