Cómo ser un buen comprador
EL ARTE de saber comprar nunca ha sido más importante que en estos días de precios elevados e inflación. En país tras país, los precios han alcanzado niveles alarmantes, y hay poca esperanza de que bajen en el futuro inmediato. En muchas familias, tanto el padre como la madre tienen que trabajar simplemente para poder subsistir. Cuán importante es, por lo tanto, que uno sepa cómo, dónde y cuándo comprar, además de la manera de gastar su dinero del modo más prudente.
Conozca el valor de las cosas
Uno de los factores más importantes para ser un buen comprador es conocer el valor de las cosas. Algo que esté de rebajas —sea una pieza de ropa, un electrodoméstico o comida— no representará ningún ahorro si es de poca calidad, necesita que se le hagan arreglos o reparaciones importantes o es algo que finalmente no se utiliza.
Por ejemplo: cuando compre ropa, pregúntese: ¿Es de buena calidad el tejido? ¿Está bien confeccionada la prenda? ¿Necesita que se la arregle? ¿Cuántas veces voy a ponérmela? ¿Pasará pronto de moda? ¿Es fácil de limpiar? Una prenda que necesite limpiarse en seco a la larga puede resultar más cara que una prenda lavable cuyo precio sea superior. De modo que un factor que hay que tener en cuenta son los cuidados que requiere la prenda. Pueden calificarse de verdaderas gangas aquellas prendas que le vienen a uno a la medida, favorecen el rostro y la figura, y pueden llevarse por años y seguir gustando.
A la hora de comprar muebles y electrodomésticos, sean nuevos o usados, aplican los mismos principios. ¿Es un artículo de buena calidad? ¿Funciona? Si necesita reparaciones, ¿puede hacerlas usted mismo? ¿Cuál será el coste final? El formularse estas preguntas, especialmente cuando compra objetos de segunda mano —sea en un rastro o a un particular—, puede ayudarle a reprimir el impulso de comprar y ahorrarle un buen dinero.
Para comprar el electrodoméstico que más nos convenga, es necesario saber lo que cuesta tenerlo en funcionamiento. El tener que pagar facturas elevadas por reparaciones y mantenimiento puede incrementar considerablemente el coste de un aparato. Piense también en dónde va a utilizarlo. Por ejemplo: un aparato de aire acondicionado colocado en una ventana soleada consumirá mucha más electricidad para refrescar una habitación que si se coloca en una que esté a la sombra. El tiempo que está en marcha un aparato, además de su tamaño, los años que tiene y su eficacia, es lo que determinará la cantidad de energía que gasta y, por lo tanto, su coste global.
Sepa cuándo comprar
El saber cuándo comprar a veces puede ser más importante que el saber dónde hacerlo. Por lo general, las mejores gangas en prendas de verano se pueden conseguir a finales de la temporada de verano. La mayor parte de las tiendas de confección tienen rebajas de liquidación en esas fechas a fin de hacer lugar para las prendas de otoño. Lo mismo sucede a finales de la temporada de invierno. Se puede ahorrar más si se compran al finalizar el invierno y poco antes de que empiecen a aparecer las de primavera. Es cierto que quizás no se dispone de tanta selección, pero, normalmente, hay suficiente donde escoger.
Como la mayoría de los modelos de automóviles no cambian mucho de año en año, se puede ahorrar si se compra un automóvil nuevo a finales del año en los países donde los concesionarios quieren desprenderse de sus existencias para recibir los modelos del año siguiente. No tema preguntar qué tipo de garantía y qué servicios se ofrecen con la compra. Con el tiempo, estos pueden resultar de más valor que algunas de las prestaciones del automóvil.
Compre únicamente lo que necesite
Se requiere mucha disciplina para resistir el impulso de comprar. Y eso es especialmente cierto cuando se compra comida. Los artículos alimenticios están entre los que más reducen el presupuesto familiar.
Al mismo tiempo, si lo planea con cuidado, puede pagar bastante menos por la comida que compra. Con esto presente, cumpla una regla fundamental: nunca compre comida cuando tenga hambre. Nunca. De lo contrario, se encontrará comprando cosas (por lo general, dulces) que normalmente no compraría. ¿No le ha sucedido alguna vez?
El hacerse una lista de compras y apegarse a ella es otro factor imperativo para mantenerse dentro de su presupuesto. A menos que lo haga, cada vez que entre en la tienda saldrá con más de lo que había planeado comprar. Según las encuestas efectuadas, una mujer que planea comprar tres artículos en un supermercado, si no lleva una lista, terminará con ocho o diez, mientras que un hombre, ¡con casi veinte! Por supuesto, los establecimientos contribuyen a ello. ¿Cómo?
En los supermercados, los artículos de primera necesidad, como pueden ser productos lácteos, carnes y verduras, normalmente se encuentran lejos de las cajeras. De modo que, para llegar a ellos, hay que pasar por entre otros muchos productos. Y antes de que encuentre lo que entró a comprar, es posible que ya tenga la cesta medio llena. Evidentemente, el llevar una lista en la mano es fundamental para reducir compras innecesarias.
Antes de comprar, también es sabio enterarse de lo que está de oferta. Así, si su presupuesto se lo permite, puede abastecerse de alimentos básicos y planear el menú de la semana siguiente en consonancia con lo que tenga. El conocer los productos que hay y sus precios habituales le ayudará a no caer en las artimañas del mercado cuando se promociona un producto, pero realmente no se vende más barato. Otra ayuda es comprar a mediados de la semana. El establecimiento no estará tan concurrido, no se verá con tantas prisas y todavía podrá beneficiarse de las ofertas. Recuerde también que es mejor comprar las frutas y verduras durante su temporada. Entonces son más económicas y muchas veces hasta puede hacer conservas con ellas. Es obvio, pues, que hay que planear bien antes de comprar.
Es posible que vea prudente no dejar que sus hijos le acompañen a la compra. ¿Por qué? Porque no solo le van a distraer, sino que se les ha condicionado para obligarle a comprar lo que ven en la televisión. Muchas madres han sido manipuladas por sus hijos mientras estaban en la cola para pagar y han comprado juguetes innecesarios y golosinas que han sido colocadas convenientemente al alcance de los niños. Una madre de la región central de Estados Unidos admitió que era casi imposible ir de compras con su hijito sin “tenerle que comprar” un nuevo camión o automóvil de juguete. Si esto le sucede a usted a menudo, es importante que se esfuerce por ser firme con sus hijos, a la vez que les muestra amor, si estos le acompañan cuando va de compras.
La regla de comprar solo lo que se necesita es aún más aplicativa con la ropa cuando se dispone de un presupuesto ajustado. Afortunadamente, la cantidad que se gasta en ropa puede ser controlada, reducida y hasta eliminada por un tiempo. ¿Cómo? Primero, pasando la ropa a otros miembros de la familia. Aunque algunos niños son reacios a llevar ropa que ha sido de otro, si se les anima a ver que su cooperación ahorrará dinero a la familia, posiblemente su resentimiento desaparezca. Y aún lo asimilarán mejor cuando vean que los ahorros se utilizan para que la familia salga, vaya de vacaciones y realice junta otros proyectos.
Otra posibilidad es organizar reuniones entre amigos y vecinos para intercambiar ropa y artículos del hogar. El color de cierto vestido puede que no le siente bien a una mujer, pero ser perfecto para otra. Unos zapatos que eran demasiado pequeños o demasiado grandes puede usarlos otra persona. Ciertos artículos o aparatos que no se utilicen en una casa quizás sean necesarios en otra y, por lo tanto, podrían intercambiarse. Lo mejor de todo es que estas cosas se reciben sin ningún desembolso de dinero... el sueño del comprador.
Compare antes de comprar
Se puede ahorrar bastante si se comparan los precios de diferentes establecimientos. También, cuando compre algo en cantidad, investigue dónde le ofrecen un mayor descuento. Por ejemplo: algunas tiendas de pintura ofrecen un descuento de un 10% si se compra un mínimo estipulado del mismo color. Muchas veces se puede hacer la compra en grupo y compartir el producto y el ahorro.
Al comprar alimento se puede seguir el mismo procedimiento. Entérese de cuándo y dónde hay ofertas. No sea esclavo de las marcas. Una marca conocida quizás se venda más, pero no es necesariamente más nutritiva. Las marcas conocidas normalmente son más caras para poder sufragar los gastos de publicidad y empaquetado. En cambio, los productos con marca del establecimiento puede que sean de calidad semejante.
En algunos países se han ofrecido en los últimos años artículos denominados “no frills” (sin detalles superfluos), los cuales son de beneficio para cualquier presupuesto. Suelen estar empaquetados en envoltorios sencillos y nada llamativos, de lo que se ha derivado su nombre. Pero no los juzgue antes de probarlos. La calidad y el sabor de muchos de estos productos son comparables a los de los productos de marcas conocidas, aunque son mucho más baratos. A veces sucede lo mismo con algunos medicamentos. En lugar de identificarse el fármaco mediante una marca registrada, se conoce por su nombre químico. Su composición es la misma, pero cuesta mucho menos.
Por supuesto, hay que ejercer cuidado a la hora de comparar. Si uno se recorre toda la ciudad tan solo para conseguir uno o dos artículos rebajados, lo que ha ahorrado ya lo ha perdido en el transporte. Sea sensato. Usted también puede ahorrar si compra en el mismo establecimiento regularmente. Así se entera de cuándo ponen rebajas o artículos de oferta. También aprende dónde están los productos y no pierde tiempo buscándolos. Para los que tienen un horario muy ocupado, no perder tiempo puede ser tan importante como ahorrar dinero.
No caiga en la trampa
La mayor parte de los supermercados tratan de promocionar el impulso de comprar. Como sus métodos suelen ir dirigidos al subconsciente, es necesario contrarrestar sus tácticas con conocimiento, diligencia y disciplina.
Uno de los ardides que utilizan es el empaquetado. ¿Se ha dado cuenta de que muchos productos tienen fotografías a todo color del alimento que contienen? Muchos envoltorios son de color rojo o tienen letras rojas. Por eso, cuando se comparan, los artículos “no frills” parecen insulsos... ¡no estimulan el apetito!
Tenga cuidado con la manera de presentar el precio de algunos productos. Recuerde: el decir que algo cuesta solo 99, 199, 299 y así por el estilo es una trampa psicológica que produce resultados en el caso de muchas personas. Además, no se sienta obligado a comprar artículos que quizás no necesite simplemente porque se anuncian en paquetes de tres rebajados.
Otra forma de influir en los clientes para que compren es por la manera de colocar el alimento en la tienda. Los artículos que dejan más margen de ganancia o la comida de poco valor nutritivo suelen exponerse al final de los pasillos, donde el comprador tiene que andar más despacio. Los productos más caros normalmente se encuentran a la altura de los ojos. Compare su precio con el de los productos que están en el último estante de arriba o de abajo.
Los cupones ahorran dinero, pero también promueven ventas. Tan solo en 1980, en Estados Unidos se emitieron más de 90.000 millones de cupones. Muchas personas compran los productos sencillamente porque tienen los cupones. De modo que recuerde: los cupones solo representan un ahorro si los canjea por productos que necesita y utiliza con regularidad. No hay nada que sea una ganga si realmente no lo necesita... sin importar lo poco que cueste.
No baje la guardia al acercarse a la cajera. Quizás haya evitado muchas trampas, pero ahora está acorralado... tiene que esperar en la cola. Y ¿qué hay allí para tentarle? Pues, golosinas, revistas y aquellos juguetes que los niños pueden tomar y colocar sigilosamente en su carro de la compra. Cuando por fin los ve, suele ser demasiado tarde. O ya los ha pagado o tiene que enfrentarse con la determinación de su hijo. ¡El establecimiento ha ganado!
Pero puede que sea usted quien gane. Los buenos compradores no solo pueden mantenerse dentro de su presupuesto, sino que también pueden ahorrar dinero al comprar. ¿Puede mejorar en ese campo? ¿Por qué no se pone la meta cada semana de buscar nuevas maneras de comprar y ahorrar? Su familia se beneficiará y usted también.
[Fotografía en la página 22]
Los artículos más caros suelen estar a la altura de los ojos, asi que compárelos con los de arriba y los de abajo
[Recuadro/Ilustración en la página 21]
¿Sabe usted...
por qué los artículos de primera necesidad suelen estar lejos de las cajeras?
cómo los comercios ayudan a los niños a manipular a sus padres para que les compren cosas?
cómo puede ahorrar al comprar medicamentos?