¿Adónde se ha ido la fe?

NO HACE mucho, el célebre periodista británico y director de periódico Malcolm Muggeridge dijo:

“Se me hace cada vez más claro que la crisis por la cual está pasando la civilización occidental se debe principalmente a la falta de fe. . . . Cada día se acepta más la idea humanista de que no hay Dios, de que la gente controla su propio destino.”

Años atrás, la mayoría de las personas admitían que tenían fe en Dios y estaban interesadas en la voluntad de él. Pero la situación ha cambiado de manera drástica. Hoy, a muchas personas les parece que como resultado de los adelantos de la ciencia en nuestro siglo la fe en Dios ha pasado de moda o es poco práctica. Otras personas han visto florecer la maldad o iniquidad y han llegado a la conclusión de que, o Dios no se interesa en nosotros, o no existe. Como dijo Muggeridge, estas personas creen que tienen que confiar en sí mismas y arreglárselas como puedan en la vida sin tener fe en Dios ni en sus caminos.

Pero tales personas pudieran estar privándose de más que solamente la fe. ¿Por qué? Pues bien, si se prueba que la fe es práctica en la actualidad, ellas también están privándose de los beneficios prácticos que provienen de tener fe.

¿QUÉ ES TAL FE?

En la actualidad, la palabra “fe” se usa de varias maneras. Por ejemplo, pudiera ser que usted oyera a alguien decir: “Tengo fe en que podré poner en marcha el automóvil a pesar de la temperatura extrema.” Sin embargo, al considerar la pregunta ‘¿Es práctica la fe hoy?’ estamos refiriéndonos a la fe en Dios y en lo valioso de su guía.

Hay personas que afirman tener tal fe, pero que la están confundiendo con un sentimentalismo más o menos sereno, una especie de ‘fe en la fe.’ Les parece que es bueno creer en algo, y por lo tanto tienen una leve sensación de que Dios tiene que existir. Tal fe tibia tiene poco efecto en la vida de ellas, y rápidamente se desvanece cuando se presenta una verdadera prueba. De modo que se puede ver por qué tal fe no es práctica.

Sin embargo, la fe en Dios que la Biblia nos estimula a tener es muy diferente. Es “la expectativa segura de cosas esperadas, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplan.”—Heb. 11:1.

La palabra griega que se utiliza para traducir “expectativa segura” transmite la idea de algo que asegura o garantiza lo que se espera. Por lo tanto, esta fe bíblica no es sencillamente una sensación vaga o una esperanza sin fundamento; este asunto envuelve verdadera convicción. La palabra griega que se usa para verter la expresión “demostración evidente” lleva la idea de presentar evidencia, prueba, especialmente prueba que demuestra algo que varía de lo que las apariencias pudieran llevarnos a aceptar. Por consiguiente, aunque muchas personas digan que no hay Dios, la fe en él que estamos considerando está directamente relacionada con prueba sólida.

¿Qué piensa usted acerca de esto? ¿Tiene usted la certeza, con el apoyo de pruebas convincentes, de que Dios existe? Llevando el asunto un poco más lejos: ¿Es realmente práctico tener tal fe y guiar nuestra vida en conformidad con ella? En fin, ¿es práctico tener fe hoy?