De nuestros lectores

Revistas de tiras cómicas

Acabo de leer en la edición en portugués los artículos que publicaron sobre las revistas de tiras cómicas (en español, 22 de septiembre de 1983). Me parecieron excelentes. Soy maestra de escritura, y el mes pasado di a la clase una asignación que consistía en leer revistas de tiras cómicas. Los niños más excitables y camorristas devoraron las revistas de temas violentos, mientras que los más callados escogieron las chistosas. Por más de media hora los 41 niños leyeron en absoluto silencio, completamente absortos en la lectura, algo imposible de lograr con otras materias. Empecé a preguntarme hasta qué grado podría serles útil o perjudicial esta clase de lectura. Los artículos que ustedes publicaron confirmaron mi preocupación. Les estoy profundamente agradecida por el consejo que dieron, especialmente a los padres.

A. M. R., Brasil

Novelas románticas

Muchas gracias por el oportuno artículo “Los jóvenes preguntan... ¿son inofensivas las novelas románticas?” (8 de febrero de 1984). Unos meses antes de leer este artículo, comencé a darme cuenta de que me estaba volviendo adicta a esas novelas. Lo que había empezado como lectura ocasional se convirtió en lectura de tres novelas a la semana. Hallé que estaba dejando mis hábitos de estudio, no estaba orando con la misma frecuencia y estaba descuidando las tareas del hogar. Desarrollé un anhelo por algunas cosas materiales más atractivas que ofrecía el mundo, y comencé a sentirme descontenta con lo que tenía. El artículo que ustedes publicaron me dio mucho estímulo y también me ayudó a comprender lo que me hubiera podido ocurrir si hubiera seguido con este tipo de lectura.

E. R., Kentucky, E.U.A.

Acabo de leer el artículo “Los jóvenes preguntan... ¿Importa lo que yo lea?” (22 de marzo de 1984). Me ha ayudado muchísimo. He estado leyendo las novelas románticas de mi hermana, y creo que me han estado afectando. Ahora leo más la Biblia. Muchas gracias por escribir este artículo y muchos otros más. Tengo 11 años de edad. Gracias.

J. L., Colorado, E.U.A.

El ballet

Puesto que soy una ferviente bailarina de ballet, me sentí absolutamente furiosa al leer el relato supuestamente personal intitulado “Mi carrera de ballet... lo bello y lo bestial de ella” (22 de junio de 1983). ¡Es el colmo de la imprudencia cómo ustedes tratan de menospreciar el ballet! ¡Pintan el baile como una experiencia dolorosa, deprimente, frustratoria y llena de perversiones! ¡El arrastrar una de las artes finas por el suelo de esta manera es una verdadera obscenidad!

K. F. (15 años de edad), Alemania

Concordamos contigo y con la autora del artículo en que el ballet es un arte bello y nos parece que nuestro artículo dio a entender esto. Pero la autora también indicó los aspectos negativos del ballet profesional causados, no por el ballet mismo, sino por personas egoístas, las cuales se encuentran en todas las esferas de la vida. Ella demostró que el ballet profesional no es todo belleza. Cuando adquieras más experiencia en la vida, tú también probablemente llegarás a comprender que esto es cierto.—La dirección.