Preguntas de los lectores
● Según Levítico 25:11, 12, los israelitas no habían de “sembrar semilla ni segar lo que en la tierra crezca de los granos caídos” durante el año del Jubileo, pero podían “comer lo que la tierra produce.” ¿Cómo se resuelve esta aparente inconsistencia?—A. K., EE. UU.
Los estatutos para el Jubileo eran muy parecidos a los del año séptimo sabático corriente. Jehová prometió bendecir la cosecha en el sexto año de modo que los israelitas tuvieran suficiente alimento almacenado para durarles hasta la cosecha de la siembra hecha en el año octavo. (Lev. 25:20-22) Cuando la tierra se dejara sin cultivar produciría algún grano de los granos caídos en la cosecha anterior. Durante los años sabáticos del Jubileo los agricultores habrían de comer de lo que hubieran almacenado, y no segar y poner en sus almacenes lo que creciera de los granos caídos. Eso se había de dejar en el campo.
No obstante, en la Ley se había hecho una provisión amorosa que permitía que los afligidos del país recogieran lo que quedara en los campos después de una cosecha normal. (Lev. 19:9, 10; Rut 2:2, 3) Pero, ¿qué habían de hacer los pobres y los residentes forasteros durante el año séptimo sabático y el Jubileo? Entonces ellos podían recoger en los campos lo que creciera del grano que hubiera caído durante la última cosecha. (Lev. 25:12; Exo. 23:11) Así, aunque no habría cosecha durante el Jubileo, la ley de Jehová hacía provisiones para tanto el agricultor que almacenaba el alimento como los pobres que vivían directamente de lo que ofrecía el terreno.