Presentando las buenas nuevas... con ilustraciones
1 “Todas estas cosas habló Jesús a las muchedumbres por ilustraciones.” (Mat. 13:34) Jesús apreciaba el valor de las ilustraciones. Las ilustraciones pueden atraer la atención del oyente y despertar sus facultades de pensar. Y lo que es igualmente importante para nosotros al presentar las buenas nuevas, pueden conmover las emociones y ayudarnos a llegar al corazón.
2 Algunas ilustraciones son verbales; otras son verdaderos cuadros o láminas. ¿Ha tenido usted una oportunidad de usar ilustraciones en el servicio del campo? A medida que lo haga, verá que son un modo excelente de enseñar las verdades bíblicas a su amo de casa.
3 Las ilustraciones verbales pueden ser de muchas formas. Uno puede usar analogías, comparaciones, experiencias personales, ejemplos y así por el estilo. Pueden basarse en las ocupaciones de la gente del territorio, artículos del hogar, o en obras de los hombres como casas, barcos, etc. Jesús fue un maestro en su uso de ilustraciones. Ayudó a la gente a captar el punto. Por ejemplo, después de repasar con un hombre los dos mandamientos más grandes, se le preguntó a Jesús: “¿Quién verdaderamente es mi prójimo?” ¿Qué hubiera dicho usted? Jesús usó una ilustración para dar la respuesta, y, según muestra Lucas 10:36, 37, el hombre captó el punto.
4 Las ilustraciones en la forma de cuadros o láminas también pueden ser muy eficaces. ¿Sabe usted que tiene a su disposición una fuente de ilustraciones útiles para su servicio del campo? ¿Dónde? En las publicaciones de la Sociedad. Considere por ejemplo la ilustración de la página 8 en la ¡Despertad! del 8 de diciembre de 1977. ¿No ayudaría esta ilustración al amo de casa a comprender la manera de encontrar la felicidad genuina? O, ¿no ayudaría la ilustración de las páginas 104 y 105 del libro “Buenas nuevas” a la gente sincera a apreciar que la creencia en un infierno ardiente es de origen pagano?
5 Las ilustraciones pueden usarse eficazmente al colocar libros, obtener suscripciones, o al sencillamente hablar con la gente. Un superintendente viajante le presentó la suscripción a La Atalaya a una señora y el resultado fue que ella le dijo que no estaba interesada. El hermano, preparado para tal respuesta, llamó la atención a una ilustración de la revista, y tomó el tiempo para explicar su significado a medida que el ama de casa meditaba sobre ella. La señora se suscribió. ¿Por qué? La conversación inicial no había captado su atención de un modo favorable, pero el uso de una ilustración llegó a su corazón y ella “vio” el valor de lo que se consideró.
6 El usar eficazmente las ilustraciones verbales o las ilustraciones que la Sociedad provee en sus publicaciones puede resultar en que personas de corazón honrado hoy día ‘capten el sentido’ del mensaje bíblico, tal como lo hicieron las personas honradas del día de Jesús.—Mat. 13:51-53.