África... una batalla por la mente de los hombres
“Los negros poseen algunas cualidades admirables. Raras veces son injustos . . . Hay completa seguridad en su país. Ni viajante ni habitante tienen nada que temer a los ladrones.”
Así escribió el trotamundos Ibn Batuta quien visitó África Occidental hace más de 600 años. Esos comentarios eran acerca de los africanos negros que vivían en parte del gran Imperio de Malí, gobernado por el rey Mansa Mussa.
¡Qué agradable sería si las condiciones que él informó en cuanto a justicia y seguridad pudieran existir hoy día, no solo en África, sino en todo el mundo! Es obvio que si tal relato era básicamente exacto, fuertes influencias deben haber afectado la mente de aquellos africanos.
¿Sabe usted que este período de la historia africana, llamado la Edad de Oro, fue marcado por muchos desarrollos intelectuales entre los negros africanos? Una de las ciudades de este gran Imperio de Malí —Tombuctú— tuvo fama mundial como centro de aprendizaje, de logros mentales. El viajero e historiador del siglo XVI Leo Africano describió la ciudad durante su día de este modo:
“Hay en Tombuctú numerosos jueces, médicos y miembros del clero, y todos reciben buenos salarios del rey. Él respeta mucho a los hombres de saber. Hay una demanda de libros en forma de manuscrito, importados de Barbary (África del norte). Se obtiene más ganancia del comercio de libros que de cualquier otro ramo de negocios.”
Muchos creen que debido a esa instrucción y a los logros intelectuales se alcanzó el alto nivel de civilización y moralidad que se ha informado. Por consiguiente, muchas personas hoy día esperan que la educación seglar, o el llegar por medios intelectuales a la mente de los africanos resuelva algunos de los graves problemas que ahora plagan el África. ¡Así es que hay una batalla por llegar a la mente de los hombres en este llamado “Continente Negro”!
Graves problemas plagan el continente
La mayoría de los africanos bien informados concuerdan en que gran parte del continente se enfrenta a muchos problemas inquietantes. El espectacular progreso económico que se ha logrado en algunos lugares contrasta con la pobreza en que vive la vasta mayoría de la gente.
La delincuencia impera en una ciudad africana tras otra. Se informa que el pueblo de Soweto, en los suburbios de Johannesburgo, tiene “una delincuencia atroz. De hecho, hay pocas ciudades en el mundo, si es que las hay, que tengan una proporción de crímenes más alta que Soweto.” ¡En un mes se informaron allí 145 asesinatos!
Como en otras partes del mundo, la inflación, la falta de experiencia, la avaricia y la corrupción han dificultado el progreso. En un número especial acerca del África, la revista Ebony hizo notar que “400 millones de seres humanos . . . están haciendo guerra total contra la pobreza, la ignorancia, la enfermedad y el neocolonialismo.”
Los problemas del África... problemas del mundo
Ciertamente los problemas de la décima parte de la familia humana, alojada en una masa de tierra que es segunda en tamaño solo al Asia, ciertamente van a afectar la comunidad mundial. Esto es especialmente cierto en vista de que esta “masa de tierra” rebosa con vitales recursos naturales, incluso casi todos los yacimientos conocidos de oro, diamantes y cromita del mundo.
Después de Arabia Saudita, Nigeria es el país que más petróleo exporta a los Estados Unidos. En África se encuentran la tercera parte de las reservas del mundo de uranio, 15 por ciento del gas natural, así como 10 por ciento del petróleo. En un mundo consciente de la energía, no pueden pasarse por alto depósitos tan ricos como éstos, y la escasez de tales recursos pudiera tener graves repercusiones en los países industrializados. ¡Le pudiera afectar a usted!
Muchos líderes negros reconocen que para resolver los problemas tienen que llegar a la mente de las masas. Se han emprendido extensos programas docentes en numerosos países africanos. Hasta los líderes se han esforzado por transmitir la idea de tal necesidad llamándose a sí mismos por los títulos “El Maestro” y “El Guía.” Pero, no es fácil educar a la gente. ¿Por qué?
Muchas fuerzas compiten por dominar el pensar africano
“El sistema tribual es el azote del África,” declaró el presidente Felix Houphouët-Boigny de la Costa de Marfil. El sistema tribual es una potente fuerza mental que engendra conflicto. Es una lealtad ferviente a la tribu en que uno ha nacido. Aunque una persona quizás manifieste bondad y honradez para con un miembro de su propia tribu, a menudo siente desconfianza, tal vez hasta animosidad, para con alguien de otra tribu. Un comunicado de la Prensa Asociada procedente de un país africano informa que “el sistema tribual se ha convertido en la complicación principal en casi cada conflicto africano.”
Semejantemente, muchas personas tienen intensos resentimientos contra personas de otra raza. Las tensiones raciales aumentan por toda el África. Un negociante blanco que vive en una zona en que las relaciones entre las diferentes razas están tirantes describió la situación de esta manera: “Es como tener una bomba en el traspatio.”
Además, no se puede pasar por alto la ola de materialismo moderno en la sociedad africana. Muchos africanos han abandonado, en su mayor parte, las costumbres antiguas y ahora están edificando una cultura en torno a los beneficios de la tecnología moderna. Todo lo que buscan en la vida es enriquecerse con todas las conveniencias de la nueva era. ¡En muchas secciones del África, el dinero gobierna como “rey” insensible, y la gente recurre a casi cualquier cosa —robo, asesinato, mentira y así por el estilo— para obtenerlo! Así es que el diluvio del materialismo también ataca la mente africana.
Otra poderosa fuerza que compite por el control del pensar africano es el nacionalismo. Los políticos prominentes de la raza negra se han esforzado por unificar a sus compatriotas creando un sentido de lealtad a la nación. Es solo recientemente que muchos países africanos han obtenido el gobierno autónomo, y muchas personas se sienten muy orgullosas debido al logro.
Así es que las fuerzas del sistema tribual, del materialismo y del nacionalismo no han resuelto los problemas del África. ¿Por qué no? Porque, como se dan cuenta muchos africanos discernidores, hay que entrenar la mente en otras zonas, si es que alguna vez va a haber una similitud de paz y unidad genuinas.
¿Acerca de qué se necesita instrucción apropiada?
“SE DESEA: UN CÓDIGO DE CONDUCTA PARA TODOS LOS NIGERIANOS.” Este encabezamiento sobresalía en un reciente periódico del país más populoso del África. El artículo que seguía deploraba la falta de una alta moralidad o de ética apropiada entre muchos de los ciudadanos de la nación. A pesar de los adelantos en la educación seglar y la tecnología, el periódico comentó: “Todos los nigerianos deben reconsiderar las cosas. Un país debe vivir por un código de ética mínimo si quiere sobrevivir como nación.” ¿Por qué?
Se lamentó un periodista africano:
“Hemos gastado enormes sumas construyendo caminos y carreteras, pero ya no podemos viajar en ellas con mucha esperanza de llegar a nuestro destino en seguridad. Hay hasta menos probabilidad de que las paredes de nuestro hogar nos protejan. . . . Todos vivimos en temor de nuestra vida y de la vida de nuestros amados. Eso es lo que significa ser nigeriano hoy día. ¿Qué clase de vida es ésta?”
¿Qué se recomienda como solución? El periódico citado arriba instó: “Por consiguiente las naciones en desarrollo tienen que hacer un esfuerzo más prudente por cambiar la mentalidad de su gente.” (Las bastardillas son nuestras.)
Sí, hay que cambiar la “mentalidad” de la gente a fin de que puedan desarrollar un “código de conducta” apropiado. Pero tal educación no es fácil. A la gente se le puede enseñar a leer y escribir. Pero el enseñar moralidad requiere llegar no solo a la mente sino también al corazón mismo. En un esfuerzo por legislar esa moralidad, los funcionarios gubernamentales, batallando por llegar a la mente africana, han considerado el proyecto como tratar de “intentar lo imposible.” No obstante, esa instrucción es crucial.
Las familias fuertes producen pueblos y ciudades fuertes, y éstos, a su vez, producen naciones fuertes. Por esta razón, un líder de los Musulmanes Negros abogó por “la restauración de la familia como unidad fundamental de nuestra sociedad.” (Las bastardillas son nuestras.) Así es que se necesita la instrucción a fin de fortalecer la familia africana que se encuentra en un proceso de constante erosión. ¡En especial hay que entrenar a los niños, pues 45 por ciento de la población africana tiene menos de 15 años de edad!
Algo que se necesita críticamente es la instrucción apropiada acerca de la actitud correcta que debe tenerse para con una persona de otra tribu o raza. Como hemos visto, el sistema tribual y el racismo han dividido gran parte de África. Un informe acerca de las condiciones de un país concluyó expresando la siguiente esperanza: “Que la mano negra estreche en amistad la mano blanca y le dé a Rodesia una paz que haga juego con la belleza del país.”
Para que un país o nación sea verdaderamente hermoso, la gente tiene que llevarse bien. Pero sería necesario llegar hasta lo profundo de la mente a fin de lograr un compañerismo de esta índole. No puede legislarse el amor, ni tampoco la moralidad apropiada. Así es que la instrucción más importante debe producir moralidad apropiada, fortalecer la familia y desarrollar verdadero amor entre personas de diferentes tribus y razas.
“¡Una imposibilidad!” exclaman muchos. Pero, no solo es posible dar esa instrucción, sino que en la actualidad se está dando con éxito en por lo menos 41 países africanos e islas adyacentes. ¿Quiénes están haciendo esta obra? ¿Cuánto éxito tienen los métodos que usan? ¿Por qué fueron los meses finales de 1978 de sobresaliente importancia en este gran programa de enseñanza? Lea con interés las respuestas en el artículo siguiente.