“Ven, sé mi seguidor”
1. ¿Qué oportunidad nos dará el Estudio Bíblico de la Congregación en los próximos meses?
1 Los cuatro Evangelios pintan un cuadro detallado del Hijo de Dios al relatar su vida en la Tierra. Y puesto que se espera que “siga[mos] sus pasos con sumo cuidado y atención”, de seguro vamos a prepararnos bien y poner mucha atención en el Estudio Bíblico de la Congregación a partir de la semana del 1 de marzo, cuando empezaremos a estudiar el libro “Ven, sé mi seguidor” (1 Ped. 2:21; Mar. 10:21). Sobre todo nos fijaremos en los aspectos que nos dan ánimos para el ministerio.
2. ¿Cómo puede beneficiarnos el ejemplo de aguante de Jesús?
2 El ejemplo de Jesús. ¿Qué siente cuando encuentra una respuesta negativa al predicar de casa en casa? Quizás le vengan a la mente estas palabras de Jesús: “Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán” (Juan 15:20). Claro que no toda respuesta negativa es una forma de persecución. Pero aunque Jesús sí sufrió toda suerte de pruebas, pudo soportarlas gracias al gozo prometido. Del mismo modo, si nosotros nos concentramos en la sonrisa de aprobación de Jehová y la recompensa a nuestra fidelidad, también obtendremos fuerzas para no rendirnos ni desanimarnos (Heb. 12:2, 3; Pro. 27:11). Si perseveramos en el ministerio, contaremos con el apoyo seguro de Cristo Jesús (Mat. 28:20).
3. ¿Cómo podemos imitar el punto de vista de Jesús sobre el ministerio?
3 “Para esto fui enviado.” La predicación del Reino ocupó el primer lugar en la vida de Jesús (Luc. 4:43). Él dio todo de sí mismo en el ministerio. Porque lo consideró urgente, siempre buscó oportunidades de hablar del Reino. Ahora bien, nosotros somos sus seguidores. ¿Adónde nos llevan sus pasos? En nuestro vivir cotidiano, ¿hay personas a quienes podamos comunicarles las buenas nuevas? Que el amor de Cristo nos impulse a difundir las buenas nuevas al máximo de nuestras capacidades (2 Cor. 5:14).
4. ¿De qué maneras podemos mejorar la calidad de nuestro ministerio?
4 “Jamás ha hablado otro hombre así.” La manera de enseñar de Jesús dejaba a todos boquiabiertos (Juan 7:46; Mat. 7:28, 29). ¿Por qué? ¿En qué era diferente de otros maestros? Amaba las verdades que enseñaba, amaba a la gente a la que enseñaba y se valía de distintos métodos docentes. Al imitar al Gran Maestro, nosotros podemos mejorar la calidad de nuestro ministerio (Luc. 6:40).
5. ¿Cuál debe ser nuestra meta al estudiar el libro “Ven, sé mi seguidor”?
5 Lo que hemos visto hasta ahora son solo unas cuantas de las gemas que guarda la vida de Jesús. ¿Qué otros tesoros puede usted hallar? Al examinar los detalles durante el Estudio Bíblico de la Congregación, póngase la meta de “conocer el amor del Cristo” imitando sus palabras y hechos (Efe. 3:19).