De nuestros lectores

La barba de Jesús Las ilustraciones de la serie “Jesús. ¿Qué apariencia tenía? ¿Qué es actualmente?” (8 de diciembre de 1998) dan a entender que Jesús desobedeció la ley que se encuentra en Levítico 19:27: “No deben cortar los mechones de sus lados de modo que queden cortos en derredor, y no debes destruir la extremidad de tu barba”. ¿Por qué no lo representan con los mechones sin cortar?

C. S., Inglaterra

Obviamente, se dispuso esta ley para evitar que los judíos se cortaran la barba o el cabello como solían hacerlo los paganos. Sin embargo, el mandato divino no significaba que los judíos no pudieran recortarse la barba o el bigote en lo más mínimo. El relato de 2 Samuel 19:24 indica que los hombres judíos normalmente ‘atendían’ o se recortaban el bigote. El grado al que lo hacían dependía mayormente de lo que era costumbre en el momento. Los hallazgos arqueológicos demuestran que a lo largo de los siglos los judíos se han arreglado la barba de diferentes maneras. Por lo tanto, nuestros dibujos de Jesús, con una barba bien cuidada y los mechones cortados, están en armonía con los datos que poseemos.—La Redacción.

Bombardeo espacial Quisiera agradecerles el reportaje titulado “¿Habrá algún asteroide o cometa que choque con la Tierra?” (22 de enero de 1999). Daba una explicación plausible de las amenazas potenciales a la Tierra. Gracias a Jehová, no ha ocurrido ningún desastre. Me gustó la sencillez y franqueza del artículo.

O. R., Finlandia

Trastornos alimentarios Prácticamente me salvaron la vida con la serie de temas que apareció el 22 de enero de 1999 titulada “¿Qué hay detrás de los trastornos alimentarios?”. Pasé muchas dificultades debido a estos trastornos hace veinte años. Durante más o menos los últimos diez mantuve un peso normal. Sin embargo, recientemente sufrí una depresión y perdí cinco kilogramos en dieciséis días. Me ahogaba cada vez que comía algo. Tenía mucho miedo de lo que podía sucederme. La información me hizo recapacitar. Me resolví a alimentarme bien. Gracias de todo corazón por los artículos tan comprensivos y afectuosos.

P. M., Estados Unidos

Cuando recibí la revista, se me saltaron las lágrimas, ya que la serie estaba escrita precisamente para mí. Fue especial, me llegó al corazón y me ayudó a entender que si sigo confiando en Jehová, me recuperaré de la enfermedad.

G. G., Puerto Rico

Tengo catorce años y quiero agradecerles muchísimo los artículos acerca de los trastornos alimentarios. Estaba en las primeras etapas de la bulimia. No sabía qué hacer. Ni siquiera los libros que trataban el tema me fueron de ayuda. Mis padres se dieron cuenta del asunto y hablaron conmigo de los artículos. Muchas gracias.

N. H., Alemania

Padecí de bulimia hace año y medio. Me veía gorda, aunque no tenía sobrepeso en absoluto. Entendía que atracarme de comida y vomitarla estaba mal, pero no podía parar. Con el apoyo de Jehová y el ánimo de los amigos íntimos, fui mejorando. Estos artículos me han sido de gran ayuda. Me doy cuenta de que no soy la única que ha pasado por ese trance.

M. R., Inglaterra

Estudié la Biblia con los testigos de Jehová durante dos años, pero lo dejé a causa de una depresión. Sufro de bulimia. Como estoy en tratamiento médico continuo, he decidido repartir la revista entre los doctores y los demás pacientes. Quiero estudiar la Biblia de nuevo.

V. K., República Checa