Alabadores, jóvenes y ancianos
“Estas buenas nuevas del reino se predicarán,” dijo Jesús, y una gran parte de esa obra gozosa de predicar se hace por los ministros precursores de los testigos de Jehová que dedican todo su tiempo a la obra. Hace algún tiempo, en una asamblea de distrito que se celebró en San Antonio, Texas, un precursor de vacaciones que tenía once años de edad contó que treinta y tres publicadores jóvenes de una misma congregación cuyas edades estaban entre los ocho y los quince años habían ingresado en ese servicio. Mientras hablaba él una parada empezó a caminar a través del campo—sí, los otros treinta y dos pasaron frente a la plataforma. Después de este jovencito habló una publicadora de 78 años de edad que ha estado activa en el servicio por cuarenta años. Ella describió el gozo que ha tenido al servir como precursora de vacaciones, e informó que los jóvenes habían tenido éxito en eliminar mucho prejuicio y abrir el camino para muchas revisitas y estudios bíblicos de casa. Muchos miles de personas como éstas son hoy día ejemplos vivos de las palabras del salmista: “Mancebos, y también las doncellas; los ancianos con los niños; ¡alaben ellos el nombre de Jehová!”—Sal. 148:12, 13.