El observatorio nacional de Kitt Peak
SOBRE esta cima de las Montañas Quinlan, a unos noventa kilómetros al sudoeste de Tucson (Arizona, E.U.A.), se encuentra la mayor concentración de telescopios ópticos del mundo. Unos siete mil astrónomos de todo el mundo se disputan el privilegio de usar los diferentes telescopios tan solo unas cuantas noches al año. Todos los aparatos están disponibles para el uso de científicos calificados, pero solo por intervalos de tiempo limitados. A los astrónomos se les selecciona según el interés científico de los proyectos de investigación que propongan.
El observatorio nacional de Kitt Peak, ubicado a una altura de 2.100 metros, dispone de un total de veintidós telescopios, catorce para uso propio y otros ocho al cargo de universidades y otras agrupaciones. Hay cuatro tipos de telescopios: ópticos, infrarrojos, radiotelescopios y el telescopio solar más grande del mundo.
En Arizona, el Sol es el rey durante meses enteros, pero un atardecer de verano en Kitt Peak puede verse repentinamente destronado. Negros nubarrones se ciernen sobre las cumbres de las montañas. Amenazadores cúmulos de tormenta ascienden hasta alturas de trece kilómetros o más arremolinándose como si hirviesen. Los relámpagos cortan el cielo, el estallido del trueno se asemeja al de un enorme látigo y el cielo descarga una tromba de agua. Kitt Peak se encuentra en su temporada lluviosa. El impresionante espectáculo domina el cielo, y por algún tiempo empequeñece al de los telescopios.
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G. Ladd