‘¡Mantenemos limpios nuestros hogares a pesar del vecindario!’
“A ALGUNOS de ellos simplemente no les importa,” se lamentó una asistenta social desanimada. “Se quejan de que nadie va a mejorar la vecindad, pero algunos de ellos ni siquiera tratan de ayudarse a sí mismos y por lo menos mantener limpios sus propios hogares.”
Esta mujer acababa de pasar varios meses visitando a sus vecinos como parte de un esfuerzo organizado para limpiar la vecindad. El esfuerzo fracasó. La zona todavía está llena de solares vacantes atestados de ladrillos sueltos y vidrio roto, casas de apartamentos entabladas —vacías y quemadas— y calles bordeadas de basura.
Pero a pesar de esto, hay unos cuantos hogares en la vecindad que son deleitablemente limpios. Los habitantes de éstos han hecho frente al desafío del polvo, la mugre, los insectos y los ratones. ¿A qué se debe la diferencia?
Es necesario que le importe
“Aunque vivo en un vecindario pobre y no tengo muchas de las cosas que me gustaría tener,” declaró una señora que tiene siete hijos, “mi madre me enseñó que uno debe mantener limpia cualquier cosa que tenga. En aquel entonces no teníamos muchos muebles, pero el piso se mantenía inmaculado.” A esta señora le importa su hogar, y la condición de éste refleja su interés.
Otra ama de casa, que vive cerca, concordó. Dijo: “No se necesita tener muchísimo dinero para hacer que el hogar tenga una buena apariencia. Aun algo que sea muy modesto, si está limpio, se ve bien.” Entonces, reflexionando sobre su infancia, dijo: “Cuando yo era niña, mi tía, que nos crió, solía usar sacos de abono vacíos para hacer nuestras sábanas y fundas de almohada. Estos sacos enormes eran de un color blanco amarillento, pero ella los hervía hasta que quedaban blancos como la leche. Entonces los cosíamos y bordábamos las fundas de almohada. Se veían muy bonitas, y las lavábamos con bastante frecuencia de modo que siempre permanecían limpias y blancas.”
Sin importar lo poco que estas personas poseían, se esmeraban en cuidar de sus posesiones. “Una puede sentirse muy orgullosa de mantener limpias las cosas,” informa un ama de casa que ha estado haciendo limpieza por 40 años. “Para mí es un desafío entrar en un cuarto y buscar la mugre y limpiarla. Pues, me gusta ver brillar las cosas.”
¿Por qué les importa la limpieza a algunas personas? A veces se debe a que han notado con aprecio que hay evidencia de que existe un Creador que se esmera y es limpio. “Cuando yo era más joven solía observar las nubes,” admitió un ama de casa. “Noté lo limpias que se veían. Pensé: ‘Bueno, Dios hizo que esas nubes abultaditas fueran tan blancas. Ciertamente, entonces, a él le deben gustar las cosas limpias.’ Por eso, yo quería mantener mi ropa y mi hogar igualmente ordenados y limpios.” Ella lo hizo, y ahora su hogar inmaculadamente limpio se destaca y hace contraste con las demás casas de la vecindad.
En el mundo que nos rodea sí hay evidencia de un Diseñador que está consciente de la limpieza. Los ciclos naturales están dispuestos de tal manera que ningunos desechos se dejan al descuido. Considérelo: los árboles nunca quedan cubiertos de una capa de polvo por largo tiempo. La lluvia y el viento se encargan de eso. Los residuos de las plantas no siguen acumulándose, pues hay miles de millones de organismos diminutos que los convierten en tierra fértil. El orden se ve tanto en las cosas grandes del universo como en las pequeñas. El ejemplo del Creador ha impulsado a algunas amas de casa a mostrar interés parecido en la limpieza.—Rom. 1:20; 1 Cor. 14:33.
Pero se requiere más que simplemente interés en ella para tener una casa limpia.
“Sin horario mi día entero está trastornado”
“Hallo que si trabajo sin horario, no logro hacer nada. Sin horario mi día entero está trastornado,” admitió un ama de casa cuyo hogar es resplandeciente a pesar del vecindario. A algunas mujeres no les gusta pensar en un horario, pues exige que uno se discipline. Sea cual sea el nombre que uno le dé... rutina, horario, plan o guía, el fijarse un programa sirve para dar a la persona una idea de lo que tiene que hacer y cuándo debe hacerlo. Tal vez usted no logre hacer todo lo indicado en el horario, pero éste le será útil.
Shirley Conran, periodista británica, informa: “No sé de ningún trabajo, sea que se trate de dirigir una fábrica o de bañar a un bebé, que no se desempeñe con mayor facilidad, rapidez y disfrute si uno piensa en él de manera lógica por anticipado... y eso básicamente es lo que está envuelto en la organización eficaz.” Otros expertos y amas de casa de mucha experiencia están completamente de acuerdo con ella.
Algunas mujeres escriben su horario y otras se lo saben de memoria. Hacen una lista de las tareas que deben hacerse diaria, semanal o mensualmente, o cuando cambian las estaciones. Quizás determinen cuánto tiempo pueden (o quieren) dedicar a la limpieza y entonces organicen una rutina. Es inevitable que haya interrupciones, pero siquiera tienen un “plan de batalla” general, y una vez que se establece una rutina razonable, los resultados son asombrosos.
Enfrentándose a ello día tras día
Claro, el mejor plan es un fracaso si uno no se adhiere a él. Aun todo el equipo apropiado —trapos para desempolvar, trapos para limpiar el piso, escoba, plumero, esponjas, aspiradora y jabones— no puede limpiar la casa por sí mismo. ¡Francamente, la limpieza exige duro trabajo! Y si hay ciertas tareas que a usted no le gustan, tendrá que hacer un esfuerzo especial para desempeñarlas.
“Mi mayor problema con relación a tratar de mantener limpia la casa fue el disciplinarme,” admitió una madre que tiene tres hijos y que también trabaja de jornada completa fuera de la casa. “En realidad tengo que hacer un esfuerzo continuo para disciplinarme.”
Varias amas de casa con muchos años de experiencia enumeraron las cosas que les ayudaron a hacer frente a la rutina diaria de limpiar el hogar. Algunas de estas ayudas se indican en el recuadro que lleva el encabezamiento “Incentivos diarios.”
Los incentivos no son los mismos para todas las personas. No obstante, si usted persiste en tener una actitud positiva para con los quehaceres de la casa no solo se mantendrá limpio el hogar, sino que a usted le llegará a gustar más el trabajo. Las personas a quienes les gusta cuidar del hogar también están, por lo general, alerta a descubrir maneras de aligerar la carga.
Haga más fácil su tarea
Los niños que han sido correctamente instruidos pueden facilitar el trabajo del ama de casa por medio de ayudar a mantener la casa limpia y ordenada. El instruirlos a hacer eso requiere firmeza de parte de los padres, pero los resultados son provechosos tanto para los padres como para los hijos. La Biblia lo expresa como sigue: “Si uno viene mimando a su siervo desde la juventud, éste en el período posterior de su vida hasta llegará a ser un ingrato.”—Pro. 29:21.
La clase de material que usted escoja para cubrir las paredes, los pisos y los muebles también puede aligerar el trabajo por medio de hacer más fácil la limpieza. Hay pintura que puede lavarse fácilmente y que sigue teniendo una buena apariencia. Pisos que no requieren que se les pase cera constantemente también pueden ahorrar trabajo. “¡Pero los muebles tapizados con terciopelo oscuro parecen buscar la pelusa y agarrarla!,” declaró un ama de casa. Ella solía escoger materiales de colores que no fueran ni muy claros ni muy oscuros, preferiblemente con motas, para que la mugre no se viera tan fácilmente. Antes de comprar muebles, siempre es bueno informarse acerca de lo que está envuelto en el cuidado del material. Si al principio se gastan unos cuantos dólares más, tal vez se obtenga algo que sea más fácil de limpiar y que resista por más tiempo el uso diario.
Otra cosa que puede facilitar el trabajo es el orden. “El viejo dicho, ‘un lugar para todo y todo en su lugar’ suena trillado, pero es la regla principal de supervivencia si se quiere mantener el hogar ordenado,” declara el libro How to Run Your House (Cómo manejar su hogar). ¡Puede ser más difícil tratar con el desorden que con el barro! Por lo general, si uno se deshace de artículos que no necesita y ordena la casa con regularidad, ésta tendrá una apariencia de limpieza... aunque haga algún tiempo que no se haya limpiado a fondo.
En vecindades donde hay muchos edificios abandonados, usted tal vez se enfrente con el problema de los ratones. “Tratamos de combatirlos con trampas y toda clase de venenos,” se lamentó un ama de casa, “pero nada realmente puso fin a ellos. El problema era tan grave que me parecía que tendría que irme. Entonces me deshice de los venenos y conseguí un gato, y ya hace tres meses que no he visto un ratón ni una rata.” El gato realmente resolvió el problema con mayor facilidad y proporcionó muchos momentos divertidos también. ¿Qué hay de las cucarachas? Estas pueden presentar un problema. Pero, si usted mantiene su hogar ordenado y libre de migajas de alimento y lo fumiga con regularidad, las cucarachas también pueden mantenerse bajo control. Además, es bueno tener un sentido del humor, pues de vez en cuando quizás una o dos de ellas todavía se atrevan a presentarse para saludar a las personas que han venido a visitarle.
Claro, las circunstancias varían considerablemente de un hogar a otro. Lo que le facilite las tareas a una persona tal vez sea una carga para otra. Pero busque los modos de aligerar su carga. Aunque parezcan insignificantes le resultarán útiles.
Del desorden a la limpieza inmaculada... “yo hice el cambio”
“¡Me crié en un hogar desordenado!,” declaró una madre que tiene tres hijos. “Yo quería mucho a mi madre, pero ella simplemente no era ama de casa. Por eso, nunca aprendimos a hacer las camas, ordenar nuestro cuarto ni limpiar la casa.” El ser criada de esta manera afectó a esta persona en su vida de adulta. Ella dio la siguiente explicación: “Después de casarme, fui viendo mi casa ponerse más y más sucia, pero pensaba para mí: ‘Hay tanto que hacer. Voy a descansar hoy. Llegará el momento en que pueda hacerlo.’” Pero rara vez llegaba aquel “momento,” y esto causó graves problemas maritales.
“Mi esposo es una persona muy ordenada. Solía quejarse de la condición de la casa,” ella admitió. “Una palabra llevaba a otra hasta que nos veíamos envueltos en una discusión acalorada, y entonces él se salía de la casa.”
Finalmente, algo cambió la vida de esta señora. Ella se puso a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová y a asociarse con ellos. La mayoría de las personas reconocen la veracidad del siguiente informe de prensa que apareció después de una de las grandes asambleas internacionales de los testigos de Jehová: “La limpieza de ellos ha llegado a ser casi legendaria. Hace una semana un cuerpo de voluntarios de los Testigos lavó todos los asientos del Estadio Yankee. Cuando ellos se vayan el domingo por la noche, el parque de pelota quedará inmaculadamente limpio.” Estos buenos hábitos empezaron a pegársele a esta señora. Además, dijo: “Cuanto más aprendía acerca de Jehová Dios, tanto más quería agradarle. En las asambleas grandes se pronunciaban discursos, y aun se presentaban demostraciones, para ayudarnos a ver la necesidad de mantener limpios nuestros hogares. Aunque hubo una mejora, mi casa todavía estaba lejos de ser realmente limpia.”
Entonces llegó el punto de viraje. Mientras estuvo ayudando con la limpieza de un estadio en preparación para una asamblea grande, oyó a alguien preguntar: “¿Por qué se limpia antes de la asamblea?” La respuesta que ella oyó le impresionó profundamente: “Queremos que el espíritu del Dios santo esté presente; ¡por lo tanto el sitio tiene que estar limpio!” (Compare con Deuteronomio 23:13, 14.) Entonces ella reflexionó sobre su propio hogar desordenado y puso manos a la obra. Ahora, con la ayuda de su esposo y de sus tres hijitos, la casa está inmaculadamente limpia.
Galardones que valen la pena
La limpieza puede ahorrarle tiempo, dinero e irritación innecesaria. Los muebles y los pisos duran más tiempo. El no poder encontrar lo que uno busca o el no tener ropa limpia puede resultar en tensión y en perder los estribos. Pero, un hogar limpio y ordenado es un refugio en el cual uno puede hallar reposo.
“Hace más agradable la vida.” “A uno no le molesta la conciencia.” “Si alguien toca el timbre, a cualquier hora que sea, siempre puedo invitarle a entrar sin sentirme avergonzada.” “Mi familia puede sentirse tranquila.” Estas también son recompensas que han mencionado amas de casa que luchan contra el ambiente del vecindario para mantener limpios sus hogares.
Ante el descuido y la indiferencia de muchos de sus vecinos, y ante la incesante mugre que les rodea, estas diligentes amas de casa, mediante el ejemplo de sus propios hogares inmaculados, dicen enérgicamente: ‘¡Verdaderamente es posible mantener limpio su hogar a pesar del vecindario!’
[Recuadro en la página 26]
INCENTIVOS DIARIOS
PRÉMIESE DESPUÉS DE HABER TERMINADO UNA TAREA. Tal vez pueda sentarse para descansar unos cuantos minutos o tomarse un refrigerio. Puede hacer esto después de haber completado cierta etapa de una tarea durante su rutina de limpieza, en vez de esperar hasta que haya completado todo el trabajo.
FÍJESE PLAZOS. Determine en cuánto tiempo debería desempeñar una tarea o cada etapa de ella y trate de medir su tiempo.
DESEMPEÑE EL TRABAJO MÁS DIFÍCIL ya sea al principio o cuando usted esté al punto máximo de sus energías.
NUNCA OLVIDE EL PORQUÉ. El trabajo es el medio de alcanzar una meta, no es en sí la meta. Usted quiere mostrar amor a su familia por medio de hacer que las condiciones de vida sean lo más agradables posible.
[Tabla en la página 25]
UN PLAN ESCRITO PUEDE SER ÚTIL PARA MANTENER EN ORDEN LAS TAREAS
Cada día Semanalmente Mensualmente o de vez
en cuando
lunes enero
febrero
martes marzo
miércoles abril