Un hombre que tuvo una visión
NACIÓ en Staunton, Virginia, E.U.A., el 28 de diciembre de 1856. Aunque no ingresó en la escuela sino hasta los nueve años de edad, progresó hasta que emprendió la carrera de pedagogía en la Universidad de Princeton. Luego entró en la política. Esta fue una decisión que había de llevarle a su mayor gloria y a su más grande angustia.
Tenía una visión de cómo traer la paz a la humanidad. La sombra de Woodrow Wilson como pacificador se ve aún de un lado a otro de nuestra Tierra desgarrada por la guerra. Basándose en el plan de paz formulado por él, algunos políticos y diplomáticos todavía están esforzándose por traer la paz al mundo.
¿Qué sucedió con la visión de Wilson? ¿Sabía él cómo resolver los problemas relacionados con el odio, la guerra y el derramamiento de sangre?
En 1913 Woodrow Wilson llegó a ser el vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos. Al año siguiente estalló la Gran Guerra en Europa. Esta fue una guerra de muerte y violencia en el barro y el lodo de trincheras llenas de agua estancada, al son de la artillería, las ametralladoras y ataques con gases venenosos, todo lo cual destrozaba los nervios. Se trataba de una matanza en escala masiva.
Al principio, los estadounidenses se opusieron enérgicamente a la idea de verse envueltos en la conflagración europea. Los estadounidenses querían permanecer libres de la lucha entre las grandes potencias europeas. La neutralidad era la idea fundamental de la nación.
El presidente Wilson, como presbiteriano, era un hombre muy religioso e idealista. Sinceramente quería conservar la neutralidad de los Estados Unidos y su aislacionismo. Pero hubo sucesos que él no pudo controlar. En 1915, un submarino alemán hundió el transatlántico Lusitania, lo cual resultó en la muerte de 128 estadounidenses. Pero Wilson rehusó declarar la guerra a Alemania. En 1916 fue reelegido presidente de los Estados Unidos bajo el lema “Él nos mantuvo fuera de la guerra”.
“Se tiene que crear un mundo seguro para la democracia”
El año siguiente los alemanes anunciaron que toda nave, fuera beligerante o neutral, sería un blanco para sus submarinos. Esto significaba que los barcos estadounidenses ya no estaban libres de peligro en alta mar. A Wilson aparentemente no le quedó alternativa. De mala gana declaró guerra a Alemania, y dijo: “Es espantoso dirigir a este gran pueblo pacífico a la guerra, a la más terrible y peligrosa de todas las guerras, en la cual la civilización misma parece estar en la balanza”.
En su discurso al Congreso, dijo que los Estados Unidos estarían luchando “para la paz final de la Tierra y para la liberación de sus pueblos”. Entonces pronunció su famosa oración: “Se tiene que crear un mundo seguro para la democracia”. El Congreso aprobó su decisión el 6 de abril de 1917. Sus compañeros del Capitolio y el público afuera lo vitorearon. Pero él no se sentía jubiloso. “Considera por qué estaban aplaudiendo —dijo él después a uno de sus asistentes—. El mensaje que pronuncié hoy fue un mensaje de muerte para nuestros jóvenes. ¡Qué extraño parece que aplaudan por eso!” Unos minutos después, “se limpió las lágrimas de los ojos y entonces bajó la cabeza sobre la mesa de la cámara del consejo de ministros y sollozó como si hubiera sido un niño”. (Mr. Wilson’s War, por John Dos Passos.)
La neutralidad había llegado a su fin. Su país tomaría ahora parte en la peor guerra que el hombre había conocido hasta entonces.
[Reconocimiento en la página 3]
Archivos Nacionales de E.U.A.