El caminar alcanza al correr
“El caminar [...] está cobrando gran popularidad gracias al redescubrimiento de [...] las cualidades [del caminar] que contribuyen a la buena salud.” Eso es lo que declara el folleto Walking for Exercise and Pleasure (Camine para ejercitarse y por placer), publicado por el Consejo del Presidente de los Estados Unidos para la Buena Salud y los Deportes.
Una impresionante lista de beneficios físicos da apoyo a esa declaración. Entre ellos se pueden mencionar los siguientes: aumento en el consumo de oxígeno durante los ejercicios, disminución en el ritmo de reposo del corazón, reducción en la tensión arterial, y aumento en la eficacia del corazón y los pulmones. Por supuesto, esto no se logra si uno camina ociosamente o va arrastrando los pies, señala el folleto, sino que se logra por medio de caminar a un paso que sea “lo suficientemente ligero como para hacer latir el corazón con mayor rapidez y hacer que la persona respire más profundamente”.
Es sorprendente que el caminar a paso ligero quema casi tantas calorías como el correr. Un estudio sobre el consumo de energía entre 24 varones saludables mientras caminaban, trotaban y corrían a distintas velocidades estableció que el “trotar una milla [1,6 kilómetros] en 8 1/2 minutos quema solo 26 calorías más que el caminar una milla en 12 minutos”. El caminar 5 millas [8 kilómetros] en una hora consumió 124 calorías por cada milla, mientras que el correr 9 millas [14,5 kilómetros] en una hora quemó solo 40 calorías más.
Otras ventajas del caminar son las siguientes: No hay que gastar dinero en equipo especial (excepto en un buen par de zapatos), no es necesario preparar los músculos de antemano y casi no se sufren lesiones. Puede que usted concuerde con el lema del folleto: “El caminar: El medio más lento y más seguro para la buena salud”.