Una confianza que nunca será traicionada
“CONFÍA únicamente en ti mismo y nadie te traicionará.” Aunque esta cínica observación se hizo hace doscientos cincuenta años, hoy en día muchas personas expresan opiniones similares. La sociedad está impregnada de falta de confianza.
Leo planea volver a casarse, pero insiste en que antes de la boda su novia firme un acuerdo sobre la pensión que recibirá en caso de divorcio. El matrimonio ya no implica confianza.
Larry, un ejemplo típico de muchos jóvenes desempleados, se queja, diciendo: “Cuando la sociedad sabe que puede tomarle a uno, colocarle en un pequeño agujero y dejarle allí, eso es lo que hace”. Ha perdido la confianza en la sociedad.
Después de un reciente escándalo relacionado con un prominente teleevangelista, Juanita, quien antes contribuía a esas causas, se lamentó: “Es un engaño, todo eso es un engaño”. Ni siquiera los líderes religiosos son siempre dignos de confianza.
Con sabiduría la Biblia advierte en contra de confiar ingenuamente en los hombres y en las instituciones humanas. El salmista escribe: “No cifren su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre”. Sin embargo, el mismo salmo sí nos aconseja que confiemos en alguien que nunca traicionará nuestra confianza: el Dios Todopoderoso. (Salmo 146:3, 5.)
Es cierto que muchos líderes nacionales y hasta naciones enteras dicen con frecuencia que cifran su confianza en Dios. De hecho, durante los últimos cien años, muchos de los billetes y las monedas de Estados Unidos han llevado inscrito el lema: “IN GOD WE TRUST (Confiamos en Dios)”. Pero la historia indica que, más bien que confiar en Dios, la humanidad en general ha cifrado su fe en el poder económico, el militar y el político.
¿Puede encontrarse hoy en día un pueblo que realmente cifre confianza en Dios? ¿Es recompensador? ¿Cómo les beneficia?
Durante el verano de 1987, millones de personas se reunieron en cientos de ciudades por todo el hemisferio septentrional para reafirmar su confianza en Dios. El tema de sus asambleas, organizadas por los testigos de Jehová, era “Confianza en Jehová”. Según lo expresó un periódico de Norwich (Inglaterra), el tema de la asamblea de este año reflejaba el desencanto reinante con respecto al mundo. Pero los Testigos no se reunieron para lamentarse del fracaso de las instituciones humanas, sino, más bien, para considerar maneras en las que ellos podían fortalecer su confianza en Jehová, así como para repasar los beneficios que produce seguir tal proceder.
¿Qué unió a esas personas? Su confianza en Dios y en su Palabra, la Biblia. Un artículo publicado en un periódico de Granada (España) explicó lo que las motivó a asistir a la asamblea: “Familias enteras se han desplazado hasta Granada, niños pequeños, los abuelos y los padres para escuchar la palabra de Jehová porque así lo indica la Biblia. Este hecho provoca un efecto unificador de la familia así como se estrechan los lazos de amistad”.
Los asistentes manifiestan confianza en Dios
Para muchos, el simplemente estar presente en una de las asambleas fue una evidencia de su confianza en Jehová. Este fue el caso de Simone Grijmonprez, quien estuvo todos los días en la asamblea de Kortrijk (Bélgica) a pesar de una grave enfermedad que la obliga a estar con una bombona de oxígeno seis horas al día.
En la asamblea de Ferrol (España) estuvo presente Roberto González, quien, a pesar de ser cuadripléjico, es un ministro de tiempo completo. Aunque está confinado en una silla de ruedas y tiene que permanecer en cama durante dos o tres meses cada año, dedica un promedio de unas noventa horas al mes predicando en las calles a amigos y vecinos sobre el valor de la confianza en Dios. Él puede hablar por experiencia, porque fue precisamente su confianza en Jehová lo que le permitió vencer su adicción a las drogas, un hábito que le dejó con un saldo de siete arrestos y una parálisis incurable desde la edad de dieciocho años. Ya ha ayudado a siete de sus anteriores compañeros a confiar en Dios más bien que en los narcóticos para disfrutar de una vida feliz.
Algunos tuvieron que hacer sacrificios económicos para estar presentes. Este fue el caso de muchos Testigos del archipiélago de las Azores, quienes tuvieron que viajar a otra isla para asistir a la asamblea que se celebró en Angra do Heroísmo. Una familia de cinco miembros pasó varios meses engordando dos vacas para venderlas y así poder pagarse el viaje.
La confianza en Dios significa confiar en sus normas
“Confía en Jehová y haz el bien”, dijo el salmista David. (Salmo 37:3.) Por consiguiente, los Testigos creen que la confianza sincera en Dios tiene que evidenciarse mediante la buena conducta. De modo que el servir a un Dios digno de confianza les ha motivado a convertirse en personas dignas de confianza. Esto es algo de lo que se han dado cuenta muchos observadores.
En la asamblea celebrada en Le Havre (Francia), un trabajador de la compañía telefónica estaba instalando un cable en el estadio y expresó su preocupación en caso de tener que dejar sus herramientas desatendidas. Un funcionario del Ayuntamiento le aseguró: “No tiene por qué preocuparse de eso con los Testigos. Lo peor que le puede pasar es que después tenga más herramientas de las que tenía antes”.
En una de las asambleas de Suecia, el propietario de un motel dejó a los Testigos que estaban organizando la asamblea todas las llaves maestras de su establecimiento. Permitió que ellos lo dirigieran sin que estuviese presente ninguno de sus trabajadores. “Nunca antes habíamos hecho esto —dijo el propietario—, pero confiamos en ustedes.” Después de la asamblea, él expresó su satisfacción por la manera como los Testigos habían cuidado el motel.
Comentarios de aprecio por la conducta de los Testigos
La confianza en Dios también mueve a las personas a poner en práctica Sus normas de limpieza y orden. Las motiva a ofrecer voluntariamente sus servicios y las ayuda a trabajar juntas en armonía. Este aspecto de las asambleas ciertamente no pasó inadvertido.
El alcalde de Terni (Italia) envió el siguiente telegrama a la asamblea reunida en aquella ciudad: “Desearía transmitirles los sentimientos de respeto y aprecio que siente la entera ciudad por el elevado civismo demostrado al usar y preparar las instalaciones que les hemos facilitado. Cordiales saludos para todos los participantes en la asamblea”.
Uno de los directores del Ice Hall de Mikkeli (Finlandia), al observar el espíritu de los Testigos que se ofrecieron voluntarios para organizar la asamblea, exclamó: “No he encontrado nada negativo aquí, solo positivo. El espíritu de los trabajadores voluntarios es estupendo. Es un placer ver a personas alegres disfrutar de su trabajo”.
Un conductor de autobuses que estuvo presente en la asamblea de Nancy (Francia) comentó: “No estaba familiarizado con los testigos de Jehová, pero ahora los conozco mejor. En el pasado siempre había oído comentarios negativos sobre ellos. Pero ahora veo las cosas de manera diferente. Me resulta difícil describir la profunda sensación de bienestar que reina aquí. Nadie empuja, nadie se irrita y todo funciona como un mecanismo de relojería”.
En Pergusa (Italia), un periódico publicó una carta escrita por un grupo de residentes de la localidad que agradecían a los Testigos su excelente comportamiento, especialmente su limpieza y la manera como cuidaron las instalaciones del estadio. “Todos deberían comportarse como ellos —decía la carta—, pero desgraciadamente las cosas son diferentes cuando se celebran otros tipos de concentraciones.”
Varios discursos de las asambleas subrayaron la necesidad de imitar las cualidades divinas. Los testigos de Jehová se esfuerzan por hacer precisamente eso. Para algunas personas fue animador ver el progreso que los Testigos han hecho en este campo.
Un vendedor de periódicos cuyo establecimiento está cerca del lugar donde se celebró la asamblea de Edimburgo (Escocia) exclamó: “Siempre me encanta que los Testigos vengan a Murrayfield. Son tan agradables y educados cuando vienen a la tienda... no se empujan ni refunfuñan ni se pelean para que se les atienda. Es un placer tenerles aquí, y espero verles cada año”.
Un periodista de Bélgica dijo: “En ningún otro sitio hemos visto algo semejante”. Otro periodista comentó: “En nuestros días es inconcebible, desde un punto de vista puramente humano, que todavía se organicen reuniones tan grandes con un ambiente tan fraternal”.
Tomas Bresky, un entrevistador de televisión sueco, estuvo presente en la asamblea de Lulea (Suecia). Resumió sus impresiones de la siguiente manera: “Uno se siente cautivado [...] después de haberse mezclado con estas personas unos cuantos días. Tan firmes en sus convicciones, tan íntegros, con una confianza tan sólida en la Biblia. ¿Quién no se siente atraído por una organización que funciona? El alimentar a diez mil personas parece como si solo fuera cuestión de distribuirles unos cuantos panes y pescados. ¿A quién no le gustaría tener unos hijos tan callados y pacientes? Aquí uno puede encontrar verdadera disciplina y orden”.
Los candidatos al bautismo muestran confianza en Jehová
En cada asamblea se proveyó oportunidad para que los asistentes simbolizaran su dedicación mediante bautismo en agua. El discurso que precedió a esta ceremonia dejó establecido que tal decisión refleja confianza en Jehová. Muchos de los que se presentaron para el bautismo ya habían experimentado los beneficios de tal confianza.
En la asamblea de Navan (Irlanda) se bautizó Noel Donaghue. No mucho antes había estado en la miseria, viviendo en una casa abandonada de Liverpool (Inglaterra), y ni siquiera se cuidaba debido a su depresión y profunda desesperación por causa de las condiciones del mundo. Su salud empeoró, y desarrolló ideas suicidas. Finalmente, en febrero de 1984 tuvieron que amputarle las piernas porque se le congelaron.
Algún tiempo después en ese mismo año volvió a su hogar en Irlanda, y los testigos de Jehová se pusieron en contacto con él. Al poco tiempo empezó a asistir a las reuniones, y su desesperación fue reemplazada por una verdadera esperanza en el futuro. “La primera mitad de ese año fue terrible —dijo—, pero la segunda mitad fue maravillosa.” Ahora tiene un punto de vista optimista, el cual queda reflejado en la respuesta que dio cuando se le preguntó cómo se las arreglaba para predicar de casa en casa con sus piernas ortopédicas. “Bueno —respondió—, ¡por lo menos no tengo la molestia de sentir los pies fríos en invierno!”
Entre los candidatos al bautismo hubo personas de edad avanzada que también habían aprendido a confiar en Dios. En la asamblea de distrito celebrada en el estadio de Colombes, cerca de París, se bautizó Claudine Adolphe, una señora de noventa y un años. Su hija se había hecho Testigo unos años antes, y Claudine, a pesar de su edad avanzada, empezó a fijarse en la fe y la manera de vivir de los testigos de Jehová. Al haber perdido en la muerte a varios miembros de su familia, se sintió muy reconfortada por la esperanza bíblica de la resurrección que se le explicó. Empezó a estudiar la Biblia y llegó a conocer a Jehová y a confiar en Él, el Dios que promete devolver la vida a los muertos.
José Benito, quien se bautizó en Ferrol (España), también pudo testificar en cuanto al valor de confiar en Jehová. Durante cuatro años había estado luchando para vencer su adicción a las drogas, pero sin éxito. Entonces empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová, y el conocimiento exacto de la Palabra de Dios, junto con la fuerza que Dios suministra, le ayudaron a librarse de este hábito. Siempre había sentido cierto aprecio por los asuntos espirituales, y mientras estaba bajo la influencia de las drogas, solía predicar en bares y en las esquinas de las calles su doctrina particular concerniente a Jesús y a la necesidad de que haya paz. Las personas de su ciudad le apodaron sarcásticamente “el enviado”. Ahora ha puesto su vida en armonía con los requisitos de Dios y ha aprendido a predicar de una manera digna y razonable.
Aprecio por el programa de la asamblea y las nuevas publicaciones
A los Testigos, procedentes de muchos países, les entusiasmó el instructivo programa y el compañerismo de que disfrutaron. Una predicadora de tiempo completo que había sido monja católica por cuarenta y tres años hizo esta observación: “Lo que sigue asombrándome es la excelente unidad mundial. ¡Cuán a menudo me digo: ‘Solo Jehová puede ser el organizador de tales acontecimientos, que son únicos en un mundo cada vez más dividido en todos los niveles de la vida’!”.
Un padre de tres hijos procedente de Stoke on Trent (Inglaterra) escribió: “En cada discurso parecía que había una idea especialmente para nosotros. Todas las noches, al regresar a casa, dábamos gracias a Jehová por tal provisión”.
En las asambleas de habla hispana los asistentes recibieron deleitados el libro Ayuda para entender la Biblia en español. Un hermano de Granada (España) obtuvo un ejemplar, y estaba hojeándolo mientras esperaba en una gasolinera enfrente del estadio donde se celebraba la asamblea. Uno de los empleados notó el título del libro y dijo: “Esto es precisamente lo que hace falta, algo que ayude a la gente a entender la Biblia. Yo, desde luego, no la entiendo”. El hermano se ofreció para ayudarle, y a la semana siguiente este hombre empezó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová.
Sobre todo, el programa de la asamblea subrayó la necesidad de confiar en Dios y en su Reino, más bien que en las instituciones humanas. En Italia, un conocido periodista notó este aspecto singular de la fe de los testigos de Jehová. En un programa de televisión de ámbito nacional explicó: “Ellos creen firmemente en este mensaje [...] del regreso victorioso de Cristo, el cual ciertamente se encuentra en los escritos del Nuevo Testamento. Yo diría que tanto la iglesia católica como todas las grandes religiones cristianas han echado a un lado estos temas. Los han relegado a un lugar secundario en la fe cristiana, y estos movimientos [los Testigos] los han vuelto a descubrir. En este sentido es una auténtica recuperación, una buena recuperación”.
Esta “recuperación” de las doctrinas cristianas fundamentales ha permitido que los Testigos reemplacen el escepticismo por la fe, la desesperación por la esperanza y la falta de confianza por la confianza. Saben que Dios nunca traicionará la confianza que han depositado en Él. Esta serie de asambleas demostró que vale la pena confiar en Dios y vivir en armonía con dicha convicción. Al finalizar el programa, los asistentes regresaron a sus hogares determinados más que nunca a ‘confiar en Jehová con todo su corazón’. (Proverbios 3:5.)
[Fotografías en la página 17]
El drama de Rahab
Roberto González, España
[Fotografías en la página 18]
Arriba: Claudine Adolphe, Francia
Centro: Crystal Palace National Sports Centre, Inglaterra
Bautismo en símbolo de dedicación
[Recuadro en la página 21]
ASAMBLEAS CELEBRADAS EN 1987
INFORMES RECIBIDOS HASTA LA FECHA
País Número de Asistencia Número
asambleas máxima bautizados
Alemania 24 159.361 1.455
Austria 5 24.686 360
Bélgica 7 31.121 319
Dinamarca 5 23.029 200
España 15 105.591 2.394
Finlandia 6 26.144 284
Francia 19 138.683 2.705
Gran Bretaña 15 155.743 1.212
Grecia 5 28.811 418
Irlanda 2 4.326 61
Italia 34 221.227 5.496
Luxemburgo 1 1.458 8
Malta 1 674 13
Noruega 4 12.703 218
Países Bajos 9 43.510 231
Portugal 12 55.057 1.102
Suecia 10 30.099 312
Suiza 5 19.459 261
18 países de Europa 179 1.081.682 17.049
Otros 23 países 233 1.866.875 23.270
TOTAL 41 PAÍSES 412 2.948.557 40.319