Mayor cooperación entre el médico y el paciente testigo de Jehová
LOS médicos de todo el mundo tienen un dato básico referente a los testigos de Jehová: rechazan las transfusiones de sangre. Sin embargo, hay quienes no suelen saber mucho más acerca de ellos, por lo que cuando quieren transfundir sangre a un paciente Testigo, su negativa suele parecerles del todo irrazonable y puede que surja una brecha insalvable entre ellos.
Muy pocos médicos se dan cuenta de que los Testigos no se niegan a recibir tratamiento médico y que su postura en la cuestión de la sangre es inmutable y tiene como base sólida los preceptos de las Escrituras. Además, los nuevos descubrimientos científicos sobre los peligros de las transfusiones homólogas y la seguridad de las alternativas a la transfusión han refrendado ampliamente lo razonable de esta postura bíblica. Sin embargo, ¿cómo pueden los testigos de Jehová difundir esta información entre la comunidad médica?
Comités de enlace con los hospitales
Con ese propósito, el Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová organizó la creación de comités de enlace con los hospitales en ciudades grandes con complejos hospitalarios importantes. En Estados Unidos, existen unos cien comités, con un promedio de cinco ministros en cada uno, que sirven de enlace entre la profesión médica y los Testigos. A principios de este año, el proyecto se extendió también a otros países. Del 19 de febrero al 27 de marzo, tres miembros del Servicio de Información sobre Hospitales de Brooklyn visitaron ocho sucursales de los testigos de Jehová en la zona del Pacífico.
El objetivo era triple: la celebración de seminarios para entrenar a ministros Testigos seleccionados de antemano para formar comités de enlace, el entrenamiento del personal para que organice una mesa de Servicio de Información sobre Hospitales en cada sucursal, y visitar a médicos y hospitales para fomentar la utilización de tratamiento sin sangre en testigos de Jehová. Se celebraron cuatro seminarios: uno en Sidney para Australia y Nueva Zelanda; uno en Manila para Filipinas, Hong Kong y Taiwan; otro en la ciudad de Ebina para Japón y Corea, y el último en Honolulú para Hawai.
El programa utilizó diapositivas y vídeo para explicar la función y composición de la sangre, así como la creciente lista de alternativas médicas a la sangre homóloga. Se consideraron maneras de ayudar a los pacientes testigos de Jehová cuando se encaran a problemas que implican el uso de sangre. El seminario también enfatizó la necesidad de cooperar con los médicos y hospitales, facilitando su labor y haciendo más fácil el respeto de nuestra postura. Uno de los miembros de un comité médico japonés declaró: “El programa realmente nos ha preparado para emprender la tarea de cultivar comprensión”. En los cuatro seminarios se entrenó a más de trescientos cincuenta Testigos de diversos antecedentes.
Antes de las visitas, las sucursales programaron reuniones con cirujanos destacados y otros miembros del personal de grandes hospitales para analizar el tema del tratamiento sin sangre en testigos de Jehová. Para realizar estas visitas, se asignó a tres equipos de cada sucursal, dirigido cada uno por uno de los tres representantes de Brooklyn. Esto no solo sirvió de preparación sobre el terreno para los que fueron asignados a un comité de enlace, sino que además les permitió hablar con desenvoltura a médicos y profesionales de la salud. En un período de seis semanas se hicieron más de cincuenta y cinco visitas.
Cooperación y coordinación
Los resultados fueron alentadores. En Australia un equipo se reunió con el ayudante del ministro de salud del estado de Nueva Gales del Sur. Hablaron sobre la realización de operaciones sin sangre en diversos centros hospitalarios y propusieron que Australia se convirtiese en el núcleo de este tipo de cirugía para testigos de Jehová en el Pacífico Sur. Él no puso objeciones a que se organizaran equipos de médicos para la realización de este tipo de cirugía. Se hicieron 22 visitas en Australia. El director de un hospital comentó: “Ustedes están mejor informados que nosotros sobre la sangre y los tratamientos alternativos”. El director ejecutivo de un grupo de siete hospitales aseguró que escogería un profesor de cirugía con vistas a establecer un equipo de cirujanos en uno de sus hospitales que suministrara tratamiento sin sangre para los testigos de Jehová.
En el centro cardiológico de Manila —considerado por algunos el mejor de Oriente— comentaron con la directora médica que aproximadamente cien pacientes testigos de Jehová en lista de espera para cirugía cardiaca habían sido puestos en último lugar porque rehusaban aceptar sangre. Como consecuencia, la directora prometió poner fin a tal práctica. Se comentó con el director médico del hospital más prestigioso de Filipinas, el St. Luke’s, lo que la bibliografía médica dice ahora sobre la cirugía sin sangre y concordó en que es el procedimiento más seguro. “Es lo que se va a imponer”, admitió. “Es la única forma de evitar el sida y la hepatitis.” Indicó que estaba dispuesto a dar a los Testigos la oportunidad de tener a su disposición tratamiento sin sangre en su hospital; y él es precisamente el presidente del banco de sangre de dicho hospital.
En el seminario de tres días celebrado en Japón, Corea estuvo representada por una delegación de cuarenta y cuatro testigos de Jehová, cinco de los cuales eran médicos. De Japón vinieron 255 ministros Testigos, entre los que había 41 médicos, algunos de ellos neurocirujanos y anestesistas, además de dos abogados. Se establecieron veinte comités en Japón y siete en Corea.
Después del seminario, los instructores se reunieron con los miembros de los comités locales de enlace para visitar a los médicos y hospitales de la zona de Tokio y fomentar así la cooperación. “Visitamos a un profesor adjunto de obstetricia de un hospital universitario”, informa un ministro japonés. “Ha asistido en el parto a por lo menos diez mujeres Testigos. Una de ellas había perdido 2.800 centímetros cúbicos de sangre y su nivel de hemoglobina había bajado hasta 3,5 gramos/decilitro. (El promedio para mujeres es de 14 gramos/decilitro.) Pero el médico asistió el parto sin utilizar sangre. Aunque es budista, su norma es la de respetar las creencias de sus pacientes, y estuvo de acuerdo en seguir atendiendo a pacientes testigos de Jehová.”
Un director médico de Yokohama concordó en que su hospital estuviese en la lista de los que cooperarían y dijo que estaría dispuesto a aceptar a pacientes Testigos que hubiesen sido rechazados en otros hospitales. “Tratar a los testigos de Jehová sin sangre”, dijo el médico, “es un verdadero desafío, pero los aprecio porque me dan la oportunidad de mejorar mis habilidades médicas”. También en Yokohama un ginecólogo comentó: “Lucharía en los tribunales por los derechos de los pacientes si se me demandara por respetarlos y no administrar transfusiones de sangre”.
Los comités que se establecieron en Corea están dando buenos resultados. El 26 de mayo se hizo una visita al Hospital Universitario de Yonsei, que es muy conocido en toda Corea y tiene tres sucursales. Asistieron a la reunión miembros de todas ellas, un total de 62. Un profesor de anestesiología habló sobre el “tratamiento anestésico de los pacientes testigos de Jehová”. La información que dio se publicará en una revista anestesiológica de Corea, y como se trata de uno de los principales hospitales de este país, influirá de forma muy positiva en otros hospitales y médicos. No surgió ninguna pregunta que no fuera perfectamente explicada en el seminario de Japón.
En Hawai se crearon cinco comités de enlace y todos se reunieron en Honolulú para el seminario. La mayoría de ellos realizaron visitas a hospitales. El director del centro de cuidados sanitarios de Hawai dijo que escribiría un artículo sobre nosotros en una carta que enviaría a todos los hospitales de Hawai.
En el centro de cuidados sanitarios más grande, el Queen de Honolulú, el comité hizo resaltar que la fórmula de consentimiento informado que utilizaba el centro contenía un error de redacción que desvirtuaba la postura de los Testigos. Implicaba que los Testigos preferían morir antes que recibir una transfusión de sangre para “salvarles la vida”. Se aclaró que esta no era nuestra posición en absoluto y que el motivo de acudir a los hospitales era para proteger nuestra salud y nuestra vida. La redacción daba a entender que la sangre era el único tratamiento válido y que rechazarla significaba la muerte. No admitía la posibilidad de morir por una transfusión y, por lo tanto, no le ofrecía al paciente una elección con base informativa de los riesgos que corría. El abogado del hospital dijo: “¡Déjenme verlo!”. Al leerlo dijo: “¡Yo no escribí tal cosa!”. Cuando salían, el administrador dijo al abogado: “Creo que debemos repasar este documento juntos”.
El nuevo comité logra su objetivo
Días después de la sesión de entrenamiento en Hawai, trasladaron al hospital a una Testigo en estado anémico grave, con un recuento sanguíneo peligrosamente bajo. Puesto que no se descubría la hemorragia, se necesitaba cirugía exploratoria. El doctor no estaba dispuesto a operar sin sangre, por lo que la trasladaron a otro hospital donde otro médico también se negó a operar. El comité de enlace recientemente formado se presentó en el hospital, donde los hermanos hablaron con el director médico y con el médico a cargo y explicaron que era un caso de abandono de paciente. El médico siguió negándose a operar y fue relevado del caso. Se trajo a otros dos cirujanos, quienes realizaron la operación, descubrieron la causa de la hemorragia y corrigieron el problema. Nuestra hermana sobrevivió. Sin la intervención del comité de enlace, hubiera muerto y los medios de comunicación hubiesen dicho que se trataba de otro caso de muerte entre los testigos de Jehová ‘por negarse a ponerse la sangre que necesitaba’. En realidad, hay casos semejantes en los que testigos de Jehová han muerto sin recibir atención quirúrgica habiendo cirujanos cualificados que podrían haberlos salvado.
Los comités de enlace con los hospitales trabajan a escala internacional para conseguir un acercamiento entre la comunidad médica y los testigos de Jehová mediante una comunicación explícita y comprensión mutua. Los resultados son alentadores, pues cada vez más médicos se dan cuenta de que una buena práctica médica y una cirugía hábil pueden adecuarse a las creencias de los Testigos. En Estados Unidos, unos 6.500 médicos están dispuestos a cooperar.
Por su parte, los Testigos tienen que esforzarse por cooperar y ser pacientes razonables, pues, al atenerse a principios elevados se han ganado el respeto de algunos médicos. Como declaró un profesor adjunto de urología en una facultad de medicina de Tokio, “Respeto a los pacientes que son testigos de Jehová, pues tienen valores concretos en un mundo donde nadie los tiene”.
El objetivo primordial de estos seminarios y visitas fue estimular una cooperación más respetuosa y así evitar la confrontación. Todos los que han trabajado en esta iniciativa piensan que se han alcanzado los objetivos. Confiamos en que Jehová siga bendiciendo estos esfuerzos y apoyando a los que obedecen Su consejo de abstenerse de sangre, como manda Su Palabra.
[Recuadro en la página 24]
“Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes. Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer.”
“En cuanto a cualquier hombre de la casa de Israel o algún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes que coma cualquier clase de sangre, ciertamente fijaré mi rostro contra el alma que esté comiendo la sangre, y verdaderamente la cortaré de entre su pueblo. Porque el alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus almas, porque la sangre es lo que hace expiación en virtud del alma en ella. Por eso he dicho a los hijos de Israel: ‘Ninguna alma de ustedes debe comer sangre, y ningún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes debe comer sangre’.”
“Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Buena salud a ustedes!”
[Fotografía en la página 23]
Seminario para comités de enlace. 12 de marzo de 1990