El amor cristiano: más que meras palabras
CUANDO un incendio redujo a cenizas su hogar, en Trinidad, la familia Bartholomew lo perdió todo, menos la vida. Una parienta que vivía cerca les dio alojamiento, pero el asunto no terminó así.
Olive Bartholomew es testigo de Jehová, y los miembros de la congregación donde sirve, así como otros Testigos de las zonas vecinas, empezaron a hacer contribuciones para reconstruir la casa que ella y su familia habían perdido. Se asignó a un comité para supervisar la reconstrucción, y comenzaron las obras. Participaron como veinte Testigos y algunos vecinos. Hasta los jóvenes ayudaron, y otros estaban disponibles para ofrecer refrescos.
“Mi familia está asombrada —dice Olive, según informa el Sunday Guardian de Trinidad—. Ellos no son Testigos, y mi marido aún está sorprendido por lo que está sucediendo.”
Resumiendo la labor que se está realizando, el coordinador de la construcción recalcó que tales actos son características que identifican el cristianismo verdadero. “No solo vamos de casa en casa hablando de amor —dijo—. Procuramos practicar lo que predicamos.” (Juan 13:34, 35.)
[Ilustración de la página 32]
Olive Bartholomew con su esposo