De nuestros lectores
Divorcio La lectura del artículo “El punto de vista bíblico: ¿Qué tipo de divorcio es el que Dios odia?” (8 de febrero de 1994) me tocó en lo más hondo. Acabo de divorciarme de un marido infiel después de veinte años de matrimonio, y he comprendido que Jehová no odia mi decisión, que no debo sentirme culpable. Es cierto que pueden surgir “sentimientos repentinos” de depresión, soledad y culpabilidad. No obstante, el tiempo y la confianza en Jehová contribuyen a la curación.
B. M., Estados Unidos
Durante mi matrimonio, mi esposo se opuso mucho a que fuera testigo de Jehová. Con el tiempo se fue a vivir con su novia y pidió el divorcio. Tuve la sensación de que Dios me ‘había llamado a la paz’. (1 Corintios 7:15.) La separación fue devastadora para mis hijos, y a lo largo de los años he leído muchas veces Malaquías 2:16 preguntándome si hice lo correcto. El artículo me ha ayudado a tener una comprensión equilibrada de este texto.
J. C., Estados Unidos
Mudarse No puedo expresar con palabras lo agradecida que estoy por haber recibido los artículos sobre mudarse publicados en la sección “Los jóvenes preguntan...” (22 de febrero y 8 de marzo de 1994). Tengo 16 años y estoy a punto de trasladarme lejos de todos mis amigos más íntimos. Solía llorar todas las noches deseando que hubiese alguna manera de quedarme. Entonces leí los artículos. Decidí fijarme más en el lado positivo de la mudanza. Aunque todavía estoy triste por tener que marcharme, ha mejorado mucho mi actitud.
A. D., Estados Unidos
Los artículos eran justo lo que necesitaba. El mejor consejo fue el de seguir andando ordenadamente en la misma rutina en lo que respecta a los asuntos espirituales. He conseguido entender que, sin importar adónde vaya, Jehová siempre estará allí. Por eso, ¿por qué no conocerlo más íntimamente por medio de un estudio personal profundo? Esta fue una parte importante de mi adaptación a mi nuevo hogar.
T. T., Estados Unidos
Analfabetismo Muchas veces he querido agradecerles por escrito algunos artículos interesantes que he leído, pero la serie titulada “Cómo vencer el analfabetismo” (22 de febrero de 1994) terminó por convencerme de que debía hacerlo. La próxima semana comenzaré un estudio bíblico con una señora analfabeta. No se me ocurría cómo enfocarlo, pero ahora sé cómo hacerlo gracias a estos artículos. Llegaron en el momento preciso.
M. A. C., Italia
Ciudades Tengo 17 años, y he pasado los primeros catorce en la ciudad de Nueva York. Por esa razón me gustaron mucho sus artículos sobre las grandes ciudades (8 de enero de 1994). Me encantaron los ingeniosos acertijos que contenían.
S. H., Estados Unidos
Mandioca El artículo “¿Le apetece un poco de mandioca?” (8 de noviembre de 1993) fue muy interesante. Soy nigeriano, por lo que me hallo entre los millones de africanos que disfrutan de la mandioca, en concreto el foofoo y el gari. De hecho, me gustaría expresar mi agradecimiento al Creador por un alimento como este. Sin él, millones de africanos perecerían.
O. N. Y. I., Nigeria
Misionera valerosa Me conmovió profundamente la experiencia de Annama Abraham en su relato “Cómo vencí los retos de la vida en el sur de Asia” (22 de enero de 1994). Pese a haber perdido a su amado esposo, sigue sirviendo a Jehová en integridad. Quiero decirle lo mucho que me animó su biografía.
I. I. C. S., Brasil