Sea amigo del sol, pero cuide su piel
De nuestro corresponsal en Brasil
¿LE GUSTA ir de vacaciones a la playa o de excursión a la montaña? Si así es, usted figura entre los millones de aficionados a las actividades al aire libre. Pero tenga cuidado: Es muy posible que se exponga al sol más de lo habitual. ¿Corre algún peligro por ello? En caso afirmativo, ¿cómo puede protegerse?
“La piel —escribe el doctor W. Mitchell Sams, hijo— es uno de los órganos más extensos y visibles.” Nos protege de la deshidratación y nos mantiene calientes. Nos permite sentir el frío, el calor, el dolor y las vibraciones, así como la aspereza o la suavidad de las superficies. También desempeña un papel clave en la elaboración de una sustancia esencial para la formación de los huesos: la vitamina D, que se sintetiza con la ayuda de la luz solar.
Ahora bien, la sobreexposición al sol es cada vez más nociva para la piel. La radiación solar que recibe la superficie terrestre se compone de luz de varios tipos: infrarroja, visible y ultravioleta de longitudes A y B (UVA y UVB). Por fortuna, la atmósfera absorbe diversos rayos —cósmicos, gamma y X— que emite el Sol. La ozonosfera bloquea eficazmente el paso de los rayos ultravioletas C (UVC) y filtra la mayoría de los UVA y UVB. Pero, por desgracia, esta capa está deteriorándose en diversos puntos, situación que generan, según muchos científicos, ciertos refrigerantes y propelentes de aerosoles. En todo caso, la exposición a la radiación solar reviste cada día más peligro para la salud.
Además de quemaduras, los rayos ultravioletas producen manchas oscuras y poco a poco engruesan y resecan la piel. También pueden debilitar sus fibras elásticas, con el consiguiente envejecimiento prematuro, que incluye las temidas arrugas. La exposición excesiva a estos rayos puede tener consecuencias aún más graves: debilitación del sistema inmunológico, así como lesiones y cánceres cutáneos. Por si fuera poco, la piel maltratada o enferma afecta a la estética, lo que en ocasiones propicia sentimientos de inseguridad e incluso depresión.
¿Qué hacer?
La piel debe protegerse del sol tanto a diario como cuando se someta a una exposición breve e intensa. ¿Qué medidas pueden adoptarse? Además de llevar ropa que le resguarde y limitar el tiempo de exposición, siga el consejo de los especialistas: utilice un filtro o pantalla solar. ¿Cómo cerciorarse de que sea el adecuado? Fíjese en el índice o factor de protección solar (IP, FP, FPS o, por sus siglas en inglés, SPF) que señale el envase de fábrica. Cuanto mayor sea este factor, más le salvaguardará. Las pieles claras requieren filtros con un índice más elevado que las morenas. Advertencia: El índice se refiere exclusivamente a la protección contra los rayos UVB. Por consiguiente, son preferibles los filtros de amplio espectro, que también proporcionan cierta salvaguarda contra la radiación UVA.
Los niños, sobre todo los de piel clara, son muy sensibles al sol. Además, el folleto Fotoproteção (Fotoprotección) señala que suelen exponerse más tiempo que los adultos, y agrega que la adopción de medidas para proteger la piel del menor durante sus primeros 18 años de vida reduce grandemente las probabilidades de que desarrolle cáncer cutáneo.
La luz solar es indispensable para la vida terrestre. ¿Y a quién no le gusta el tiempo soleado? Pero no se deje engañar por el estereotipo de la piel bronceada como indicio de belleza y juventud. Cuídese: proteja su piel de la sobreexposición al sol.
[Recuadro de la página 23]
Cómo proteger la piel
1. Protéjase del sol especialmente de 10 de la mañana a 4 de la tarde, horas en las que son más intensos los rayos solares.
2. Aunque esté nublado, emplee un filtro de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB, con un índice de protección 15 como mínimo.
3. Cuando se halle al aire libre —sobre todo si está nadando o transpirando—, aplíquese protector cada dos horas.
4. Cúbrase bien con tejidos tupidos. Los colores oscuros brindan mayor protección.
5. Lleve un sombrero de al menos 10 centímetros de ala y gafas de sol con filtro contra los rayos ultravioletas.
6. Quédese a la sombra siempre que sea posible.
7. Evite superficies como el agua, la arena y la nieve, pues reflejan la mayoría de los rayos nocivos del sol.
[Reconocimiento]
(Información basada en Skin Savvy, editado por la Academia Estadounidense de Dermatología)
[Ilustraciones de la página 23]
Cuidar la piel es cuidar la salud y la estética
Extreme el cuidado en las zonas que reflejan los rayos solares