16 BARAC Y DÉBORA
“Claro que iré contigo”
ERA una época oscura en Israel. El pueblo se había rebelado contra Jehová. Así que él cumplió con lo que ya les había advertido: permitió que sus enemigos, incluidos los cananeos, los dominaran. En ese momento, el rey de Canaán era Jabín, y su general era un hombre despiadado llamado Sísara. Él dirigía un enorme ejército que contaba con 900 carros equipados con armas de hierro.
Durante 20 años, el ejército de Sísara sembró el caos entre los israelitas. Parece que, cuando estos soldados atacaban un pueblo o una ciudad, tenían la costumbre de raptar a las jóvenes y violarlas. Por eso la gente tenía pánico. De hecho, los caminos estaban desiertos y las aldeas vacías. Y es que la mayoría de los israelitas no tenían armas ni forma de defenderse.
En aquel tiempo, había una profetisa de Jehová que era muy valiente: Débora. Además, la gente acudía a ella para que juzgara y resolviera casos difíciles. Mediante ella Jehová le dio instrucciones a Barac, un hombre a quien él había escogido para juzgar y salvar a su pueblo. Imagínese qué sorpresa se debió de llevar Barac cuando se enteró de lo que Jehová tenía en mente: debía reunir a un ejército de 10.000 hombres y llevarlos al monte Tabor. Entonces, Jehová le daría la victoria sobre Sísara y su ejército.
¿Fue Barac un hombre orgulloso que se ofendió por recibir instrucciones de una mujer? ¡Para nada! Es más, dijo que solo iría a la misión si Débora lo acompañaba. ¿Significa esto que le faltaba fe? No. De hecho, más adelante el apóstol Pablo lo incluyó en la lista de hombres y mujeres de gran fe (Heb. 11:1, 2, 32). Barac demostró su fe cuando le pidió a Débora que los acompañara a él y a sus hombres. Él sabía que Jehová la estaba usando para guiar a su pueblo, y precisamente lo que Barac estaba buscando era la guía de Jehová. Con valor, Débora aceptó lo que Barac le había pedido y le dijo: “Claro que iré contigo”. Eso sí, también le explicó que, aunque él ganaría la batalla, ningún hombre —ni siquiera él mismo— sería quien matara a Sísara. Dios le concedería ese honor a una mujer.
Barac puso manos a la obra. Formó un ejército de 10.000 hombres valientes y los armó lo mejor que pudo. Entonces los reunió en la cima del monte Tabor. Esta gran montaña de forma redondeada tiene una altura de casi 600 metros (2.000 pies) y se encuentra en la llanura de Jezreel. Desde allí, Débora, Barac y sus hombres podían ver cómo el ejército de Sísara se iba acercando con todos sus carros de guerra.
¿Qué haría Barac? Pensando como un estratega militar, seguramente habría decidido esperar a que Sísara llegara con sus carros a las laderas del monte Tabor. Después de todo, los carros irían más lento cuesta arriba y el ejército de Barac tendría más ventaja. Pero él sabía que la batalla no era suya, sino de Jehová. Mediante Débora, Jehová le dijo a Barac que se lanzara al ataque. ¡Y así lo hizo! Bajaron corriendo por la montaña hacia el terreno llano para enfrentarse a esos carros, ¡unas auténticas máquinas de matar!
Un juez y una profetisa se enfrentaron a un general despiadado y a su ejército equipado con carros armados
Desde un punto de vista militar, estaban perdidos; pero Jehová vio su valor y por eso los bendijo. Jehová confundió al ejército cananeo e hizo que cayera un tremendo aguacero, y en poco tiempo el campo de batalla se convirtió en todo un lodazal. Entonces aquellos carros tan temibles quedaron atrapados en el lodo. A los soldados de Sísara no les quedó más remedio que pelear cuerpo a cuerpo contra los israelitas. Sus carros ya no les servían para nada. Ninguno de los soldados de Sísara sobrevivió. Pero ¿qué pasó con Sísara?
Sísara corrió a través de aquel lodazal hacia un lugar más elevado, y así logró escapar. Le importó más su propia vida que la de sus soldados. Quizá pensó que se había librado, pero Barac salió a perseguirlo. Mientras tanto, Jehová lo estaba viendo todo y pronto le daría a Sísara su merecido.
Lea el relato bíblico
¿Qué diría?
¿De qué maneras demostraron valor Barac y Débora?
Investigue un poco más
1. ¿Cómo era la vida para los israelitas cuando Sísara los dominaba? (w15 1/8 12 párr. 6).
2. ¿Por qué normalmente no se incluye a Débora entre los 12 jueces que sirvieron en Israel antes de que Samuel llegara a ser profeta? (w86 1/6 31 párrs. 6-8).
3. ¿En qué sentido fue Débora “una madre para Israel”? (Juec. 4:4, 5; 5:7; w15 1/8 13 párr. 1). A
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4. ¿A qué se referían Débora y Barac cuando cantaron que las estrellas “pelearon contra Sísara”? (Juec. 5:20; w05 15/1 25 párr. 5).
Piense en las lecciones
¿En qué situaciones podría un hermano imitar la actitud humilde de Barac cuando aceptó la ayuda de una sierva de Dios? B
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¿Por qué tuvo que ser valiente Débora para acompañar a Barac? ¿En qué situaciones debemos ser igual de valientes que ella?
¿De qué otras maneras puede usted copiar el ejemplo de valor de Barac y Débora?
Vea el cuadro completo
¿Qué me enseña este relato sobre Jehová?
¿Cómo se relaciona este relato con el propósito de Jehová y el tema principal de la Biblia?
¿Qué me gustaría preguntarles a Barac y a Débora cuando resuciten?
Para saber más
Vea cómo este relato nos asegura que Jehová valora lo que hacemos.
“Alabemos a Jehová con un espíritu dispuesto” (w17.04 28-32)
¿Qué lecciones de confianza, modestia y obediencia nos enseñan Barac y Débora?
“Gracias a su fe, Barac puso en fuga a un ejército poderoso” (w03 15/11 28-31)