Respondamos a las exigencias de la lealtad
“Deben vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.” (EFESIOS 4:24.)
1. ¿Por qué debemos lealtad a Jehová Dios?
SER leales abarca múltiples aspectos, de los cuales el más importante es la lealtad a Jehová Dios. Ciertamente debemos lealtad a Jehová por ser quien es, por lo que ha hecho en favor nuestro y en virtud de nuestra dedicación a él. ¿Cómo la manifestamos? Ante todo, siendo leales a sus justos principios.
2, 3. ¿Qué relación existe entre la lealtad y la justicia?
2 Para lograrlo es indispensable que atendamos a la exhortación que se nos da en 1 Pedro 1:15, 16: “De acuerdo con el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos también en toda su conducta, porque está escrito: ‘Tienen que ser santos, porque yo soy santo’”. La lealtad a Jehová Dios nos impulsará a obedecerle en todo momento y a conformar nuestros pensamientos, palabras y acciones con su santa voluntad. Significará conservar una buena conciencia, como nos manda 1 Timoteo 1:3-5: “Realmente, el objetivo de este mandato [de no enseñar diferente doctrina ni prestar atención a cuentos falsos] es amor procedente de un corazón limpio y de una buena conciencia y de fe sin hipocresía”. Si bien es cierto que ninguno de nosotros es perfecto, debemos esforzarnos por hacer las cosas lo mejor posible, ¿no le parece?
3 La lealtad a Jehová impedirá que abandonemos egoístamente los principios justos. Hará, en efecto, que nos guardemos de simular lo que en verdad no somos. El salmista pensaba en la lealtad cuando cantó: “Instrúyeme, oh Jehová, acerca de tu camino. Andaré en tu verdad. Unifica mi corazón para que tema tu nombre”. (Salmo 86:11.) La lealtad demanda que obedezcamos leyes o principios cuyo cumplimiento no es jurídicamente exigible.
4, 5. ¿Qué nos impedirá hacer la lealtad?
4 La lealtad a Jehová Dios también nos impedirá hacer algo que cause oprobio a su nombre y su Reino. Por ejemplo, en cierta ocasión dos cristianos se enzarzaron en una agria disputa e indebidamente decidieron recurrir a los tribunales mundanos. ‘¿Son ambos testigos de Jehová?’, preguntó el juez, obviamente sin entender qué hacían en un tribunal. ¡Qué ignominia! La lealtad a Jehová Dios hubiera motivado a aquellos hermanos a seguir el consejo del apóstol Pablo: “En verdad, pues, significa del todo derrota para ustedes el que estén teniendo litigios unos con otros. ¿Por qué no dejan más bien que les hagan injusticias? ¿Por qué no dejan más bien que los defrauden?”. (1 Corintios 6:7.) La lealtad a Jehová Dios ciertamente dicta que es preferible sufrir pérdida personal que ocasionar deshonra a Jehová y a su organización.
5 Además, la lealtad a Jehová Dios implica no sucumbir al temor del hombre. “El temblar ante los hombres es lo que tiende un lazo, pero el que confía en Jehová será protegido”. (Proverbios 29:25.) Por eso, en lugar de transigir cuando nos enfrentamos a persecución, imitamos el ejemplo de los testigos de Jehová de la antigua Unión Soviética, Malaui, Etiopía y tantas otras naciones.
6. ¿La amistad de quiénes evitaremos por causa de la lealtad?
6 Si somos leales a Jehová Dios, no trabaremos amistad con ninguno de sus enemigos. Por tal razón, el discípulo Santiago escribió: “Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios”. (Santiago 4:4.) Queremos demostrar la misma lealtad que manifestó el rey David cuando señaló: “¿No odio yo a los que te odian intensamente, oh Jehová, y no me dan asco los que se sublevan contra ti? De veras los odio con un odio completo. Han llegado a ser para mí verdaderos enemigos”. (Salmo 139:21, 22.) No deseamos fraternizar con los pecadores contumaces, con quienes no tenemos nada en común. ¿No evitará la lealtad a Dios que tengamos trato social con tales enemigos de Jehová, bien sea en persona o a través de la televisión?
Salgamos en defensa de Jehová
7. ¿Qué nos ayudará a hacer la lealtad con respecto a Jehová, y cómo lo hizo Elihú?
7 La lealtad nos impelerá a salir en defensa de Jehová Dios. La actuación de Elihú fue un excelente ejemplo al respecto. Job 32:2, 3 nos informa: “Se enardeció la cólera de Elihú [...]. Contra Job se encendió su cólera por declarar este justa su propia alma más bien que a Dios. También, contra sus tres compañeros se encendió su cólera debido al hecho de que no habían hallado una respuesta, pero habían procedido a pronunciar inicuo a Dios”. En los capítulos 32 a 37 de Job, Elihú sale en defensa de Jehová. Por ejemplo, dice: “Ten paciencia conmigo un ratito, y te declararé que hay todavía palabras que decir a favor de Dios. [...] A mi Modelador atribuiré justicia. [...] No apartará sus ojos de ningún justo”. (Job 36:2-7.)
8. ¿Por qué es necesario salir en defensa de Jehová?
8 ¿Por qué es necesario salir en defensa de Jehová? Hoy se blasfema contra nuestro Dios, Jehová, de muy diversas maneras. Se afirma que no existe, que forma parte de una Trinidad, que atormenta por siempre a la gente en el infierno, que son débiles sus intentos por convertir al mundo, que no le importa el género humano, etc. Demostramos nuestra lealtad a Jehová cuando salimos en su defensa y probamos que sí existe; que es un Dios sabio, justo, omnipotente y amoroso; que ha fijado un tiempo para todo asunto, y que oportunamente pondrá término a toda maldad y transformará la Tierra en un paraíso. (Eclesiastés 3:1.) La lealtad a Jehová exige que nos valgamos de toda oportunidad para dar testimonio de su nombre y su Reino.
Lealtad a la organización de Jehová
9. ¿En qué asuntos han sido desleales algunos?
9 Consideremos ahora la cuestión de la lealtad a la organización visible de Jehová. No hay duda de que debemos lealtad a esta, incluido el “esclavo fiel y discreto”, mediante quien se alimenta espiritualmente a la congregación cristiana. (Mateo 24:45-47.) Supongamos que en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower aparece algo que no entendemos o con lo que no concordamos en ese momento. ¿Qué haremos? ¿Ofendernos y abandonar la organización? Así obraron algunos cuando La Atalaya dijo hace muchos años que el nuevo pacto tendría aplicación durante el Milenio. Otros se molestaron por lo que la revista comentó en cierta ocasión sobre la neutralidad. Si aquellos que tropezaron por estos asuntos hubieran sido leales a la organización y a sus hermanos, habrían esperado que Jehová esclareciera los asuntos, como hizo al tiempo adecuado. Así pues, la lealtad incluye esperar con paciencia a que el esclavo fiel y discreto publique una mejor comprensión de los hechos.
10. ¿Por qué cosas no sentiremos curiosidad si somos leales?
10 La lealtad a la organización visible de Jehová significa asimismo no tener nada que ver con los apóstatas. Los cristianos leales no sienten curiosidad por saber lo que estas personas tienen que decir. Es cierto que aquellos a quienes Jehová Dios utiliza para dirigir su obra en la Tierra no son perfectos; pero ¿qué nos manda la Palabra divina? ¿Dejar la organización de Dios? No. El cariño fraternal debe hacer que nos mantengamos leales a ella, y debemos seguir ‘amándonos unos a otros intensamente desde el corazón’. (1 Pedro 1:22.)
Lealtad a los ancianos leales
11. ¿De qué clase de pensamiento negativo nos protege la lealtad?
11 Cuando en la congregación se dice o se hace algo que nos cuesta trabajo entender, la lealtad evitará que nos erijamos en jueces y nos ayudará a verlo quizás como un asunto de opinión. ¿No es mucho mejor reparar en las virtudes de los ancianos nombrados y demás hermanos en la fe que hacer hincapié en sus deficiencias? En efecto, queremos protegernos de los pensamientos negativos porque se relacionan con la deslealtad. Ser leales también nos ayudará a observar la directriz de Pablo de ‘no hablar perjudicialmente de nadie’. (Tito 3:1, 2.)
12, 13. ¿A qué exigencias particulares se enfrentan los ancianos?
12 La lealtad plantea exigencias particulares a los ancianos. Una de ellas es la confidencialidad. Cuando un miembro de la congregación se confía a un anciano, la lealtad a aquel obliga al anciano a guardarse de violar el principio de la confidencialidad y a actuar conforme al consejo de Proverbios 25:9: “No reveles el habla confidencial de otro”. Esta orden significa que no lo revele ni siquiera a su propia esposa.
13 La lealtad también pone a prueba a los ancianos de otras maneras. ¿Complacerán a los hombres, o ayudarán con valor y bondad a quienes necesiten corrección, aunque se trate de parientes o amigos íntimos? La lealtad a la organización de Jehová nos moverá a los ancianos a dar asistencia espiritual a cualquiera que la precise. (Gálatas 6:1, 2.) Si bien trataremos a nuestros compañeros ancianos con bondad, la lealtad nos inducirá a ser francos con ellos, tal como Pablo fue franco al hablar con el apóstol Pedro. (Gálatas 2:11-14.) Por otro lado, los superintendentes han de ejercer cuidado, no sea que por obrar con imprudencia o parcialidad, o por abusar de su autoridad de otro modo, dificulten a los que están bajo su cuidado ser leales a la organización de Dios. (Filipenses 4:5.)
14, 15. ¿Qué factores pueden poner a prueba la lealtad de los miembros de la congregación?
14 Hay otros aspectos implicados en ser leales a la congregación y los ancianos. Si se presentan situaciones un tanto difíciles en la congregación, se nos da la oportunidad de mostrar lealtad a Jehová y sus representantes. (Véase La Atalaya del 15 de junio de 1987, páginas 15-17.) En caso de que se expulse a alguien, la lealtad exige que apoyemos a los ancianos en vez de cuestionar si hubo suficientes razones para adoptar dicha medida.
15 La lealtad a la congregación también nos impone que apoyemos las cinco reuniones semanales al grado que nos lo permitan nuestras circunstancias y capacidades. No solo nos exige asistencia regular, sino preparación y participación con comentarios edificantes cuando se ofrezca la oportunidad. (Hebreos 10:24, 25.)
Lealtad en el matrimonio
16, 17. ¿A qué pruebas de lealtad se enfrentan los cristianos casados?
16 ¿A quién más debemos lealtad? Si somos casados, debemos lealtad a nuestro cónyuge en razón del voto matrimonial. La lealtad nos librará de cometer el error de ser más amables con otros hombres o mujeres que con nuestro propio esposo o esposa. Además, la lealtad al cónyuge exige no revelar sus debilidades o defectos a otras personas. Es más fácil quejarse a otros que trabajar con empeño en mantener abiertas las líneas de comunicación con nuestra pareja, que es lo que deberíamos hacer de acuerdo con la regla áurea. (Mateo 7:12.) En realidad, el matrimonio constituye una verdadera prueba de lealtad cristiana.
17 Para hacer frente a dicha prueba, no solo debemos evitar la conducta impropia grave, sino, además, vigilar los pensamientos y sentimientos. (Salmo 19:14.) Por ejemplo, si nuestro engañoso corazón está ávido de placer y excitación, es muy fácil pasar egoístamente de la admiración al deseo. Al exhortar a la fidelidad conyugal, el rey Salomón aconsejó a los esposos que figurativamente ‘bebieran agua de su propia cisterna’. (Proverbios 5:15.) Y Jesús declaró: “Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. (Mateo 5:28.) Los esposos que observan material pornográfico corren el riesgo de ser inducidos a cometer adulterio, lo cual implica engañar a sus esposas y ser desleales a ellas. De la misma manera, una esposa imbuida del espíritu de las telenovelas que contienen episodios de adulterio puede verse tentada a serle desleal a su marido. Por otro lado, si somos verdaderamente leales a nuestro cónyuge, fortalecemos el vínculo marital y nos ayudamos mutuamente a agradar a Jehová Dios.
Ayudas para permanecer leales
18. ¿El comprender qué cosa nos ayudará a ser leales?
18 ¿Cómo lograremos responder a las exigencias de la lealtad en estas cuatro áreas: a Jehová, a su organización, a la congregación y a nuestro cónyuge? Una ayuda es comprender que la lealtad está íntimamente ligada a la vindicación de la soberanía de Jehová. En efecto, si actuamos con lealtad, demostraremos que reconocemos a Jehová como el Soberano Universal; además, podremos tener amor propio y abrigar la esperanza de vivir eternamente en el nuevo mundo de Jehová. También nos ayudamos a ser leales cuando examinamos los ejemplos extraordinarios de que disponemos, comenzando por el de Jehová y siguiendo por los que figuran en la Biblia y en las publicaciones de la Sociedad Watch Tower, entre ellos los relatos del Anuario.
19. ¿Qué papel desempeña la fe en guardar lealtad?
19 Una fe sólida en Jehová Dios y el temor a desagradarlo contribuirán a que respondamos a las exigencias de la lealtad. Fortalecemos la fe en Jehová y el temor a él estudiando con diligencia su Palabra y participando activamente en el ministerio cristiano. Estas actividades nos ayudarán a obrar en armonía con el consejo de Pablo en Efesios 4:23, 24: “Deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y deben vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad”.
20. Sobre todo, ¿qué cualidad nos ayudará a ser leales a Jehová y a aquellos a quienes debemos lealtad?
20 El aprecio por las cualidades de Jehová también contribuye a la lealtad. Sobre todo nos ayudará a ser leales amar a nuestro Padre celestial sin egoísmo, con todo el corazón, el alma, la mente y las fuerzas, y agradecer todo lo que él ha hecho en favor nuestro. Además, mostrar la clase de amor que Jesús dijo que identificaría a sus seguidores nos ayudará a guardar lealtad a todos los cristianos en la congregación y en la familia. En otras palabras: la lealtad es en realidad asunto de ser egoístas o altruistas. Ser desleales equivale a ser egoístas; ser leales, a ser altruistas. (Marcos 12:30, 31; Juan 13:34, 35.)
21. ¿Cómo podemos resumir lo que significa responder a las exigencias de la lealtad?
21 En resumen podemos decir que la lealtad es un invaluable atributo de Jehová Dios, Jesucristo y todos los siervos verdaderos de Jehová. Para gozar de una buena relación con Jehová Dios, debemos cumplir con las exigencias de la lealtad a él viviendo a la altura de sus justos requisitos, no teniendo nada que ver con sus enemigos y saliendo en defensa suya al dar testimonio formal e informalmente. También debemos guardar lealtad a su organización visible, a las congregaciones y a nuestro cónyuge. Si pasamos airosamente la prueba de la lealtad, participaremos en la vindicación de la soberanía de Jehová y estaremos de su lado en esta cuestión. De este modo obtendremos su favor y recibiremos el premio de la vida eterna. Lo que dijo el apóstol Pablo sobre la devoción piadosa se aplica también a la lealtad: es provechosa tanto en esta vida como en la que ha de venir. (Salmo 18:25; 1 Timoteo 4:8.)
¿Qué contestaría usted?
◻ ¿De qué maneras podemos responder a las exigencias de la lealtad a Dios?
◻ ¿Qué requiere de nosotros la lealtad a la organización de Jehová?
◻ ¿Cómo pueden ser leales los ancianos?
◻ ¿A qué prueba de lealtad se enfrentan los cristianos casados?
◻ ¿Qué cualidades nos ayudarán a responder a las exigencias de la lealtad?
[Ilustración de la página 17]
La lealtad a los miembros de la congregación impedirá que los ancianos revelen asuntos confidenciales
[Ilustraciones de la página 18]
La lealtad a nuestro cónyuge fortalece el vínculo marital