Textos diarios para mayo
16 No hallaremos en este Daniel absolutamente ningún pretexto, salvo que tengamos que hallarlo contra él en la ley de su Dios.—Dan. 6:5. A 15/5/63 38, 39
17 “Abrahán puso fe en Jehová, y se le contó por justicia,” y se le llegó a llamar “amigo de Jehová.”—Sant. 2:23. A 15/7/62 5-7a
18 Judá, tus hermanos te loarán.—Gén. 49:8. A 1/11/62 56, 57
19 Es necesario que prestemos más que la acostumbrada atención a las cosas que nosotros escuchamos, para que nunca nos deslicemos.—Heb. 2:1. A 1/2/63 10
20 Hay . . . razón apremiante para que ustedes estén en sujeción, . . . por causa de su conciencia.—Rom. 13:5.
21 El que me ha visto a mí ha visto al Padre también.—Juan 14:9. A 15/3/63 25, 26
22 Si ves alguna opresión del que tiene pocos recursos y el arrebatamiento violento del juicio y de la justicia en un distrito jurisdiccional, no te sorprendas por el asunto, pues uno que es más alto que el alto está vigilando, y hay quienes están muy por encima de ellos.—Ecl. 5:8. A 15/5/63 12, 13
23 Granjéense amigos por medio de las riquezas injustas, para que, cuando las tales fracasen, ellos los reciban a ustedes en los lugares de habitación eternos.—Luc. 16:9. A 15/7/62 17
24 Estén . . . los esclavos . . . exhibiendo buena fidelidad por completo, a fin de que adornen la enseñanza de nuestro Salvador, Dios, en todas las cosas. Pues la bondad inmerecida de Dios . . . se ha manifestado.—Tito 2:9-11. A 1/5/63 33, 34
25 Yo y el Padre somos uno.—Juan 10:30. A 1/3/63 67, 68
26 Dios, que hace mucho habló . . . a nuestros antepasados por medio de los profetas, al fin de estos días nos ha hablado por medio de un Hijo, a quien él ha nombrado heredero de todas las cosas.—Heb. 1:1, 2. A 1/2/63 15, 16
27 El dragón le dio a la bestia su poder y su trono y grande autoridad.—Apo. 13:2. A 15/5/63 16, 17
28 Nadie puede ser esclavo de dos amos: porque u odiará al uno y amará al otro, o se adherirá al uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden ser esclavos de Dios y de las Riquezas.—Mat. 6:24. A 1/1/63 16, 17
29 Te arrojarán al suelo a ti [Jerusalén] y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra.—Luc. 19:44. A 1/5/63 5, 6
30 Mantengan excelente su conducta entre las naciones.—1 Ped. 2:12. A 1/5/63 7a
31 Nadie malo puede morar por tiempo alguno contigo.—Sal. 5:4. A 15/7/62 1, 3a
Explicación para el encuentro del comentario sobre estos textos: Los números a continuación de la fecha de la Atalaya se refieren a los párrafos en el primer artículo del estudio. Cuando hay una “a” después del número del párrafo, el comentario se hallará en el segundo artículo del estudio; cuando se muestra una “b,” se refiere al tercer artículo del estudio.