Jehová... una torre fuerte
LA SALVACIÓN viene de confiar en Jehová, según lo muestra la experiencia que tuvieron dos hermanas carnales del sureste de Francia. Una de ellas relata lo siguiente:
“Eran las 12:30 de la madrugada, y las dos estábamos durmiendo tranquilamente. De repente nos despertó un ruido poco usual procedente de la cocina, y luego se presentó un hombre a la entrada. Sobrecogida de terror, mi hermana gritó: ‘¡Jehová, Jehová, por favor, ayúdanos!’ Ante estas palabras, el hombre nos mandó callar a la vez que nos amenazaba con un cuchillo y una escofina. Gracias a Jehová, recobramos la calma y nos vestimos.
“El intruso había trepado hasta llegar a nuestro balcón en el sexto piso y se había cortado la mano al quebrar la ventana de la cocina para entrar. De modo que atendí a su cortadura y preparé algo de comer e hice café para ayudarle a vencer los efectos que le quedaban del alcohol. Además, le hablé de Jehová y le mostré que tenemos que confiar en Él. Él contestó que no conocía a Jehová, y hasta insultó el nombre de Jehová. Mientras él miraba, mi hermana leía la Biblia y yo oraba en silencio. Parece que tal demostración de calma lo irritó, de modo que tomó un pedazo de cristal roto de la ventana, lo sostuvo contra el cuello de mi hermana a la vez que mantenía el cuchillo en la nuca de ella, y declaró: ‘¡Solo un poco de presión y la sangre correrá!’ Yo me levanté de un salto y dije con voz clara: ‘Usted no nos puede asustar, porque tenemos a Jehová que puede sostenernos y librarnos. Aunque usted nos mate, tenemos la esperanza de la resurrección.’ Turbado por estas palabras, desistió.
“Era alrededor de las 2:45 de la mañana cuando dijo que iba a irse, y yo lo acompañé a la puerta. Al salir, dijo: ‘Está bien. Ya comprendo. Jehová es más fuerte que yo.’ Después de cerrar la contraventana de la cocina, hicimos una oración de gratitud a Jehová nuestro Dios, que no nos había abandonado.”—Proverbios 18:10.