¿Dice usted: “Envíame a mí”?
● ¿Cómo ve usted la actividad predicadora de los testigos de Jehová? ¿Goza usted de La Atalaya y le gusta a usted el mensaje y no obstante se detiene usted de decírselo a otros? ¿Tiene usted en estima a los que llevan a cabo esta obra, tal vez a los que le trajeron el mensaje, y sin embargo vacila usted en cuanto a participar en ella usted mismo? ¿O es el proceder suyo el proceder recto y celoso que Isaías emprendió cuando dijo de buena gana: “¡Aquí estoy yo; envíame a mí!”?—Isa. 6:8.