El espíritu que Jehová bendice

“EL SEÑOR esté con el espíritu que manifiestas. Su bondad inmerecida esté con ustedes.” Con esas palabras Pablo concluyó su segunda carta a Timoteo. (2 Timoteo 4:22.) ¡Qué gozo tiene que haber dado a Timoteo y a los que estaban con él esta expresión de encomio, saber que desplegaban el espíritu que Jehová bendice!

Pero ¿en qué consiste, precisamente, el espíritu que Jehová bendice? En realidad, ¿qué caracteriza a los que tienen ese espíritu? ¿Y cómo podemos nosotros también desplegar ese espíritu y recibir la bendición de Jehová?

Algo que nos ayuda a contestar estas preguntas es remontarnos mentalmente a los días de Moisés. Los israelitas están en el desierto. Poco tiempo antes Jehová ha hecho con ellos el pacto de la Ley, y ahora los instruye en cómo deben adorarle. Esto envuelve construir una tienda de reunión portátil cuya erección exigirá una gran cantidad de oro, materiales preciosos y artesanía. La oportunidad de ofrecer voluntariamente como regalo los materiales y la labor necesarios se presenta en estos términos: “Que todo el de corazón dispuesto la traiga como contribución de Jehová, a saber, oro y plata y cobre e hilo azul y lana teñida de púrpura rojiza [...] Y que todos los de corazón sabio entre ustedes vengan y hagan todo cuanto ha mandado Jehová, a saber, el tabernáculo con su tienda y su cubierta”. (Éxodo 35:5-19.)

¿Cómo respondió la nación a esta oportunidad? Lo restante del capítulo 35 nos dice que “todo aquel cuyo corazón lo impelió” y “todo aquel cuyo espíritu lo incitó” hicieron contribuciones y se pusieron a trabajar con una diligencia que manifestaba que atesoraban esta oportunidad que se les había dado (Éx 35 versículos 21, 22, 26). De tal manera respondieron que el Éx capítulo 36, versículo 6, nos dice que “Moisés mandó que hicieran pasar por el campamento un anuncio, y dijeran: ‘Hombres y mujeres, no presenten ya más material para la contribución santa’. De ese modo se restringió a la gente de traerlo”. Sí, ¡hubo que restringirlos! Jehová no había usado tácticas de presión cuando mandó hacer el anuncio: “Que todo el de corazón dispuesto [...]”. El resultado fue que la nación mostró un espíritu dispuesto, y esto trajo bendiciones en la forma de gran gozo, así como la protección y dirección de Jehová en todo lo que emprendieron.

Años después se manifestó de nuevo el mismo espíritu. Esto sucedió cuando el rey Ezequías se esforzaba por restaurar la adoración pura en Israel. El relato nos dice que, cuando se le dio la oportunidad, “la congregación empezó a traer sacrificios y sacrificios de acción de gracias, y también, todo el de corazón dispuesto, ofrendas quemadas”. ¿Con qué resultado? “Por consiguiente, Ezequías y todo el pueblo se regocijaron por el hecho de que el Dios verdadero había hecho preparación para el pueblo, porque fue de repente que la cosa había ocurrido.” (2 Crónicas 29:31-36.)

Los cristianos manifiestan el espíritu correcto

¿Observamos el mismo espíritu de abnegación en los tiempos cristianos? Note lo que en Filipenses 1:3-5 Pablo escribió acerca de los cristianos de Filipos: “Siempre doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes en todo ruego mío por todos ustedes, mientras ofrezco mi ruego con gozo, por causa de la contribución que ustedes han hecho a las buenas nuevas desde el primer día hasta este momento”. ¿Cómo se destacaron los cristianos filipenses en su ‘contribución a las buenas nuevas’? Los versículos siguientes manifiestan que ellos no solo estaban dispuestos a amoldar su modo de vivir a los principios bíblicos para el adelanto de las buenas nuevas, sino que también eran celosos en predicar y enseñar a otros las buenas nuevas.

El hecho de que todos los cristianos deberían estar dispuestos a participar de estas maneras en la predicación se enfatiza en Hebreos 13:15: “Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre”. Como se ve, el que cada cristiano predique las buenas nuevas es una manera clave de mostrar el espíritu dispuesto que caracteriza a los verdaderos adoradores de Jehová hoy día. Además, a los cristianos se les recuerda que nunca deben ‘olvidar el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque dichos sacrificios agradan mucho a Dios’. (Hebreos 13:16.)

Los hermanos filipenses desplegaron este espíritu de buena disposición de otra manera. En el capítulo 4 Pablo menciona varias ocasiones en que le dieron ayuda financiera, para que la predicación de las buenas nuevas siguiera adelantando. (Filipenses 4:14-17.) Así, imitaron el magnífico ejemplo de aquellos adoradores de Jehová de tiempos anteriores. Está claro que honraron a “Jehová con [sus] cosas valiosas”. (Proverbios 3:9.) ¿Mostramos nosotros el mismo espíritu cuando se nos presentan oportunidades parecidas?

Se evidencia hoy el espíritu aprobado

El Salmo 110 muestra que en los últimos días del sistema actual, cuando la mayoría de las personas se interesa únicamente en su “yo”, habría muchos que desplegarían este mismo excelente espíritu de abnegación. En el Sl 110 versículo 3 se nos dice que, después que el Mesías empezara a gobernar en el Reino en 1914, el pueblo de Dios ‘se ofrecería de buena gana’, y que los que hicieran eso serían tan numerosos como “gotas de rocío”. ¿Se ha realizado esto?

En abril de 1881 La Atalaya, en su edición en inglés, imprimió una llamada para que 1.000 predicadores emprendieran la predicación de tiempo completo. El número de mayo de 1881 dio énfasis a que los que participaran en aquella obra estarían “trabajando por salario celestial”. En cuatro años desde entonces, más de 300 personas habían respondido... una respuesta sobresaliente cuando se considera el pequeño número de cristianos dedicados asociado en aquel tiempo con la Sociedad Watch Tower.

Ese mismo espíritu sigue manifestándose hoy día. Por ejemplo, en 1986 hubo un promedio mensual de 391.294 precursores (ministros de tiempo completo). Eso fue un aumento de 21,2% —o sea, 68.473 nuevos precursores— sobre el año anterior. Sin embargo, este espíritu dispuesto no se limita a los que pueden trabajar de tiempo completo en la predicacióna.

Muchas personas que tienen otras responsabilidades bíblicas —como el atender a una familia, o a padres incapacitados o envejecidos—, y otras personas cuya salud no les permite participar en el ministerio cristiano de tiempo completo, también despliegan este mismo espíritu de abnegación que tan agradable le es a Jehová. Esto queda patente cuando uno se da cuenta de que, en muchos países, los que en realidad efectúan la mayor parte de la predicación del Reino son ministros que tienen que dedicar la mayor porción de su tiempo a algún empleo seglar o a atender obligaciones de familia o a encargarse de otras responsabilidades bíblicas. Verdaderamente un despliegue digno de encomio del espíritu que Jehová bendice.

Se despliega el espíritu apropiado en otros aspectos de la vida

Como en los días de Moisés y Ezequías, hoy se presentan oportunidades de mostrar un espíritu dispuesto cuando las congregaciones locales construyen un Salón del Reino o erigen otros edificios similares. ¿Se evidencia el mismo espíritu en esos casos? ¡Sí!

Se ha manifestado especialmente en un método corriente de edificar Salones del Reino que suele llamarse proyectos de construcción rápida. Muchos centenares de Testigos se reúnen y trabajan desde temprano el sábado por la mañana hasta el anochecer del domingo —algunos trabajan toda la noche— para lograr lo que algunos periódicos han llamado un “milagro de fin de semana”. Donde lo único que había en el terreno el viernes era una plataforma de concreto, ¡para el domingo por la noche hay un Salón del Reino terminado que se usa para una reuniónb!

Hay oportunidades mayores de desplegar un espíritu dispuesto con relación a la construcción de edificios de sucursal en varios países. Es casi imposible formarse una idea de la cantidad de trabajo completamente voluntario que se contribuye a la obra que se efectúa en estos diversos proyectos. Además del trabajo que se contribuye, hay que considerar, por supuesto, las contribuciones financieras que hacen posible la compra de los materiales necesarios. Muchas veces sucede que los Testigos donan voluntariamente materiales necesarios, lo cual reduce en gran manera el costo de la construcción.

Hubo un ejemplo de esto durante la construcción de la nueva sucursal en Sydney, Australia. Allí, ¡hermanos que vivían muy al norte en Queensland prepararon y enviaron al lugar de la construcción cuatro grandes cargamentos de madera cuyo valor se calculaba en de 60.000 a 70.000 dólares! Durante la construcción de la sucursal, autobuses llenos de Testigos viajaron desde lugares tan lejanos como Australia Occidental, a 4.000 kilómetros (2.500 millas) de distancia, transportando voluntarios que trabajarían por cuatro semanas a la vez. Una buena cantidad de obreros especializados trabajaron voluntariamente en aquel lugar por meses, y algunos hasta por un año y más. Esto fue en verdad una manifestación del mismo espíritu que Jehová ha bendecido tanto durante los siglos pasados, y que hoy día suele verse de nuevo en otros países.

Otras oportunidades de mostrar un espíritu dispuesto se presentan cuando los Testigos se reúnen en asambleas, sean pequeñas o grandes. En cada una de estas asambleas se necesitan muchos voluntarios, a menudo con meses de anterioridad, para asegurar que todo funcione sin asperezas y esté bien organizado. Y cuando ya comienza la asamblea, a veces sucede que, de cada cuatro Testigos que asisten, uno se presenta voluntariamente para ayudar a efectuar los muchos trabajos necesarios para una asamblea agradable y de éxito. Puede que el trabajo implique servir alimentos o limpiar. Puede que sea una tarea que la mayoría de los presentes no noten. ¡Pero Jehová la nota! Él recompensa a los que se ofrecen de buena gana para hacer lo que se necesita. ¿Recibe usted también la recompensa que les viene a los cristianos que ‘mediante el amor se sirven como esclavos unos a otros’, porque ha ofrecido sus servicios voluntariamente cuando hay asambleas? Los grupos familiares, ¿han pensado en hacer eso como familia? (Gálatas 5:13.)

Aunque estos proyectos especiales ponen ante nosotros excelentes oportunidades para ofrecernos con este espíritu dispuesto, hay muchas otras oportunidades para desplegar el mismo espíritu día tras día y semana tras semana. Por ejemplo, cuando ya se ha construido el Salón del Reino, ¿participa usted de lleno en limpiarlo y mantenerlo en buenas condiciones? ¿Apoya su funcionamiento por contribuciones financieras según Jehová lo bendice a usted en sentido material? ¿Apoya la predicación en su país mediante contribuciones a la sucursal local? Y más importante aún, ¿participa regularmente en la obra de predicar las buenas nuevas y hacer discípulos de la gente de su área? En realidad nada puede jamás tomar el lugar de nuestra participación personal en esta obra que Jesús designó como la más importante que se haría actualmente, antes del fin de este sistema. (Mateo 24:14; 28:19, 20; Hechos 1:8.)

Todos los que cultivan este espíritu que Jehová bendice tan abundantemente han descubierto que es cierto que Jehová “no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre”. Usted también puede probar —al desplegar este espíritu de abnegación— que “la bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella”. (Hebreos 6:10; Proverbios 10:22.)

[Notas a pie de página]