De nuestros lectores
El papa de viaje
No cabe duda de que Juan Pablo II ha puesto patas arriba la casa papal con las frecuentes visitas que ha hecho al extranjero. Es intrigante observar que, en casi todas partes, las masas han quedado maravilladas por su carisma, y, sin embargo, católicos prominentes han criticado públicamente al papa por lo que ha dicho o por lo que no ha dicho. No está claro si el propósito de él es acallar a los que disienten o realzar la importancia de su iglesia en una era en que hay merma en la vocación y aumento en la defección. Los artículos que aparecieron en un número reciente de “¡Despertad!” presentaron una reseña bien equilibrada de las excursiones que él ha realizado hasta la fecha y proveen un conjunto de datos interesantes a la luz de los cuales se puede examinar cualquier visita que él haga en el futuro. Gracias por una información tan excelente.
D. B., Inglaterra
El odioso artículo en el que critican la sinceridad, la conducta y las propensiones del papa Juan Pablo II rebosa de fanatismo al servicio de sus propios intereses, así como de envidia por la extraordinaria capacidad intelectual y carismática de que está dotado Juan Pablo II. En cuanto a la reverencia que Juan Pablo tiene a la Virgen María, no hay nada nuevo acerca de la preeminencia de la posición de María en el corazón y la mente de una cantidad considerable de católicos. Muchos católicos acuden primero, involuntariamente, a la Virgen Bendita debido al singular consuelo y comprensión que reciben de sus propias madres. Esto pudiera verificarse prontamente por medio de la amplia atención que dan al rosario (que esencialmente es una súplica a María) un sinnúmero de católicos que satisfacen a mayor cabalidad sus necesidades espirituales cuando dicen el rosario que cuando recitan cualquier otra oración.
E. L. D., Nueva York, E.U.A.
El papa Juan Pablo II ha estado más activo públicamente a nivel mundial que cualquier otro papa que haya habido en la historia. Porque su ejemplo y enseñanza ejercen influencia sobre muchísimas personas, católicas y acatólicas, nos pareció que teníamos la obligación para con nuestros lectores de publicar una reseña objetiva de las razones por las cuales el papa ha realizado sus viajes y los problemas a que tiene que enfrentarse. Citamos casi exclusivamente a escritores católicos que la Iglesia Católica acepta y respeta, porque queríamos que nuestros lectores estuvieran informados en cuanto a cómo ven estos asuntos católicos prominentes. Sí criticamos sinceramente la veneración de María que hace el papa. Respecto a este punto de vista, tenemos el apoyo de nada menos que Jesucristo. Cuando una mujer mostró cierta tendencia a venerar a María, al decir: “¡Feliz es la matriz que te llevó y los pechos que mamaste!”, Jesús contestó: “No, más bien: ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Lucas 11:27, 28). Además, Jesús dijo de sí mismo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. Y: “Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, esto lo haré, para que el Padre sea glorificado con respecto al Hijo” (Juan 14:6, 13). No dijo nada sobre dirigir oraciones a Dios por medio de María. Instamos a todos los hombres a que basen su esperanza, no en María, sino en el Reino de Dios por medio de su Hijo unigénito, Cristo Jesús. Ése fue el mensaje de Jesús y sus apóstoles, y también es el mensaje para nuestro tiempo. (Vea Mateo 6:9, 10; 24:14.)—La dirección.