Predicando a pesar de impedimentos
●Un ministro regular de la congregación de los testigos de Jehová de Bell Gardens, California, está pasando por unas experiencias penosas. Hace unos cuatro años le dió poliomielitis en una forma grave. Después del ataque tuvo que pasar casi un año entero en un pulmón de hierro, y desde que se le permitió salir de éste ha pasado día y noche en una cama mecedora, y, con la ayuda de una máquina respiratoria, logra mantenerse vivo. Lo más importante es que está muy vivo espiritualmente. Está casado a una esposa fiel, que ayuda a criar de manera teocrática al hijito que tienen. El centro de servicio de esa comunidad está en el apartamiento pequeño de este hermano y él participa animadamente en el estudio de libro que se celebra allí. También toma su turno en pronunciar discursos de instrucción y de estudiante en la escuela del ministerio de su localidad por medio de grabarlos en cinta. A menudo se le asignan partes en la reunión de servicio y nunca dice que no se siente lo suficientemente bien o que el cumplir exigiría demasiado de él; más bien, graba su asignación en cinta y la envía al Salón del Reino a tiempo. En su servicio en el campo logra buenos resultados. Gracias a la cooperación de los hermanos tiene una lista de personas a quienes envía cartas (escritas por testigos serviciales) y así se da un testimonio excelente en que se les explica a estas personas acerca del reino de Jehová. No hay persona en la congregación que muestre mejor ánimo que este hermano, y él hace bastante en cuanto a edificar a muchos publicadores por los excelentes consejos que da. A medida que su cama se mece de un lado al otro de día y de noche y su máquina respiratoria funciona con su monótono sonido, ayudándolo a respirar, este hermano, en vez de simplemente yacer allí compadeciéndose de sí mismo, mantiene progresiva y animada su mente por medio de alimentarla diariamente de la verdad que Jehová suministra.