La caja de preguntas
● ¿Es apropiado hacer circular entre los hermanos información de origen privado sobre servicios médicos o de asesoramiento?
Con relación a la conducta cristiana, el apóstol Pablo escribió que ‘la congregación es columna y apoyo de la verdad’. (1 Tim. 3:15.) Por eso, la congregación no debe usarse como medio para distribuir información de origen privado, sea por medio de reuniones organizadas especialmente con ese propósito en el Salón del Reino o en otro lugar, en forma de impresos, cintas magnetofónicas o de video.
Las revistas La Atalaya y ¡Despertad! han ofrecido información y consejo excelentes sobre problemas médicos y sobre cómo cumplir con la ley de Dios con relación a la sangre. También han publicado artículos que presentan el punto de vista equilibrado de la Biblia sobre los temores, la depresión y otros problemas emocionales. Estos artículos se han publicado para informar. Pero no respaldan ciertos tipos de diagnósticos, terapias, médicos, consejeros ni centros de tratamiento, pues en estos asuntos deben tomarse decisiones personales. (Véase w82-S 15/9 págs. 22-29.)
Puesto que hay muchos testigos de Jehová, algunas personas, e incluso hermanos, han tratado de promover sus negocios y puntos de vista por medio de producir artículos, folletos y grabaciones dirigidos a los miembros de la organización. Estos tal vez traten sobre temas que interesan o preocupan a ciertas personas; pero ¿por qué se hace circular esta información? Para conseguir clientela y atraer compradores. Aun si algunos de estos artículos se distribuyen sin interés comercial, bien pudieran contener puntos de vista personales expresados en ‘lenguaje teocrático’, junto con citas bíblicas. Sea que hayan sido preparados por un Testigo o no, puede que esos puntos de vista no estén en armonía con la Biblia y el consejo bíblico que dan los ancianos, sino que se basen en filosofías o en las cosas elementales del mundo. (Col. 2:8; 1 Tim. 6:20.)
Han surgido problemas y confusión debido a que algunos hermanos y hermanas, inocentemente, han hecho circular esta clase de información de origen privado. Todos nosotros, y en especial los ancianos, que trabajan en armonía con la clase del “esclavo fiel y discreto” y a quienes se acude por guía, debemos evitar el contribuir a tales dificultades. Tampoco debemos promover los negocios o ideas y filosofías de alguien mediante hacer circular tal información entre los hermanos. (Véase km-S 8/77 pág. 3.)