Un mundo no cristiano
“Parece que la iglesia cristiana ha perdido . . . la capacidad para hablar de sus creencias de una manera que debería transmitir la impresión de algo verdadero y vivo. El lenguaje de los teólogos parece haberse hecho tan artificial, tan egocéntrico y tan alejado de la vida verdadera que uno sólo puede soñar con los tiempos en que la teología llevaba la delantera en las universidades y era la influencia más formativa en la vida intelectual de las naciones occidentales . . . . Nosotros vivimos, considerando todo propósito práctico, en un mundo no cristiano . . . . La mentalidad del hombre moderno está matizada por un ateísmo que prevalece sobre todo, no un antiateísmo. Simplemente ya no hay lugar para el concepto de Dios y, por lo tanto, no lo hay para la fe cristiana.”—Hanns Lilje, obispo luterano de Hanóver, tal como lo citó el Times de Nueva York.