Un fin nuclear para la Tierra... ¿lo predice la Biblia?

¡De ninguna manera! Al contrario, la Biblia dice que Dios “fundó la tierra sobre sus cimientos; no será jamás removida,” y: “La tierra siempre permanece.”—Sal. 104:5; Ecl. 1:4, Versión Valera, Revisión de 1977. Sírvase ver también Salmo 119:90.

‘Pero, ¿no habla la Biblia del “fin del mundo” y dice que la Tierra será destruida por “fuego”?’ preguntan algunas personas que señalan a Mateo 24:3 (Versión Popular) y 2 Pedro 3:7. Jesús, en el mismo capítulo donde menciona el “fin del mundo,” muestra lo que esto significará. Él asocia el “fin del mundo” con su regreso y dice: “Porque así como era en los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. . . . [Las personas] no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.”—Mat. 24:37, 39.

Lo que la Biblia quiere decir

Por lo tanto, el “fin del mundo,” según la Biblia, concluirá un período semejante a los días que culminaron en el diluvio mundial del tiempo de Noé, con la inclusión de ese mismo acontecimiento. Al final de aquel período, ¿qué fue destruido? La Biblia nos dice: “[Dios] trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía.”—2 Ped. 2:5.

Sí, un violento sistema de cosas terminó cuando aquel “mundo de gente impía” fue ahogado. Pero evidentemente la Tierra literal no fue destruida. Todavía estamos sobre ella. Así, en nuestro día lo que Dios hará que termine es un inicuo “sistema de cosas,” y éste terminará mediante la destrucción de la “gente impía.”

Sin embargo, ¿qué hay del versículo que dice que la ‘tierra será quemada’? (2 Ped. 3:10, Val) ¿Significa siempre el suelo la palabra “tierra” tal como se emplea en la Biblia? No. Por ejemplo, la Biblia dice: “Era entonces toda la tierra de una sola lengua,” y, “Cantad a Jehová, toda la tierra.” (Gén. 11:1; Sal. 96:1, Val) ¿Quién tiene “lengua,” y quién ‘canta’? ¿No es la gente?

Por lo tanto, cuando la Biblia dice que la “tierra” será destruida, está hablando en cuanto al fin de una sociedad de gente inicua. Note cuán claramente el apóstol Pedro establece este punto: “Los cielos y la tierra actuales están guardados para fuego y quedan reservados para el día de juicio y de la destrucción de los hombres impíos.” Así es que se enfrentan a una “destrucción” los “hombres impíos,” entre los cuales están incluidas las autoridades políticas que, semejantes a “cielos,” gobiernan sobre ellos.—2 Ped. 3:7.

¿Destrucción por Dios, o por los hombres?

El diluvio del día de Noé, establecido como hecho histórico,a no ocurrió por mera casualidad. Tampoco fue el resultado de esfuerzos humanos. Ocurrió por acción directa de Dios. Además, fue una destrucción selectiva. Las personas buenas no murieron con las malas.

Pero, ¿por qué causó Dios el Diluvio? ¿Qué condiciones aterrorizadoras fueron eliminadas mediante sus aguas? ¿Por qué fueron salvados Noé y su familia?

Un mundo violento eliminado por agua

El mundo de aquel tiempo estaba ‘lleno de violencia,’ según la Biblia. (Gén. 6:11) En el registro bíblico no se dan detalles sobre la naturaleza de la violencia ni sobre el tipo de armas que se usaban. Sin embargo, entre los que vivieron antes del Diluvio había uno que era “forjador de toda clase de herramienta de cobre y de hierro,” Tubal-caín.—Gén. 4:22.

Antiguos comentarios judíos alegan que éste sí hizo armas. El rabino Rashi relata en cuanto a él: “Refinó y mejoró la obra de Caín [su violento antepasado] por medio de proveer armas para asesinos.” El historiador Josefo agrega un pensamiento similar sobre Tubal-caín, al decir que éste “superó a todos los hombres en fuerzas, y se distinguió en el arte del guerrear.”

Sin duda el desarrollo y el uso continuo de armas metálicas hizo que aumentaran las condiciones violentas. Para el tiempo del Diluvio la Biblia informa: “Vio Dios la tierra y, ¡mire! estaba arruinada, porque toda carne había arruinado su camino sobre la tierra.” (Gén. 6:12) Pero Dios tomó acción y eliminó a aquellas personas belicosas que estaban “arruinando” la Tierra. Sin embargo, a la misma vez protegió a los que le obedecieron. Permitió a Noé y su familia sobrevivir y continuar adorándolo a Él en una Tierra purificada. Pero ¿qué hay de nosotros hoy?

¿Cómo podemos sobrevivir a la acción que Dios tomará?

La Biblia nos asegura que otra vez Dios tomará acción en nuestro día, pues dice que él va a “causar la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Rev. 11:18) Sin embargo, la Biblia nos promete que “Jehová está guardando a todos los que lo aman,” mientras que a “todos los inicuos los aniquilará.” (Sal. 145:20) Los que aman a Dios sobrevivirán.

Pero, ¿qué significa ‘amar a Dios’? ¿Basta con meramente palabras? “Esto es lo que el amor de Dios significa,” contesta la Biblia, “que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3) Sí, los que obedecen a Dios, como lo hizo Noé, sobrevivirán y entrarán en una Tierra purificada.

¡Y cómo será esa Tierra! Todos los que pudieran interferir con la seguridad de aquel tiempo habrán sido eliminados por el “fuego” de la ira de Dios. (Sof. 3:8) Los sobrevivientes tendrán amor genuino para con Dios y los unos para con los otros. Hallarán deleite en ver que la Tierra se convierte en un paraíso global, en armonía con lo que Dios se propuso desde el tiempo del primer hombre y la primera mujer.—Gén. 1:28; 2:18-25.

Además de esto, la Biblia muestra que la enfermedad y la muerte ya no existirán, lo cual hará posible que las personas gocen de estas condiciones para siempre. Es verdad que “el mundo va pasando,” puesto que pronto será destruido por Dios, pero ‘el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.’—1 Juan 2:17; Rev. 21:3, 4; 2 Ped. 3:13.

Esas bendiciones se hallan muy cerca. Para evitar la ruina total de la Tierra, Dios tiene que tomar acción pronto. A los testigos de Jehová les placerá ayudar a usted gratuitamente para que sepa exactamente cuál es la voluntad de Dios y obedientemente la haga; también le informarán acerca de otros rasgos deleitables de esta esperanza consoladora.

[Nota a pie de página]

[Ilustración en la página 8]

El “fin del mundo” significa el fin de un sistema inicuo, no el fin de nuestra Tierra

[Ilustración en la página 9]

Los sobrevivientes participarán en hacer de la Tierra un paraíso