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  • ¿Realmente puedo enamorarme a primera vista?
  • ¡Despertad! 1982
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¡Despertad! 1982
g82 8/9 págs. 17-19

Los jóvenes preguntan...

¿Realmente puedo enamorarme a primera vista?

DAVID no podía apartar los ojos de Janet. Acababan de conocerse en una fiesta. El se sintió atraído por la hermosa figura de ella y por la manera como a ella le caía el cabello sobre el ojo cuando ella reía. Janet quedó encantada con los ojos color castaño oscuro de él y con su amena conversación. Ambos pensaron que aquel encuentro era el comienzo de algo grandioso.

Durante las siguientes tres semanas David y Janet fueron inseparables. Hablaron por horas y descubrieron que tenían una diversidad de intereses en común. Ambos dijeron que nunca habían establecido una relación tan estrecha con ninguna otra persona. No obstante, cierta noche Janet recibió de un ex acompañante una llamada telefónica que la dejó en aplastadora condición emocional. De modo que llamó a David buscando consuelo. Pero David, sintiéndose amenazado y confundido, respondió fríamente. Janet se sintió rechazada. Lo que habían considerado amor a primera vista —un amor que consideraban lo bastante fuerte como para que durara para siempre— murió aquella noche.

El final de esta experiencia contrasta mucho con lo que hoy día la mayoría de las personas ven por los medios de publicidad y entretenimiento. Se pinta un cuadro deslumbrante de hombres y mujeres que, después de una ojeada, una mirada, “se enamoran locamente” y siguen así para siempre. Como joven, quizás te preguntes: ¿Es así como comienza el amor? ¿Se puede en realidad hallar el amor duradero a primera vista?

Sin duda la atracción física es un factor que contribuye a unir a dos personas. Por lo general es lo primero que uno nota. “Uno tiene que darse cuenta de que es difícil ‘ver’ la personalidad de alguien,” dijo Guy, quien tiene 21 años de edad.

Pero, ¿qué “ama” uno cuando la relación lleva solo unas cuantas horas o días de duración? ¿No es a la imagen mental que uno se ha hecho de la persona en quien se interesa? Realmente, uno no conoce mucho acerca de los pensamientos, esperanzas, temores, planes, hábitos, habilidades o destrezas de la otra persona. Fundamentalmente, solo conoce el carapacho, no a “la persona secreta del corazón.”—1 Pedro 3:4.

Sin embargo, ¡lo exterior ciertamente tiene un vigoroso efecto!

El Rostro contra la persona

En muchos países el rostro de hombres guapos y mujeres fascinadoras aparece en las pantallas de cine y televisión, lo mismo que adornando anuncios de periódicos, portadas de revistas y carteleras. Por lo tanto, es muy probable que los jóvenes se forjen ilusiones relacionadas con las cualidades físicas de la belleza y la hermosura. Con el énfasis excesivo que se ha dado al Rostro, fácilmente se pudiera pasar por alto la personalidad subyacente de alguien.

Una investigación halló que había la tendencia de asociar (en la propia imaginación de uno) ciertos rasgos positivos de la personalidad con una persona físicamente atractiva. El informe, que apareció en Psychology Today, dice: “Descubrimos que los estudiantes creían que las personas bien parecidas eran por lo general más sensibles, bondadosas, interesantes, fuertes, equilibradas, modestas, amistosas, sociables, comunicativas y excitantes que personas menos atractivas.”

Sin embargo, seguramente tú, joven, conoces a personas físicamente atractivas que son todo menos bondadosas, modestas o sensibles. Las apariencias pueden ser engañosas. Es cierto lo que la Biblia dice: “El encanto puede ser falso, y la belleza puede ser vana.” La envoltura reluciente de un regalo no le dice a uno nada de lo que hay dentro. De hecho, las envolturas más elegantes pudieran cubrir un regalo inútil.—Proverbios 31:30.

La Biblia compara la belleza física de algunas mujeres a una nariguera de oro. “Como nariguera de oro en el hocico de un cerdo, así es una mujer [o un hombre] que es bella [o, si hombre, hermoso] pero que está apartándose de la sensatez.” (Proverbios 11:22) Las narigueras eran populares durante los tiempos bíblicos y, en algunos países, todavía lo son hoy. Comúnmente, éstas se usaban en la ventana derecha de la nariz y eran de hechura exquisita, a menudo de oro macizo, y con joyas o corales ensartados. Debido al lugar donde va puesta por lo general es la primera alhaja en que uno se fija cuando saluda a la persona que la lleva.

No obstante, si alguna persona era bonita, pero carente de “sensatez,” el caso era como el de tomar una hermosa nariguera y ponerla en el hocico de un cerdo. Si se mantenía la vista fija solo en aquella reluciente nariguera, ¡qué duro despertar cuando se descubriera que quien la llevaba era un cerdo! De igual manera, ¿no sería mejor también investigar si la persona que atrae a uno físicamente tiene “sensatez,” o ‘juicio sano y discernimiento’? “Una tiene que tomarse su tiempo,” instó Sandra, de veinte años de edad. “Nadie simplemente da a conocer su personalidad con solo decir: ‘Esto es lo que soy. Ahora sabes todo cuanto se puede saber acerca de mí.’ Eso no funciona así nada más. Toma tiempo.”

Espera para ver a la ‘persona del corazón’

Una pareja pensó que ellos no tenían que esperar. “Sencillamente me enamoré de lleno y rápidamente,” explicó Jill, joven de veinte años de edad. “Cuando a alguien le da eso, le da con fuerza.” Después de un agitado idilio amoroso de dos meses, se casaron. Pero entonces la ‘persona secreta’ del corazón de cada uno comenzó a salir a flote.

Jill, quien era una afectuosa muchacha rubia de claros ojos azules, comenzó a desplegar un poco de inseguridad y egoísmo. Su apuesto esposo, al ver que los sueños que él se había forjado se iban esfumando debido a las responsabilidades de familia, perdió su encanto romántico y se convirtió en un ser egoísta. Jill, después de haber estado casada por aproximadamente dos años, finalmente cierto día dijo, gritando, que su esposo era “despreciable,” “vago,” y un “fracaso” como esposo. En respuesta, Rick la golpeó en la cara con el puño. Jill, llorando, salió precipitadamente de la casa... y del matrimonio.

Por supuesto, el seguir el consejo bíblico acerca de cómo deben tratarse uno al otro los cónyuges les habría ayudado. (Efesios 5:22-33) ¡Pero cuánto más fácil hubiera sido su ajuste en el matrimonio si hubieran llegado a conocerse mejor! Si no se hubieran apresurado, habrían podido comprender mejor la verdadera personalidad de cada uno y ver cómo reaccionaría cada uno bajo presión. No se hubieran enamorado de una “imagen,” sino de la verdadera personalidad... una que tendría tanto defectos como puntos fuertes. Sin embargo, descubrir todo esto hubiera tomado tiempo, tiempo que ellos no concedieron a su relación antes del matrimonio.

En verdad son sabios los jóvenes que reconocen que el verdadero amor no surge de la noche a la mañana. Por ejemplo, una joven sostenía correspondencia con un joven a quien había conocido en una asamblea religiosa. “En una de sus cartas él me dijo que ‘me amaba,’” informó Bárbara. “Esto me dejó pasmada. Lo había visto una sola vez. No conocíamos nada verdaderamente importante uno del otro. ¿Cómo podía él decir que me amaba? Creo que en ese momento maduré un poco. Entonces me di cuenta de que el amor es algo más que solo lo externo y que solo sentir atracción física hacia otra persona.” ¿Has ‘madurado,’ joven lector, hasta darte cuenta de esto también?

Con el tiempo, Bárbara conoció a un hombre del que llegó a enamorarse. “Al principio, físicamente Esteban no me atraía tanto,” reveló Bárbara. “Pero según lo fui conociendo mejor, las cosas cambiaron. Vi que Esteban se interesaba en otras personas y que siempre anteponía a sus intereses los de los demás. Estas eran cualidades de las que yo sabía que se requerían para hacer de un hombre un buen esposo. Me sentí atraída a él y comencé a amarle.” La relación de ellos resultó en un buen matrimonio. Sí, las parejas que permiten que el amor verdadero se desarrolle y evitan el lazo de pensar que el amor genuino surge a primera vista, pueden hallar felicidad duradera.

[Ilustraciones en la página 18]

Aunque una nariguera tiene su belleza, esa belleza se desvanece si se coloca en el hocico de un cerdo. Lo mismo es cierto de una persona hermosa que se aparta de la sensatez. Toma tiempo determinar si la belleza se extiende a la personalidad

[Ilustración en la página 19]

¿Es amor a primera vista o solo encaprichamiento?

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