BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • km 8/75 págs. 3-6
  • A todos los cuerpos de ancianos

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • A todos los cuerpos de ancianos
  • Ministerio del Reino 1975
  • Información relacionada
  • Un “cuerpo de ancianos” con presidencia por turno
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1972
  • Ancianos nombrados para pastorear el rebaño de Dios
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1972
  • Para la atención de los ancianos
    Ministerio del Reino 1973
  • Nuevos arreglos para la organización de congregación
    Nuestro Servicio del Reino 1977
Ver más
Ministerio del Reino 1975
km 8/75 págs. 3-6

A todos los cuerpos de ancianos

1 de agosto de 1975

Estimados hermanos:

Ya por aproximadamente tres años ha habido una alternación o cambio por turno de ancianos y podemos ver la bendición de Jehová sobre este arreglo. Sin embargo han surgido algunas preguntas, y nos complace compartir con ustedes algunas observaciones y pautas que esperamos que le sean muy útiles. Sería provechoso que cada anciano lea esta correspondencia cuidadosamente y tome nota de cualesquier preguntas que tenga sobre ella; éstas pueden considerarse en cualquier tiempo apropiado durante su reunión de ancianos.

Preparándose para la reunión anual de alrededor del 1 de septiembre

Una vez al año, alrededor del 1 de septiembre, los que ya son ancianos nombrados deben considerar con oración si hay otros hermanos que ahora satisfacen los requisitos para llegar a ser ancianos o siervos ministeriales. El avalúo de estos hermanos no debe basarse en puntos de vista personales, sino en la Palabra de Dios. Se recomienda que algún tiempo antes de esta reunión anual cada anciano lea y considere con oración los requisitos para ancianos y siervos ministeriales que se describen en 1 Timoteo 3:1-10, 12, 13; Tito 1:5-9; 1 Pedro 5:1-5. Además, antes de la reunión de ancianos sería provechoso el volver a leer el artículo “¿Satisface usted los requisitos para responsabilidad de congregación?” en La Atalaya del 15 de diciembre de 1973, págs. 757-761, y las páginas 58 a 62 del libro Organización.

Determinando quiénes deben ser recomendados para ser nombrados como ancianos y siervos ministeriales

Cuando el cuerpo de ancianos se reúne, debe ofrecerse oración, buscando la dirección de Jehová para que todo lo que se haga esté en plena armonía con Su voluntad. Los que se recomienden como ancianos y siervos ministeriales deben ser considerados a la luz de los requisitos bíblicos. Los siervos ministeriales deben tener por lo menos 20 años de edad al tiempo de hacer la recomendación y deben haber estado bautizados por lo menos por un año.—orS, págs. 60, 61; compare con Esdras 3:8.

Algunos han preguntado si hay una edad específica en la cual uno puede ser recomendado como anciano. No se ha estipulado ninguna edad específica, pero ciertamente la persona recomendada debe tener suficientes antecedentes y experiencia para ser considerada y respetada como un “anciano.” ¿Se dirigirían los publicadores a esta persona si tuvieran dificultades serias? ¿Tiene él suficiente edad para tener la experiencia que se necesita en la vida para poder dar consejo apropiado y eficaz en cuanto a problemas de familia graves u otros aspectos serios de la vida? Sería muy extraordinario el que un hermano que tuviera solo poco más de 20 años de edad pudiera tener estos antecedentes y la experiencia que se necesitan para ser anciano. Si se recomienda a éstos, entonces suminístrennos las razones por las cuales califican. Si el cuerpo de ancianos sinceramente tiene dudas, sería aconsejable esperar otro año o más. Mientras tanto, se pueden extender privilegios de servicio al siervo ministerial que ha sido considerado para recomendarlo como anciano, en armonía con la información del material de “La caja de preguntas” del Ministerio del Reino de marzo de 1975. Nunca impongan las manos apresuradamente a hermanos que no muestren verdadero interés por el rebaño y un deseo genuino de servir a sus hermanos. (1 Tim. 5:22) La humildad y un amor abnegado son esenciales para que los ancianos suministren al rebaño lo que éste necesita. Recuerden, todos los requisitos bíblicos son importantes... ninguno debe tenerse en poco ni pasarse por alto. Si ustedes creen que hasta un grado razonable y con perseverancia razonable el individuo satisface los requisitos bíblicos para ser anciano o siervo ministerial, entonces hay base para recomendar su nombramiento.

Si hay hermanos que están dando evidencia de que están “haciendo esfuerzos” para aceptar responsabilidad pero aún no califican, sería apropiado encomiarlos por sus esfuerzos y decirles bondadosamente por qué todavía no satisfacen los requisitos. Esto puede hacerse sea que ellos inquieran en cuanto a sus calificaciones o no. Por medio de señalar francamente las cosas en las que ellos pueden trabajar u ofrecer consejo y estímulo apropiados, esas personas reconocerán que los ancianos se están interesando verdaderamente en ellas y probablemente se aplicarán con mayor diligencia con la meta de lograr más progreso. Por supuesto, siempre es provechoso darle al hermano oportunidad cabal de expresarse, escuchando atentamente lo que él dice. Si él presenta información que los ancianos no sabían, y esto cambia la situación, ellos pudieran decidir recomendarlo.

No es necesario someter a los siervos ministeriales y ancianos en perspectiva a una interrogación intensa delante del entero cuerpo de ancianos. Esto pudiera resultar en malas interpretaciones y sentimientos heridos. Si los ancianos no conocen a un hombre lo suficientemente bien como para recomendarlo sin un interrogatorio de esa índole, entonces deben asegurarse de observar su progreso dentro de la congregación, trabajar con él en el campo, asociarse con él de otras maneras, y así llegar a familiarizarse con el hermano. Entonces para septiembre el cuerpo de ancianos sabrá si éste satisface los requisitos o no para ser recomendado para privilegios adicionales.

Ancianos y siervos ministeriales recomendados para remoción

Si se va a recomendar que un hermano que ahora es anciano o siervo ministerial sea removido, el cuerpo de ancianos debe decirle el porqué, a fin de que él entienda claramente la situación. Si él no concuerda con la decisión del cuerpo de ancianos, se le debe informar que si lo desea puede escribir al cuerpo gobernante declarando por qué él no concuerda con la recomendación de su remoción. Su carta debe enviarse junto con la carta de los ancianos que recomienda la remoción. La carta de ellos debe ser firmada por el comité de servicio en nombre del cuerpo de ancianos. Si es necesario y aconsejable, el cuerpo gobernante hará arreglos para que un comité especial repase el caso. No se hará anuncio alguno de la remoción a la congregación hasta que el cuerpo gobernante decida el asunto; mientras tanto él puede continuar sirviendo. Por supuesto, si un anciano o siervo ministerial comete un mal grave que requiere censura pública o expulsión, debe ser removido. No tendrían que esperar a recibir la carta oficial de remoción del cuerpo gobernante para remover esos privilegios del individuo.—orS, pág. 164.

En casos excepcionales en los que la conducta de un anciano o siervo ministerial haga surgir dudas en cuanto a sus calificaciones para continuar sirviendo, los ancianos deben hacer todo lo que puedan para resolver el asunto en la localidad, tal vez obteniendo consejo apropiado de otros ancianos con experiencia. Si no pueden llegar a un acuerdo en cuanto a qué hacer, pueden escribir al cuerpo gobernante en busca de consejo.

Cuando el cuerpo de ancianos haya decidido qué recomendaciones hacer, esta información debe registrarse en los formularios suministrados, a saber, en los formularios S-2a-S, b y c. Las instrucciones para el uso de estos formularios se explican claramente en los formularios y deben seguirse cuidadosamente. Note que los nombres alistados son SOLAMENTE los de las personas que se recomiendan para nombramientos NUEVOS. Bajo “Remociones,” no aliste los nombres de aquellos que hayan sido removidos anteriormente.

Las recomendaciones para nombramientos nuevos de hermanos que no han servido anteriormente deben hacerse en septiembre. Cuando en otras ocasiones se formen nuevas congregaciones, se deben enviar las recomendaciones para cualquiera de las congregaciones envueltas. Antes de llenar una solicitud para una nueva congregación, sería bueno leer la información de la carta “Información para la congregación” (S-50-S), y satisfacer sus condiciones, la cual ustedes pueden solicitar de la oficina sucursal.

Alternación—orS, págs. 67, 68.

En la reunión de ancianos de septiembre el cuerpo de ancianos decidirá qué anciano servirá en cada posición de superintendencia durante el nuevo año de servicio. Si hay posiciones en las que algunos de los hermanos quizás no puedan servir según el patrón regular de la alternación, esas posiciones deben ser ocupadas por hermanos capacitados, y la decisión en cuanto a esto la hace el cuerpo de ancianos de la localidad. Cuando los ancianos de la localidad decidan las nuevas asignaciones éstas pueden ser anunciadas a la congregación. No es necesario esperar hasta que el cuerpo gobernante conteste, excepto cuando se hagan recomendaciones nuevas para ancianos o cuando hay recomendaciones de remociones pendientes. Pueden hacerse arreglos temporarios hasta que se reciban los nuevos nombramientos. Pero aun en el caso en que haya nuevas recomendaciones, los otros hermanos no deben abstenerse de emprender sus nuevas asignaciones. Esta alternación debe efectuarse a principios de septiembre, inmediatamente después que el cuerpo de ancianos fije los detalles. La alternación normal se explica en el párrafo 1 de la página 67 del libro Organización. En las páginas 68 y 69 se encuentra información adicional al respecto.

¿Qué sucede cuando se recomiendan nuevos ancianos? Al anciano recién nombrado se le nombra porque satisface los requisitos espirituales y por lo tanto debe poder encargarse de un puesto de superintendencia, y si es necesario, hasta tratar con asuntos judiciales. En circunstancias comunes, en las que ahora hay cinco ancianos y se recomienda a otro, el superintendente presidente que sale no ocuparía ninguna de las cinco posiciones principales durante el año siguiente. Ordinariamente él ocuparía su lugar en la alternación después de cualesquier nuevos nombrados. Sin embargo, el cuerpo de ancianos de la localidad tiene la responsabilidad de determinar en qué posición servirán los ancianos, tomando en consideración el arreglo de alternación.

Se han hecho algunas preguntas en cuanto a si es necesario que un anciano pueda servir en cada una de las cinco posiciones principales y esté dispuesto a hacerlo sin temor de ser descalificado. No, éste no sería el punto de vista correcto. Por ejemplo, un hermano pudiera ser un anciano excelente, capaz de brindar buen estímulo y consejo bíblico a un individuo o a individuos, pero debido a que no tiene afluencia en el idioma local quizás no se sienta capacitado para servir como superintendente de escuela o tal vez hasta como conductor del estudio de La Atalaya. Esto no lo descalificaría de tener otras responsabilidades o de servir en cualesquier posiciones en las que él crea que pueda servir año tras año. Los otros ancianos pueden estimularlo en el caso en que a ellos les parezca que él puede encargarse de ciertas responsabilidades, pero deben respetar sus sentimientos y su decisión personal.

Por lo general el cambio de deberes de un anciano a otro anciano debe ocurrir durante el mes de septiembre, aun cuando tal vez el nombrado a servir no haya ocupado un año completo en esa posición. En los casos en los cuales durante el año, por una razón u otra, un puesto queda vacante en una de las cinco posiciones principales, el cuerpo de ancianos puede asignar a cualquier anciano para servir de sustituto, ocupando el puesto hasta el fin del término.

No es necesario suministrarle a la oficina sucursal una nueva dirección de correspondencia para la congregación solo porque hay un nuevo superintendente presidente. Más bien, debe seguirse usando año tras año la dirección de correspondencia permanente determinada por el cuerpo de ancianos, a menos que haya una razón válida para un cambio.

Una transición sin asperezas a medida que comienza el nuevo año de servicio

Sería provechoso que el anciano que actualmente sirve en una posición en particular ayudara al anciano que lo va a reemplazar a aprender sus responsabilidades. Sería provechoso que los dos pasaran por lo menos una noche juntos tan pronto se decidieran los cambios por turno en la alternación, y después de eso tanto tiempo como sea necesario para familiarizar al anciano que está asumiendo la nueva responsabilidad con sus deberes. Esto será una bendición para los ancianos envueltos y para la congregación. Por ejemplo, el superintendente presidente puede familiarizar al hermano que va a reemplazarlo con el material en los archivos de la congregación. Puede considerar con él la condición financiera de la congregación y ayudarlo a familiarizarse con cualesquier deudas que tenga la congregación, si es que las tiene ya sea con la Sociedad o con individuos. Deben considerar cualquier correspondencia de la cual sea necesario encargarse con respecto a estas situaciones u otros asuntos, entre éstos, la reunión con los precursores regulares, la visita del superintendente de circuito, la asamblea de circuito, etc., a fin de que estos asuntos puedan ser atendidos apropiadamente. Esto también es cierto en cuanto a los problemas que el comité judicial esté tratando actualmente. Además, sería útil recordar al nuevo superintendente presidente que siempre debe identificar la congregación claramente en su correspondencia con la Sociedad.

Así mismo, los ancianos a cargo de ciertos departamentos a los que se acaba de asignar a siervos ministeriales, deben apartar tiempo para explicar a éstos sus deberes, contestar cualesquier preguntas que tengan y asegurarse de que los hermanos saben qué hacer. Por ejemplo, el superintendente del campo debe repasar los asuntos con los hermanos que se encargan del territorio y las revistas. Se debe ayudar al que se encarga de las cuentas de la congregación no solo a mantener un registro exacto, sino a ser muy cuidadoso al encargarse de los fondos. (2 Cor. 8:20) Algunos de los siervos ministeriales pueden ser cambiados de una asignación a otra, pero esto no es obligatorio. Si están haciendo bien su trabajo y se sienten cómodos en su asignación actual debido a la experiencia no es necesario hacer cambios. Tengan esto en cuenta y también lo que sea más provechoso para la congregación.—Vea orS, págs. 68, 69, también el artículo “Para la atención de los ancianos,” en el Ministerio del Reino de septiembre de 1973.

Llenando el informe anual

Para fines del año, aproximadamente el 1 de septiembre, el superintendente presidente debe escribir un informe significativo a la oficina sucursal, usando el formulario S-10-S. Este suministrará sus observaciones específicas en cuanto a la condición espiritual de la congregación, lo que se ha logrado durante el último año y lo que parece que será necesario atender en los meses venideros. Este informe debe leerse a los ancianos en su reunión a principios de septiembre antes de ser enviado a la oficina sucursal, y una copia debe retenerse en los archivos de la congregación. Sírvase volver a comprobar las cifras con el superintendente del campo, porque a menudo las cifras bajo la pregunta dos no se incluyen o se informan incorrectamente. Este es un análisis importante, de modo que sírvase suministrar información exacta. Si se necesita espacio adicional para proveer observaciones en respuesta a una de las preguntas, sírvase usar espacio adicional en el formulario o en una página adicional para que pueda suministrarse un informe significativo, que aunque breve, sea directo y a propósito. Se acusará recibo de este informe a su debido tiempo.

Cómo obtener ancianos de congregaciones cercanas, si se necesitan

Algunos superintendentes de circuito observan que una congregación tiene muchos ancianos mientras que otra necesita ayuda de ancianos. El superintendente de circuito puede dar a conocer la necesidad a la congregación en la que hay muchos ancianos, pero entonces le toca al cuerpo de ancianos el considerar sus propias necesidades para poderse encargar de sus actividades de congregación. Si creen que no causará dificultades en su congregación el que un anciano trabaje con una congregación cercana que tiene verdadera necesidad de ancianos, pueden considerar el asunto entre ellos mismos para ver si alguno de ellos desea viajar a la congregación cercana.

Cualquier anciano que esté considerando hacer un cambio de esa clase debe tomar en cuenta lo que esto significará para él y para su familia tanto física, como espiritualmente, y en otros asuntos relacionados.

Si, después de tal consideración de los asuntos, se encuentra a alguien disponible para servir en una congregación cercana, el superintendente presidente puede comunicarse con la congregación cercana para dejarles saber que hay un anciano que está dispuesto a servir con ellos con regularidad. Al recibir esa información, si los ancianos representantes de la congregación cercana desean entrevistarse con el anciano disponible, pueden hacerlo. Entonces, si desean que él sirva con ellos, deben enviar su recomendación al cuerpo gobernante explicando que los ajustes que se recomiendan en la carta tienen la aprobación de la otra congregación. Cuando esto sea aprobado, el anciano puede servir en la congregación y su nombre será removido de la lista de ancianos de su anterior congregación. (Ministerio del Reino de abril de 1973.) Estos cambios pueden hacerse en cualquier tiempo del año en que se necesiten.

Qué debe hacerse cuando los ancianos o siervos ministeriales se mudan

El cuerpo de ancianos de la congregación a la cual el anciano se ha mudado puede hacer una indagación por escrito al entero cuerpo de ancianos donde él estaba nombrado y había servido. Cuando el anterior cuerpo de ancianos hace una recomendación favorable del hermano, entonces el segundo cuerpo de ancianos debe declarar ese hecho al recomendarlo al cuerpo gobernante, y también identificar la congregación con la que él servía anteriormente. Pero deben esperar el nombramiento antes de usar al hermano como anciano o siervo ministerial en su nueva congregación.

¿Qué puede hacerse si el anterior cuerpo de ancianos no suministra una recomendación favorable? Sería aconsejable obtener la información cabal en cuanto a sus razones. Considere éstas con el hermano. Si se concuerda en que él no califica, entonces no sería aconsejable recomendarlo. Sin embargo, si se le recomienda a pesar del informe desfavorable del cuerpo de ancianos anterior ustedes pueden enviar sus observaciones y recomendación junto con la carta del cuerpo de ancianos anterior para que el cuerpo gobernante tome la decisión.

En cada caso en el que un anciano o un siervo ministerial nombrado se muera o se mude, debe notificarse al cuerpo gobernante, y el comité de servicio debe firmar la carta en nombre del cuerpo de ancianos. Si conocen la ubicación a la cual se ha mudado el hermano, sírvanse informar esto a la oficina sucursal. Si el hermano estaba sirviendo en el comité, notifiquen a la oficina sucursal el nombre y la dirección del hermano que lo reemplazará. En todo tiempo debemos tener una información completa con respecto a quiénes están sirviendo en el comité de servicio. Sírvanse repasar la información en el artículo “¿Qué debe hacerse?” del Ministerio del Reino de agosto de 1973.

Recomendando a los que han sido previamente censurados o expulsados

Puede que ustedes deseen repasar las páginas 174 y 175 del libro Organización.

En cuanto al que ha sido censurado, mucho depende de si la censura fue privada o pública. Si se le dio censura privada, pudiera recomendarse al hombre después que hayan pasado algunos meses. Sin embargo, si se le dio una censura pública, el asunto es más grave, así es que el cuerpo de ancianos debe asegurarse de que el hermano de nuevo tiene una buena reputación en la congregación, que tiene el respeto y la confianza de la congregación. En tales casos, los ancianos deben suministrar al cuerpo gobernante información adicional, de modo que el cuadro sea bien claro y se pueda hacer la decisión correcta.

Con respecto al que ha sido restablecido y está siendo considerado para privilegios adicionales, sin duda él debe haber hecho ‘olvidar con su vida’ el oprobio que trajo sobre sí mismo por su mala acción, haciendo esto por medio de edificar un registro convincente de justicia que sirva para compensar por el efecto del mal pasado. Esto pudiera envolver solamente unos cuantos años, pero es posible que se necesiten muchos años para hacer esto, dependiendo de cuán notoria haya sido la naturaleza de su maldad. En todo caso, la persona restablecida debe recomendarse primero como siervo ministerial.

Observaciones y recomendaciones para todos los ancianos

Jehová ciertamente nos ha dado a cada uno de nosotros un depósito y un privilegio maravillosos, así como una gran responsabilidad. (Sant. 3:1) Es bueno aceptar humildemente este, depósito desarrollando cada vez más espiritualidad en nuestra vida. Esto, por supuesto, exige estudio constante, oración incesante a Jehová y reconocimiento humilde de nuestras propias imperfecciones y pecados, reconociendo cuánto necesitamos a Jehová, nuestro Padre Celestial, y a Cristo, el cabeza nombrado de la congregación cristiana.

Si los superintendentes se descuidaran o no prestaran atención a sí mismos o al rebaño, pueden imaginarse lo que pudiera suceder. Pudieran desarrollarse graves problemas, tal vez fricción o disensión que hasta pudiera afectar al cuerpo de ancianos, lo cual resultaría en una falta de acción decisiva de parte de ellos al tratar con la maldad. (1 Sam. 2:12-17, 27-30) Los superintendentes que estén alerta y sean vigilantes espiritualmente pueden dar pasos para evitar que nunca llegue a desarrollarse una situación de esa índole. No permiten que los sentimientos personales influyan en su juicio de modo que retengan de un hermano sus privilegios. Ni tampoco permiten que esos sentimientos interfieran con el que ellos recomienden la remoción de un hermano en el caso en que haya base bíblica para tal acción.—1 Tim. 5:21.

Cuando el superintendente de circuito visite la congregación, y vea evidencia sólida de cualquier problema de esta índole, él no debe retraerse tímidamente de expresarse, sino debe declarar todo el consejo de Dios. Al hacer eso no está tratando de ‘apoderarse’ de la dirección de la congregación, ni siquiera de las reuniones de ancianos a las que él asiste, ni tampoco ‘decide en contra o revoca’ la decisión de los ancianos. Pero debe expresarse concienzudamente y esforzarse por ayudar a los ancianos a aplicar el consejo de la Palabra de Dios en los casos en que la necesidad de esto sea evidente. (Hech. 20:26, 27; 2 Tim. 1:6, 7; 4:2) Al informar en cuanto a cualquiera de estos asuntos a la oficina sucursal, él declarará los asuntos clara e imparcialmente.—orS, pág. 85, pár. 3.

Ciertamente todos apreciamos que las congregaciones no son autónomas... están directamente enlazadas con el “esclavo fiel y discreto” y todos nosotros estamos trabajando bajo la jefatura de Cristo. Por esta razón, sería provechoso repasar de vez en cuando los artículos: “¿Se somete usted a la jefatura de Cristo hoy?” y “Cómo la jefatura celestial dirige a una congregación terrestre” de las Atalayas del 15 de febrero y 1 de junio de 1973. Estos dos artículos contienen consejo excelente para ayudar a cada anciano a ver la necesidad vital de acceder a la jefatura de Cristo y otorgar a cada uno de sus compañeros ancianos la dignidad que éste merece. (Rom. 12:10; Fili. 2:3) Si nos consideramos los unos a los otros con la estimación debida y reconocemos humildemente que lo que es importante es que el entero cuerpo de ancianos obre en armonía con la Palabra de Dios, y no lo que hacen uno o dos ancianos, entonces el cuerpo de ancianos funcionará tal como Jehová desea que funcione, a saber, con amor.—Vea los artículos “Consejeros que despliegan ‘apacibilidad que pertenece a la sabiduría’” en La Atalaya del 15 de enero de 1974 (págs. 61-63); “¿Halla la gente que usted es ‘de genio apacible y humilde de corazón’?” en La Atalaya del 15 de julio de 1974; y “Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros” en La Atalaya del 1 de noviembre de 1973.

Los ancianos deben apreciar que hasta ellos mismos pueden tener problemas entre sí debido a las imperfecciones humanas, pero que la cualidad del afectuoso amor cristiano siempre debe tender a cubrir las imperfecciones de los unos para con los otros. (1 Ped. 4:8) Es excelente guardar este depósito, cooperar, no pensar más de nosotros de lo que debemos y ayudarnos constantemente los unos a los otros a cumplir nuestras responsabilidades ante Jehová. Si cooperamos pacífica y armoniosamente para el beneficio de la congregación, ciertamente Jehová nos bendecirá a nosotros y a nuestra obra, todo para Su alabanza.

Sírvanse contar con nuestro afectuoso amor cristiano y mejores deseos para cada uno de ustedes.

CUERPO GOBERNANTE DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

(Cada individuo que recibe un ejemplar del Ministerio del Reino debe recibir este suplemento. Los animamos a todos, especialmente a los ancianos, a leerlo cuidadosamente. Pero no se considerará en el programa de las reuniones de servicio.)

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir