BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ad págs. 219-222
  • Biblia

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Biblia
  • Ayuda para entender la Biblia
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • DIVISIONES
  • AUTOR
  • CONTENIDO
  • Escrituras Hebreas (a. E.C.)
  • Escrituras Griegas Cristianas (E.C.)
  • Biblia
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • Examinemos facetas de la gema inestimable de Dios... ¡la Biblia!
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1991
  • Llegue a conocer su Biblia
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1970
  • “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
    “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
Ver más
Ayuda para entender la Biblia
ad págs. 219-222

BIBLIA

Las Santas Escrituras, la Palabra inspirada de Jehová, es el libro que ha sido reconocido como el más grande de todos los tiempos debido a su antigüedad, su difusión universal, el número de idiomas a los cuales ha sido traducido, su gran valor literario y su importancia trascendental para toda la humanidad. Es independiente de todos los otros libros; ni imita ni copia a ninguno. La Biblia se mantiene por sus propios méritos, dando crédito de esta forma a su único Autor. Se distingue por haber sobrevivido a las más violentas controversias, más que ningún otro libro. Ha sido odiada y sus enemigos se cuentan por legiones.

La palabra “Biblia” se deriva de la voz griega bi·blí·a, pasando por el latín, y, a su vez, esta palabra griega proviene de bi·blos, término que describe la parte interior de la planta del papiro, de la cual se hacía una forma primitiva de papel.

DIVISIONES

El canon bíblico lo componen 66 libros, desde Génesis hasta Revelación. La selección de estos libros en particular, y la exclusión de muchos otros, es evidencia de que el Autor divino, además de inspirar su escritura, también cuidó la composición y conservación del catálogo sagrado. De los 66 libros de la Biblia, 39 de ellos, es decir, las tres cuartas partes de la Biblia, forman las Escrituras Hebreas, las cuales fueron escritas inicialmente en dicho idioma, a excepción de pequeñas porciones escritas en arameo. (Esd. 4:8-6:18; 7:12-26; Jer. 10:11; Dan. 2:4b-7:28.) Los judíos combinaban varios de estos libros, de modo que solo ascendían a 22 ó 24 libros en total, aunque estos abarcaban exactamente la misma información que nuestros 39 libros actuales. Asimismo, parece ser que tenían la costumbre de hacer tres subdivisiones de las Escrituras Hebreas: ‘la ley de Moisés, los Profetas y los Salmos’. (Luc. 24:44.) La última parte de la Biblia es conocida como las Escrituras Griegas Cristianas, así designada porque los 27 libros que la componen fueron escritos en griego. La escritura, selección y ordenamiento de estos libros dentro del canon bíblico también demuestra la supervisión de Jehová desde el principio hasta el final.

La subdivisión de la Biblia en capítulos y versículos (la Versión Valera tiene 1.189 capítulos y 31.102 versículos) no la efectuaron los escritores originales, sino que fue un recurso muy útil que se añadió siglos más tarde. Primeramente, los masoretas dividieron las Escrituras Hebreas en versículos, y después, en el siglo XIII E.C., se añadieron las divisiones de los capítulos. Finalmente, en 1555 se publicó la edición de la Vulgata Latina de Robert Estienne, y esta fue la primera Biblia completa con la actual división de capítulos y versículos.

Los 66 libros de la Biblia forman una sola obra, un todo completo. Al igual que las divisiones en capítulos y versículos solo son ayudas convenientes para el estudio de la Biblia y no pretenden detraer la unidad del conjunto, lo mismo ocurre al separar la Biblia de acuerdo a los idiomas en que nos llegaron los manuscritos. En consecuencia, tenemos las Escrituras Hebreas y las Escrituras Griegas, a estas últimas se les ha añadido el calificativo “Cristianas” para distinguirlas de la Versión de los Setenta, que es la traducción al griego de la parte hebrea de las Escrituras.

AUTOR

La tabla adjunta muestra que el único Autor de la Biblia, Jehová, se valió de unos cuarenta secretarios humanos o escribas para registrar Su Palabra inspirada. “Toda Escritura es inspirada de Dios”, es decir, las Escrituras Griegas Cristianas junto con “las demás Escrituras”. (2 Tim. 3:16; 2 Ped. 3:15, 16.) Esta expresión “inspirada de Dios” traduce la voz griega The·ó·pneu·stos, que significa “respirada por Dios”. Al ‘respirar’ sobre hombres fieles, Dios hizo que su propio espíritu o fuerza activa operase sobre ellos, dirigiendo de esta forma la escritura de su Palabra, de modo que la “profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo”. (2 Ped. 1:21; Juan 20:21, 22; véase INSPIRACIÓN.)

Ningún otro libro ha tardado tanto tiempo en completarse como la Biblia. En el año 1513 a. E.C. Moisés empezó a escribirla. A partir de entonces se siguieron añadiendo otros escritos sagrados a las Escrituras inspiradas hasta poco tiempo después del 443 a. E.C., cuando Nehemías y Malaquías escribieron sus libros. Luego hubo un intervalo de unos 500 años, hasta que el apóstol Mateo escribió su relato histórico. Aproximadamente 60 años más tarde, Juan, el último de los apóstoles, contribuyó con su evangelio y tres cartas a completar el canon bíblico. Por lo tanto, se tardó un total de unos 1.610 años en completar la Biblia. Todos los coescritores eran hebreos y, por eso, formaron parte del pueblo que tuvo “encomendadas las sagradas declaraciones formales de Dios”. (Rom. 3:2.)

CONTENIDO

En su contenido, este Libro de libros revela el pasado, explica el presente y predice el futuro; algo que únicamente Aquel que conoce el fin desde el principio puede hacer. (Isa. 46:10.) Comienza con el relato de la creación del cielo y la Tierra en un tiempo pasado indeterminado, después la Biblia ofrece un registro que abarca más de 42.000 años, durante los cuales se preparó la Tierra para la habitación del hombre. Luego revela la explicación verdaderamente científica sobre el origen del hombre —cómo la vida proviene solo de un Dador de vida—, hechos que solo el Creador, ahora en el papel de Autor de la Biblia, podía explicar. (Gén. 1:26-28; 2:7.) En el relato que da cuenta de por qué los hombres mueren se introduce el tema central de toda la Biblia. Este tema: la santificación y vindicación del nombre de Jehová, estaba implicado en la primera profecía concerniente a ‘la descendencia de la mujer’. (Gén. 3:15.) Pasaron más de 2.000 años antes de que Dios volviese a hacer mención de esta promesa relativa a una “descendencia”, cuando le dijo a Abrahán: “Mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra”. (Gén. 22:18.) Más de 800 años después, a un descendiente de Abrahán, el rey David, se le introdujo en el desarrollo de esta promesa, y con el transcurso del tiempo los profetas de Jehová mantuvieron viva la llama de esta esperanza. (2 Sam. 7:12, 16; Isa. 9:6, 7.) Mil años después de David, es decir, cuando ya se habían cumplido 4.000 años de la profecía original en Edén, apareció Jesucristo, la prometida descendencia y el heredero legal al “trono de David su padre”. (Luc. 1:31-33; Gál. 3:16.) Magullado en la muerte por la descendencia terrestre de la “serpiente”, este “Hijo del Altísimo” proporcionó el precio del rescate por el derecho a la vida que había perdido la descendencia de Adán, el único medio por el cual la humanidad puede obtener vida eterna. Después fue levantado al cielo, donde tendría que esperar el tiempo señalado para arrojar a “la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás”, abajo a la Tierra, donde finalmente tiene que llegar a ser destruido para siempre. En consecuencia, el gran tema anunciado en Génesis, tema que se fue desarrollando y ampliando a lo largo de la Biblia, alcanza en sus capítulos de cierre un glorioso clímax al hacerse manifiesto el grandioso propósito de Jehová por medio de su Reino. (Rev. 11:15; 12:1-12, 17; 19:11-16; 20:1-3, 7-10; 21:1-5; 22:3-5.)

El Reino bajo Cristo, la Descendencia Prometida, es el medio por el cual se santificará y vindicará el nombre de Dios, Jehová. Siendo este el tema central de la Biblia, en ella se engrandece el nombre de Jehová mucho más que en cualquier otro libro; el nombre aparece 6.973 veces en la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Hebreas. También se encuentra en la forma abreviada “Jah” y en numerosas ocasiones como parte de otros nombres, por ejemplo: “Jesús”, que significa “Jehová Es Salvación”. (Véase JEHOVÁ [Importancia del Nombre].) No sabríamos el nombre del Creador ni la gran cuestión que surgió con la rebelión en Edén y que comprometió dicho nombre, si todo ello no se revelase en la Biblia. Si este fuese el caso, tampoco conoceríamos el propósito de Dios en relación con la santificación y vindicación de ese nombre ante toda la creación.

En esta biblioteca de sesenta y seis libros, el tema del Reino y el nombre de Jehová están estrechamente interrelacionados con información sobre otras muchas cuestiones. Las referencias que en ella se hacen a temas como agricultura, arquitectura, astronomía, química, comercio, ingeniería, etnología, gobierno, higiene, música, poesía, filología y estrategia militar son meramente tangenciales con respecto al desarrollo del tema, no tratados sobre tales disciplinas. Sin embargo, su contenido es un verdadero tesoro para los arqueólogos y paleógrafos. De una manera general este vasto campo de conocimiento puede dividirse en cuatro temas: 1) historia y profecía; 2) verdades básicas y doctrinas; 3) principios fundamentales; y 4) ministerio cristiano.

Ningún otro libro puede compararse a la Biblia en lo que respecta a su exactitud como obra histórica y a lo que esta se adentra en el pasado. No obstante, la Biblia tiene mucho más valor desde un punto de vista profético pues predice el futuro, lo cual únicamente el Rey de la Eternidad puede revelar con exactitud. En las profecías de largo alcance de la Biblia se recogió la marcha de las potencias mundiales a través de los siglos e incluso el surgimiento y desaparición final de instituciones del día actual.

La Palabra de verdad de Dios es un libro práctico que libera a los hombres de la ignorancia, las supersticiones, las filosofías y las tradiciones humanas absurdas. (Juan 8:32.) “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder.” (Heb. 4:12.) Sin la Biblia, no conoceríamos a Jehová ni sabríamos los maravillosos beneficios que resultan del sacrificio de rescate de Cristo, tampoco entenderíamos los requisitos que tenemos que cumplir a fin de conseguir vida eterna en el justo reino de Dios o bajo su gobierno.

La Biblia es también un libro muy práctico en otros campos, ya que da consejo sano a los cristianos acerca de cómo deben vivir actualmente, llevar a cabo su ministerio y sobrevivir al fin de este sistema de cosas que va tras los placeres y se opone a Dios. A los cristianos se les dice que “cesen de amoldarse a este sistema de cosas” por medio de rehacer su mente y no seguir la línea de pensamiento de las personas mundanas, lo cual puede lograrse teniendo la misma actitud mental de humildad “que también hubo en Cristo Jesús”, despojándose de la vieja personalidad y vistiéndose de la nueva. (Rom. 12:2; Fili. 2:5-8; Efe. 4:23, 24; Col. 3:5-10.) Esto significa desplegar los frutos del espíritu de Dios: “Amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio”, de los cuales se ocupa extensamente la Biblia. (Gál. 5:22, 23; Col. 3:12-14; véase MANUSCRITOS DE LA BIBLIA.)

[Tabla de las páginas 220 y 221]

TABLA CRONOLÓGICA DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA

(El orden en el cual se escribieron los libros de la Biblia y el lugar que ocupa cada uno con relación a los demás son aproximados; algunas fechas [así como lugares donde se escribieron] son poco seguros. Abreviaturas: a. significa “antes”; d., “después”; y c., “cerca”.)

Escrituras Hebreas (a. E.C.)

Libro

Escritor

Fecha en que se terminó

Tiempo que abarca

Lugar donde se escribió

Génesis

Moisés

1513

“En el principio”-1657

Desierto

Éxodo

Moisés

1512

1657-1512

Desierto

Levítico

Moisés

1512

1 mes (1512)

Desierto

Job

Moisés

c. 1473

Aprox. 140 años entre 1657-1473

Desierto

Números

Moisés

1473

1512-1473

Desierto y llanuras de Moab

Deuteronomio

Moisés

1473

2 meses (1473)

Llanuras de Moab

Josué

Josué

c. 1450

1473-c. 1450

Canaán

Jueces

Samuel

c. 1100

c. 1450-c. 1120

Israel

Rut

Samuel

c. 1090

11 años de la gobernación de los jueces

Israel

1 Samuel

Samuel; Gad; Natán

c. 1077

c.1180-1077

Israel

2 Samuel

Gad; Natán

c. 1040

1077-c. 1040

Israel

Cantar de Cantares

Salomón

c. 1020

—

Jerusalén

Eclesiastés

Salomón

a. 1000

—

Jerusalén

Jonás

Jonás

c.844

—

—

Joel

Joel

c. 820 (?)

—

Judá

Amós

Amós

c. 803

—

Judá

Oseas

Oseas

d. 745

a. 803-d. 745

Samaria (Distrito)

Isaías

Isaías

c. 732

c.778-732

Jerusalén

Miqueas

Miqueas

a. 716

c. 777-716

Judá

Proverbios

Salomón; Agur; Lemuel (quizás era Salomón o Ezequías)

—

—

—

Sofonías

Sofonías

a. 648

—

Judá

Nahúm

Nahúm

a. 632

—

Judá

Habacuc

Habacuc

c. 628 (?)

—

Judá

Lamentaciones

Jeremías

607

—

Cerca de Jerusalén

Abdías

Abdías

c. 607

—

—

Ezequiel

Ezequiel

591

613-c. 591

Babilonia

1 y 2 Reyes

Jeremías

580

c. 1040-580

Judá y Egipto

Jeremías

Jeremías

580

647-580

Judá y Egipto

Daniel

Daniel

c. 536

618-c. 536

Babilonia

Ageo

Ageo

520

112 días (520)

Jerusalén

Zacarías

Zacarías

518

520-518

Jerusalén

Ester

Mardoqueo

c. 474

c. 484-474

Susa

1 y 2 Crónicas

Esdras

c. 460

Después de 1 Crónicas cap. 9, 1077-537

537-c. 467

Jerusalén (?)

Esdras

Esdras

c. 460

537-c. 467

Jerusalén

Salmos

David, Moisés y otros

c. 460

—

—

Nehemías

Nehemías

d. 443

456-d. 443

Jerusalén

Malaquías

Malaquías

d. 443

—

Jerusalén

Escrituras Griegas Cristianas (E.C.)

Libro

Escritor

Fecha en que se terminó

Tiempo que abarca

Lugar donde se escribió

Mateo

Mateo

c. 41

2 a. E.C.-33 E.C

Palestina

1 Tesalonicenses

Pablo

c. 50

—

Corinto

2 Tesalonicenses

Pablo

c. 51

—

Corinto

Gálatas

Pablo

c. 50-52

—

Corinto o Antioquía de Siria

1 Corintios

Pablo

c. 55

—

Éfeso

2 Corintios

Pablo

c. 55

—

Macedonia

Romanos

Pablo

c. 56

—

Corinto

Lucas

Lucas

c. 56-58

3 a. E.C.–33 E.C.

Cesarea

Efesios

Pablo

c. 60-61

—

Roma

Colosenses

Pablo

c. 60-61

—

Roma

Filemón

Pablo

c. 60-61

—

Roma

Filipenses

Pablo

c. 60-61

—

Roma

Hebreos

Pablo

c. 61

—

Roma

Hechos

Lucas

c. 61

33-c. 61

Roma

Santiago

Santiago

a. 62

—

Jerusalén

Marcos

Marcos

c. 60-65

29-33

Roma

1 Timoteo

Pablo

c. 61-64

—

Macedonia

Tito

Pablo

c. 61-64

—

Macedonia (?)

1 Pedro

Pedro

c. 62-64

—

Babilonia

2 Pedro

Pedro

c. 64

—

Babilonia (?)

2 Timoteo

Pablo

c. 65

—

Roma

Judas

Judas

c. 65

—

Palestina (?)

Revelación

Juan

c. 96

—

Patmos

Juan

Juan

c. 98

Después del prólogo, 29-33

Éfeso o en sus proximidades

1 Juan

Juan

c. 98

—

Éfeso o en sus proximidades

2 Juan

Juan

c. 98

—

Éfeso o en sus proximidades

3 Juan

Juan

c. 98

—

Éfeso o en sus proximidades

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir