Padres, ayuden a su familia
Además de tener un estudio con alguien del público, se anima a los padres a tener un estudio regular de familia, en cumplimiento de sus obligaciones bíblicas. (Efe. 6:4) Es bueno que el esposo y la esposa estudien juntos, aun si no tienen hijos. La publicación que usen depende de la situación de la familia en particular. Muchas familias siguen el programa de la familia de Betel por todo el mundo, celebrando un estudio los lunes por la noche. Sería excelente que los cabezas de familia hicieran que el estudio fuera provechoso para todos en el círculo familiar. Todos nosotros, incluso los más jóvenes de edad escolar, necesitamos espiritualidad a fin de tener claro en mente el proceder que le agrada a Jehová y por consiguiente, tener la firmeza para seguirlo a cabalidad.
Al estudiar con su familia, usted desea edificar el amor a Dios en el corazón de ellos. Ayúdelos a apreciar la benignidad, bondad y generosidad de Dios. Al darle énfasis a lo debido —a la bondad y misericordia de Dios— su familia puede aprender a esperar en Dios y a orarle confiadamente, con ese amor perfecto que “echa fuera el temor.”—1 Juan 4:17, 18.