¿Estará presente en esta ocasión especial?
HACE más de tres mil quinientos años, los israelitas se encontraban esclavizados en Egipto y necesitaban con urgencia una liberación. Sin embargo, Faraón rehusaba dejar partir a sus esclavos. De modo que Jehová ordenó a los israelitas que matasen un cordero y salpicasen su sangre sobre las jambas y el dintel de la puerta de sus casas. Aquella misma noche Su ángel pasó por alto las casas sobre cuyas jambas se había salpicado la sangre, pero dio muerte a los primogénitos que había en las casas de todos los egipcios. Ante esto, Faraón dejó en libertad a los israelitas. Desde entonces, los judíos han venido celebrando este acontecimiento el día en que se cumple el aniversario de la ocasión en la que el ángel pasó por alto los hogares israelitas.
Andando el tiempo, Jesucristo apareció en la escena terrestre. Un día, Juan el Bautizante, tras haber bautizado a Jesús, le señaló y dijo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!”. (Juan 1:29.) Tal como la sangre del cordero pascual significó liberación para el primogénito israelita, del mismo modo la sangre derramada de Cristo puede liberar del pecado y la muerte.
Jesús instituyó una cena para conmemorar su muerte sacrificatoria. Pasó pan a sus fieles apóstoles y dijo: “Tomen, coman. Esto significa mi cuerpo”. Luego les dio una copa de vino y dijo: “Beban de ella, todos ustedes; porque esto significa mi ‘sangre del pacto’, que ha de ser derramada a favor de muchos para perdón de pecados”. También dijo: “Sigan haciendo esto en memoria de mí”. (Mateo 26:26-28; Lucas 22:19, 20.) Jesús quería que esa cena se convirtiese en una observancia anual de su muerte.
Los testigos de Jehová le invitan cordialmente a unirse a ellos para celebrar esta Conmemoración. Puede asistir al Salón del Reino más próximo a su hogar. Pregunte a los testigos de Jehová de su localidad la hora y el lugar exactos. La fecha de la celebración en 1992 será el viernes 17 de abril.