Consuelo para los arrepentidos
¿HA COMETIDO usted alguna vez un error serio por el cual ha sentido profundo pesar después? Esto puede ocurrir hasta en el caso de personas que han servido a Dios por mucho tiempo. El rey David de Israel cometió adulterio, pero cuando mostró arrepentimiento sincero, Dios lo perdonó y lo sostuvo durante los años difíciles de su vida que transcurrieron después. (2 Samuel 11:2-4; 12:13.)
¿Dónde puede usted hallar ayuda y consuelo si ha cometido un error moral serio? La experiencia que tuvo una joven poco después de haber comenzado a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová muestra dónde. Ella explica:
“Mis padres no eran religiosos en absoluto. Papá solía hablar sobre la hipocresía crasa que había en las iglesias que él había investigado personalmente. Sin embargo, enseñó a mis dos hermanos mayores a comportarse como caballeros y a mí como una dama. Papá hasta había tenido largas conversaciones conmigo para explicarme que los placeres sexuales habrían de reservarse exclusivamente para el matrimonio. Él era un hombre excelente; mi familia sintió un profundo vacío cuando él murió en 1967.
”Seis años después comencé a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Pero después de solo unas semanas, interrumpí mis estudios bíblicos al tener que ir a Inglaterra a causa de mi empleo. Allí me enamoré de un buen compañero de trabajo y, con el tiempo, él me propuso matrimonio.
”Pero ¿qué puede suceder cuando una pareja soltera, que está profundamente enamorada, se halla a solas en una hermosa habitación de un hotel donde el perfume de las flores llena el ambiente, la luz es tenue, hay música de fondo y hay una gran variedad de vinos excelentes? Primero viene el tocarse, luego el besarse, y una cosa lleva rápidamente a la otra. Entonces, antes que uno se dé cuenta...
”En aquel entonces yo realmente no sabía lo que la Biblia decía sobre la fornicación, aunque me imaginaba que no la aprobaba. Sin embargo, era muy consciente de lo que mis padres me habían enseñado. La conciencia comenzó a molestarme cada vez más. Me sentía muy desilusionada y avergonzada de mí misma. Pensé en el asunto por casi dos semanas, hasta que no pude soportarlo más. No sabía con seguridad en qué posición me hallaba ante Jehová, y esto me molestaba.
”Finalmente, cobré ánimo y convine en hablar con un amigo llamado Robin; yo había hecho planes con su esposa para continuar estudiando la Biblia. Él era un anciano cristiano de los testigos de Jehová. No sé por qué yo sentía el deseo de confesar lo que había hecho. Ciertamente no veía a Robin como a un sacerdote. Sin embargo, me sentía impelida a ir a él en busca de consejo y guía.
”Robin me escuchó atenta y pacientemente mientras le contaba sin ninguna vacilación lo que yo había hecho. Me prestó su limpio pañuelo blanco para que me secara las lágrimas. Él no hizo ningún comentario, lo cual me pareció que fueron horas. Finalmente, me dijo:
”‘Hija, ¿no sabes que Jehová se interesa en ti? Sé que se necesitó mucho ánimo y humildad para que vinieras a mí. Estas son cualidades excepcionales, verdaderamente extraordinarias. Sé que Dios puede moldear a una persona como tú para que le sirvas. Por supuesto, no estoy diciendo que lo que hiciste fue correcto, porque no lo es. Veamos lo que la Biblia dice sobre tu problema, con la esperanza de que tanto tú como yo seamos edificados y fortalecidos. ¿Qué te parece?’.
”Jamás olvidaré el primer texto bíblico que Robin buscó. Apenas podía leerlo debido a las lágrimas [...] ‘De modo que, al contrario ahora, deben perdonarlo bondadosamente y consolarlo, para que de un modo u otro tal hombre no sea tragado por hallarse demasiado triste’. (2 Corintios 2:7.) Así, durante las últimas semanas que estuve en Londres, Robin y su esposa me dieron mucho consejo e instrucción útiles de la Biblia.
”Le expliqué al hombre a quien yo amaba que me había resuelto a cumplir con las normas de Dios sobre la limpieza moral y le dije claramente que mis intenciones eran llegar a ser testigo de Jehová. Como no comprendía cabalmente la situación, se le hizo difícil aceptar mi decisión, pero finalmente accedió”.
Poco después, esta joven se bautizó y llegó a ser testigo de Jehová. Y aunque estaba muy enamorada de aquel hombre, le dijo que no se casaría con él a menos que él también llegara a ser siervo de Jehová Dios. Con el transcurso del tiempo vio que él no progresaba en sentido espiritual, y por eso rompió sus relaciones con él. Ella emprendió el ministerio de tiempo completo y ha sido precursora regular durante los últimos diez años.
[Comentario en la página 22]
“Primero viene el tocarse, luego el besarse, y una cosa lleva rápidamente a la otra”