¿Qué cuenta en verdad?
Cuando los administradores de negocio dejan que al escoger personal domine en ellos la influencia de relaciones que han tenido anteriormente con alguien en la escuela, ¿qué efecto tiene esto en otros trabajadores? Citando las declaraciones del Dr. Harry Levinson, presidente del Instituto Levinson, de Cambridge, Massachusetts, la publicación “Industry Week” declara: “Otros empleados saben que el sistema de los ‘amiguitos’ está allí, y el mensaje subyacente que reciben es que el mérito, la competencia y la lealtad no cuentan mucho.”
Según el sicólogo Levinson, estos sistemas suelen socavar la moral. Por eso, su recomendación es que los administradores revisen sus organizaciones para asegurarse de que no tienen arreglos de esa índole.
La Biblia reconoce que entre los seres humanos imperfectos “no tienen los veloces la carrera, . . . ni aun los que tienen conocimiento tienen el favor.” (Ecl. 9:11) Sin embargo, los verdaderos cristianos tienen que resistir el favoritismo, porque se condena en la Escritura. “Si continúan mostrando favoritismo,” escribió el discípulo Santiago, “están obrando un pecado.” (Sant. 2:9) Por eso, dentro de la congregación cristiana, los privilegios y las responsabilidades se dan a los individuos según sus calificaciones espirituales, bajo la influencia del espíritu santo de Dios y en armonía con oraciones sinceras por guía divina.—Hech. 6:1-6; 20:28; 1 Tim. 3:1-13.