“Dulce” venenoso
No hace mucho la revista Coal Age comentó sobre el uso difundido del tabaco de mascar y el rapé entre los mineros, porque está prohibido fumar en las minas subterráneas. Pero el artículo señaló que “la euforia temporal que produce el mascar tabaco o frotarse rapé en las encías pudiera llevar al desarrollo de cáncer en la boca o la garganta”. “Después de dárseles mucho bombo como dulces vaqueros —dice el artículo—, el tabaco de mascar y el rapé ahora se anuncian por TV de costa a costa, especialmente durante los eventos deportivos. [...] Ciertas clases de tabaco de mascar, especialmente la variedad con sabor a regaliz, son muy dulces. ‘Uno de los casos más espantosos que he visto hasta ahora es el de la hija de un minero de carbón que se comía el tabaco de su papá como dulce’, dijo el Dr. Chase. ‘Ella ahora tiene unos cinco o seis años de edad y ha estado mascándolo desde que tenía dos años. Para cuando cumpla los 30 años, tendrá cáncer en las encías y en la boca.’” Se citaron las siguientes palabras de un ejecutivo de una compañía tabacalera, quien admitió: “Una vez que un jovencito se aficiona al dulce vaquero, no lo deja”. La revista Coal Age concluye: “Lo que tienen que recordar los jovencitos —y los adultos— es que este dulce es veneno”.