Plante un jardín en una botella
¿Tiene usted una botella bonita que sencillamente no quiere tirar? ¿Quiere dar vida a un antepecho o a un rincón soleado? Entonces pruebe el plantar un ‘jardín en una botella.’
El jardín en una botella es un arreglo de plantas que solo necesitan agua, y por eso se pueden cultivar fácilmente en botellas. La clave para que estos jardines caseros en miniatura sean atractivos es la variedad. Entre las muchas plantas que crecen en agua están: los geranios, la peperomia, la hiedra, cierta variedad de begonia, el hibisco, el coleo y las impatiens. En cuanto a recipientes, la variedad es infinita. Tarros, jarrones, peceras, botellas de bebidas, todas se prestan al uso imaginativo.
Después de limpiar cuidadosamente los recipientes, llene cada uno con agua fresca. Luego, corte el tallo de cada planta justamente por debajo del nudo más bajo (el punto donde se origina la hoja que está más abajo). Remueva del tallo las hojas secas y también cualesquier hojas que estén sumergidas en el agua. A medida que coloca las plantas en los recipientes, asegúrese de ordenarlas holgadamente.
Uno de los gozos del jardín en botella es el cuidado mínimo que requiere. Si ve que el nivel de agua en la botella ha descendido, puede echarle más agua. En muchos climas es necesario cambiar mensualmente el agua para impedir que crezcan algas.
Las humildes botellas, hojas y enredaderas pueden combinarse para dar viveza y colorido a una habitación. Además sirven como refrescante recordatorio del Creador de “toda planta verde,” la “hierba verde” de la Tierra.—Génesis 1:30, 11-12, Valera, revisión de 1977.