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  • El aborto... una polémica mundial
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  • Opiniones en conflicto
  • El dilema católico romano
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¡Despertad! 1987
g87 8/4 págs. 4-8

El aborto... una polémica mundial

¿CUÁNTOS abortos —legales e ilegales— se llevan a cabo en todo el mundo anualmente? El libro Abortion dice que la cantidad puede ser “por lo menos igual a la de muertes de personas adultas”: aproximadamente 45.000.000. Pero la Federación Internacional de Planificación Familiar ha calculado que la cifra podría alcanzar los ¡55.000.000!

La U.R.S.S. fue el primer país que, en el año 1920, legalizó el aborto. Según un informe reciente no confirmado, en ese país hay unos 5.000.000 de casos al año. En China, ciertos funcionarios del Ministerio de la Salud han comentado que en su país la cantidad de abortos se aproxima a los 9.000.000, es decir, una tercera parte de la cantidad de embarazos. En Japón se practican más de 2.000.000 de abortos, y en los Estados Unidos algo más de 1.500.000. Gran Bretaña cuenta con cerca de 250.000 casos.

En España e Irlanda, países católicos romanos, no está legalizado el aborto libre. Sin embargo, cada año hay decenas de miles de mujeres en esos países que todavía se las arreglan para someterse a un aborto. ¿Cómo? Por supuesto, hay clínicas que realizan abortos ilegales, pero lo que muchas mujeres hacen es viajar a un país donde el aborto sea legal, y Gran Bretaña es uno de los más solicitados.

Es obvio que no se practican todos estos abortos debido a que los niños puedan nacer con algún defecto, sea físico o mental, ni debido a que los embarazos sean el resultado de violación o de incesto. Las cifras de Gran Bretaña indican que apenas un 2% de los abortos se deben a estos motivos. Entonces, ¿por qué hay tantos abortos? Se debe a dos razones básicas.

Las cuestiones básicas

En tiempos antiguos el control demográfico no representaba ningún problema. Las tribus y las naciones recibían con agrado el aumento numérico, y en contadas ocasiones tenían las mujeres motivos para limitar el tamaño de su familia. El aborto solía ser ilegal y consecuencia del adulterio o la fornicación.

En contraste, hoy en día hay países donde el mismo gobierno patrocina el aborto. Por este medio puede controlarse el índice de natalidad en algunos países donde existe el peligro de explosión demográfica.

Aunque en muchas naciones occidentales no existe tal peligro, la cantidad de abortos que se practican sigue aumentando. ¿Por qué? “Si creemos en la libertad de la mujer —recalca la portavoz de la Coalición Religiosa Pro Derecho al Aborto, de la ciudad de Nueva York— tenemos que creer que la mujer tiene el derecho de tomar sus propias decisiones morales.”

Pero, una vez que la mujer ha concebido, ¿tiene el derecho incontrovertible de optar por rechazar su papel de madre y abortar? ¿Es aceptable dicho proceder? Este es el punto focal del debate actual en pro y en contra del aborto. ¿Cuál es la respuesta?

Mucho depende de cómo se defina: ¿Qué es la vida? ¿Cuándo comienza? ¿Tiene algún derecho legal la criatura no nacida?

¿Cuándo comienza la vida?

Cuando el espermatozoide masculino une sus 23 cromosomas a los otros tantos del óvulo femenino se concibe una nueva vida humana. Desde este momento de la concepción tanto el sexo como otros detalles de la persona han quedado inmutablemente establecidos. El único cambio será el crecimiento que experimentará durante el período de nueve meses de embarazo. El Dr. John C. Willke escribe: “El decir que usted en un tiempo fue una sola célula es declarar una realidad biológica”. De modo que, ¿comienza la vida en el momento de la concepción? Muchas personas responden que sí, y para ellas el aborto equivale siempre a asesinato.

Otros sostienen que ‘la vida comienza unas veinte semanas después de la concepción inicial’. ¿Por qué opinan de ese modo? Porque es más o menos para entonces cuando la madre empieza a sentir el movimiento del feto. A partir de la vigésima semana pueden nacer fetos vivos. Normalmente se practican abortos hasta la vigésimo cuarta semana de embarazo, siendo este un plazo generalmente aceptado. ¿Es entonces cuando se considera legalmente que la criatura no nacida está viva?

En Gran Bretaña la ley no reconoce a la criatura no nacida como un ser humano. Bajo tales circunstancias un aborto nunca puede calificarse legalmente de asesinato. Pero una vez fuera del cuerpo de su madre, aunque todavía permanezca intacto el cordón umbilical, el matar a ese niño sería un delito criminal. A partir de ese momento la criatura ya tiene derechos legales. Por lo tanto, desde este punto de vista, la vida empieza legalmente al momento de nacer.

La opinión judía, expresada por el principal rabino de Gran Bretaña, concuerda con ese punto de vista. La vida no “empieza hasta el momento del nacimiento”, dice él. Y añade: “No consideramos que la destrucción de una criatura no nacida sea asesinato”. ¿Qué hay entonces del feto, el niño que está creciendo dentro de la matriz? En la obra Marital Relations, Birth Control and Abortion in Jewish Law, el rabino David M. Feldman de Nueva York expresó: “El feto es una parte desconocida, futura y potencial de ‘los secretos de Dios’”.

Opiniones en conflicto

De lo supracitado sería fácil concluir que el aborto es religiosamente aceptable. Pero no todas las religiones opinan igual. Consideremos el punto de vista oficial de la Iglesia Católica Romana.

En el año 1869 el papa Pío IX castigó con la excomunión el aborto de un embrión de cualquier edad. En 1951 Pío XII planteó de nuevo el principio diciendo: “Todo ser humano, hasta el niño que está en la matriz de su madre, recibe su derecho a la vida directamente de Dios, no de sus padres”. En 1985, en Kenia, Juan Pablo II declaró contundentemente: “Acciones como la anticoncepción y el aborto son incorrectas”.

Sin embargo, muchos católicos sostienen actualmente que este criterio está desfasado y debe ser revisado. Como resultado de ello los católicos están divididos en esta cuestión. A continuación se detallan algunos hechos.

El dilema católico romano

El cardenal Bernardin, presidente del Comité Americano de Obispos para Actividades Pro Vida, afirma que el aborto es un mal moral y que la postura oficial de la Iglesia es “obligatoria” para todos los católicos romanos. Asimismo, en el año 1982, James T. Burtchaell, profesor católico romano de teología moral de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), escribió: “Mi argumento es sencillo. El aborto es homicidio: la destrucción de un niño”. Sin embargo, cuatro años después, el sacerdote Richard P. McBrien, presidente del departamento de teología de la misma universidad, hizo hincapié en que el aborto no es una doctrina definida de su Iglesia. a Según este punto de vista los católicos que favorecen el aborto no pueden ser excomulgados, aunque puede que se les considere desleales.

Por motivo de esta ambigüedad en las autoridades eclesiásticas, muchos católicos prominentes se declaran abiertamente en pro del aborto, entre los que se cuentan algunos sacerdotes de los Estados Unidos. Esta también es la postura de varias monjas, algunas de las cuales respaldaron un anuncio polémico a favor del aborto que apareció en un periódico, por lo que fueron amenazadas con ser expulsadas de sus órdenes religiosas.

Además, los legos católicos forman actualmente un grupo activo en pro del aborto. “Comparto la opinión de la mayoría de los legos católicos”, afirmó la Sra. Eleanor C. Smeal, presidenta de la Organización Nacional de la Mujer, en un mitin sobre el aborto celebrado en Washington D.C. Al mismo tiempo, según The New York Times, ni siquiera consideró que su apoyo al derecho del aborto pudiera hacer que fuese excomulgada de la Iglesia Católica Romana.

Se le hace cada vez más difícil a la Iglesia de Roma resolver estos puntos de vista encontrados dentro de sus filas.

Peligros del aborto ilegal

El promulgar leyes y edictos es una cosa. Sin embargo, aun contando con los mejores motivos, el que alguna autoridad trate de imponer una normativa sobre el aborto ya es otro asunto. Hay seres humanos envueltos, profunda y personalmente. Bajo presión la gente puede reaccionar de modo imprevisible.

En el caso de que un grupo antiabortista tenga éxito, sea en impedir que el gobierno legalice el aborto o en revocar la legislación existente, entonces, ¿qué? ¿Se resuelven los problemas? “Una mujer encontrará la manera [de someterse a un aborto], a veces a costa de su propia vida —comentó Marilyn Waring, miembro proabortista del Parlamento de Nueva Zelanda—, y no hay nada que los políticos o las leyes puedan hacer para detenerla.” Y este es un argumento de peso. “¿Qué es preferible?”, preguntan los que abogan a favor del aborto.

En los países en los que el aborto está legalizado, aunque todavía ocurren algunas muertes, este se practica bajo estricta supervisión médica. Por otro lado, los abortos ilegales, clandestinos, tienen un espantoso índice de mortalidad, pues suelen llevarse a cabo en condiciones insalubres y por personal no cualificado. Por ejemplo, se calcula que en Bangladesh mueren cada año 12.000 mujeres como resultado de tales abortos.

Pero en todo esto hay otro factor humano que debe ser considerado. ¿Cómo se sienten los doctores y las enfermeras al tener que practicar abortos en serie? ¿Qué precio, a nivel físico, mental y emocional, se cobra de los padres el aborto? Estas son algunas cuestiones que consideraremos a continuación.

[Nota a pie de página]

a Una “doctrina definida” es la que se considera infalible por haber sido promulgada por la Iglesia Católica Romana con autoridad papal.

[Fotografía en la página 5]

“Tenemos que creer que la mujer tiene el derecho de tomar sus propias decisiones morales”, dicen muchos

[Reconocimiento]

H. Armstrong Roberts

[Fotografía en la página 7]

Muchas mujeres son abiertamente antiabortistas

[Reconocimiento]

H. Armstrong Roberts

[Recuadro en la página 5]

Denominaciones alternativas

Los que apoyan el aborto suelen preferir que se les llame luchadores pro elección, tal como los que se oponen a esta práctica a menudo se llaman a sí mismos luchadores pro vida. Pero para mayor claridad, en estos artículos se han usado los términos proabortista y antiabortista.

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