Unas casetes cambiaron su vida
Un Testigo de Barbados estaba estudiando la Biblia con un muchacho cuyo hermano era marinero. Este había viajado por el extranjero, y le había desilusionado lo que había visto de la religión. Se burlaba del interés que su hermano mostraba en la Biblia. Aunque escéptico, aceptó algunas publicaciones bíblicas y también algunas casetes con grabaciones de la Biblia, y se las llevó en su siguiente viaje. Para cuando llegó a Australia, ya había leído todas las publicaciones y escuchado las casetes. Quería saber más. Dio la casualidad de que unos Testigos australianos visitaron su barco, y él aceptó gustoso más publicaciones bíblicas.
Después de varios meses en el mar, regresó a Barbados... totalmente cambiado. Dejó de fumar tabaco y marihuana, abandonó el juego y la bebida y dejó atrás sus costumbres inmorales. Finalmente, se bautizó. ¿Qué le hizo cambiar? Reflexionando en lo ocurrido, dijo: “Las casetes de la Biblia me descubrieron las Escrituras e hicieron que me resultase muy fácil absorber las verdades bíblicas”.