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Durante siglos, España y el catolicismo han sido tan inseparables como la imagen de la Virgen y el niño. La triunfante visita papal a España en 1982, con una multitudinaria aclamación a Juan Pablo II al grito de Totus tuus (Todo tuyo), pareció confirmar la devoción del país a su religión tradicional.

No obstante, pasada la euforia, subsistieron una serie de contradicciones: algunas, con sus raíces en la historia, y otras, fruto de nuestro tiempo. Los siguientes artículos examinarán algunas de esas contradicciones junto con sus causas y sus repercusiones en la otrora todopoderosa Iglesia española.

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Agencia EFE